El reciente aumento de precios en combustibles en Argentina ha suscitado inquietud entre consumidores y empresas. Isabelino Rodríguez, de CECHA, señala que los nuevos valores no logran revertir la pérdida de rentabilidad del sector petrolero. Este ajuste impacta tanto en costos para el consumidor como en la competitividad de diversas industrias.[Collection]
Aumento de precios en combustibles: nafta y gasoil 2023
El ajuste en los precios de los combustibles anunciado recientemente ha generado expectativas y cuestionamientos dentro del sector energético y entre los consumidores. Según Isabelino Rodríguez, presidente de la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), estos nuevos valores, si bien reflejan un incremento, aún se encuentran por debajo del “crawling peg” establecido para este tipo de ajustes en la economía argentina. Rodríguez también destacó que este aumento no logra revertir la pérdida de rentabilidad para las empresas petroleras.
Impactos para el sector petrolero
El aumento de precios, que fue aplicado tanto a la nafta como al gasoil, había sido previamente acordado entre las principales petroleras y el Gobierno Nacional en el marco del programa de Precios Justos. Sin embargo, Rodríguez advirtió que los valores actuales no representan una solución total a los desafíos financieros que las empresas del rubro enfrentan. “Este incremento no genera una recuperación de la rentabilidad para las petroleras”, afirmó el titular de CECHA, al referirse a los márgenes ajustados que siguen caracterizando a la industria.
Para el sector, el costo del combustible se encuentra desfasado en relación con la evolución de otras variables económicas clave como la inflación y el tipo de cambio oficial. Este contexto estaría afectando no solo a las empresas sino también a las estaciones de servicio, que han visto una merma significativa en su rentabilidad y operatividad a lo largo del último tiempo.
Repercusiones entre los consumidores
El impacto directo del aumento se siente principalmente en los bolsillos de los consumidores, tanto particulares como empresas de transporte y logística, quienes deben destinar una mayor proporción de sus presupuestos al combustible. Aunque el incremento reciente cumplió con las expectativas del programa de Precios Justos, para los usuarios, el ajuste se suma a una cadena de aumentos acumulativos que ya se han venido registrando durante el transcurso de 2023.
Los consumidores han manifestado preocupaciones por cómo estas actualizaciones tarifarias pueden impactar, indirectamente, en otros segmentos de la economía, incluyendo el costo de productos y servicios esenciales. En paralelo, sectores como el agropecuario y el industrial también han señalado que los ajustes en los precios del gasoil, insumo vital para sus actividades, podrían complicar su competitividad interna y externa.
Una implementación por debajo del “crawling peg”
El término “crawling peg” hace referencia a una estrategia de ajustes graduales en los precios, ideada para equilibrar las distorsiones monetarias dentro de la economía. Según Isabelino Rodríguez, aunque los aumentos representan un movimiento en la dirección esperada, están aplicándose a un ritmo que no compensa del todo el desfase acumulado previamente. Esta situación deja a varios actores de la cadena de suministros en una posición financiera delicada.
El programa de Precios Justos, que busca contener el traslado de la inflación a los consumidores, aparece como un factor limitante para la implementación de aumentos más significativos que permitan amortiguar los efectos de la inflación y la devaluación en el ámbito petrolero. Sin embargo, diversos analistas consideran que esta medida de control de precios podría no ser sostenible a largo plazo, dados los desequilibrios crecientes entre costos y tarifas.
Contexto económico y expectativas futuras
El contexto económico argentino actual se encuentra marcado por una alta inflación, la depreciación del peso frente al dólar y un aumento en los costos operativos que afecta transversalmente a la mayoría de los sectores productivos. En este marco, los expertos señalan que el precio de los combustibles continuará siendo un indicador crítico de las condiciones económicas a nivel nacional.
Por el momento, Rodríguez afirmó que será necesario implementar nuevos aumentos en etapas posteriores para garantizar la sustentabilidad del sector. Asimismo, se espera que el Gobierno y las petroleras sigan negociando diferentes esquemas de ajuste para equilibrar las necesidades del mercado con las políticas de estabilización económica.