El bullrichismo, liderado por Patricia Bullrich, se consolida en Juntos por el Cambio, distanciándose de las propuestas de Mauricio Macri. Su enfoque busca construir alianzas sin perder identidad, proponiendo una crítica constructiva hacia los planteamientos del expresidente, considerados insuficientes ante las demandas actuales del electorado argentino.[Collection]
Bullrichismo y la insuficiente propuesta de Macri para 2023
El panorama político en Argentina de cara a las elecciones 2023 sigue mostrando movimientos estratégicos clave dentro de las diferentes vertientes de Juntos por el Cambio. El bullrichismo, liderado por Patricia Bullrich, se ha posicionado como una corriente interna que busca consolidarse como una fuerza viable, tanto para apuntalar la intención de voto a nivel presidencial como para marcar distancia frente a las propuestas del expresidente Mauricio Macri y su entorno.
El juego en equipo del bullrichismo
Patricia Bullrich, exministra de Seguridad durante la administración de Macri, se ha perfilado como una figura central dentro de Juntos por el Cambio. Su estrategia se centra en construir una narrativa de liderazgo rígida y de acción concreta que, según su criterio, representa la verdadera doctrina del espacio. La líder del PRO sostiene que, para lograr resultados electorales contundentes, es fundamental establecer alianzas sólidas, pero también marcar límites frente a las propuestas que considera insuficientes o desactualizadas, incluyendo las del propio expresidente.
El bullrichismo ha optado por una jugada de alto riesgo: respaldar las instituciones del espacio opositor, pero simultáneamente fortalecer su base propia, buscando diferenciarse explícitamente de las políticas que Macri ha intentado reinstalar como eje de la campaña. Dentro de esta dinámica, la dirigente ha convocado a su equipo a trabajar en conjunto con otros sectores en pos de optimizar las chances electorales de Juntos por el Cambio, pero sin resignar su identidad en el proceso.
Macri y una propuesta que despierta críticas
La figura de Mauricio Macri todavía genera tensiones internas dentro del PRO. Pese a no expresar oficialmente su intención de ser candidato en las elecciones presidenciales del próximo año, el expresidente ha continuado presentándose como un referente ideológico dentro del espacio. Su discurso plantea un regreso a los valores liberal-conservadores que definieron su mandato, y su entorno busca proyectarlo como una opción de centro-derecha capaz de competir con éxito en 2023.
No obstante, estas propuestas han comenzado a ser calificadas por parte de la corriente bullrichista como “poco ambiciosas” y desconectadas de las demandas actuales del electorado. Según fuentes cercanas al liderazgo de Bullrich, el diagnóstico señala que Macri “está subestimando la sensibilidad del votante frente a cuestiones como la inflación, la inseguridad y la crisis institucional”. Desde el ala de Bullrich, consideran prioritario abandonar la retórica más liviana y adoptar un enfoque más audaz y directo.
Tensiones internas que pueden definir la próxima campaña
La lucha por la conducción del mensaje opositor no se limita a los nombres que encabezarán las listas en 2023. El bullrichismo busca ocupar un espacio predominante en la narrativa de Juntos por el Cambio, precisamente en un momento en que las divisiones internas entre halcones y palomas parecen profundizarse. Estas dos facciones representan estilos de liderazgo y objetivos de campaña divergentes, lo cual podría afectar la cohesión del espacio.
Las críticas al liderazgo de Mauricio Macri se han extendido más allá del bullrichismo. Líderes como Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, también han sido mencionados dentro de los análisis como actores que podrían inclinar la balanza si decidieran romper con la tradición de respaldo al expresidente. Esta combinación de tensiones podría debilitar o consolidar la fuerza electoral de Juntos por el Cambio, dependiendo de cómo se desarrollen las dinámicas internas en los meses previos a los comicios.
Apoyo institucional, pero con límites claros
Una de las fortalezas del bullrichismo es su capacidad para tejer alianzas estratégicas dentro del esquema más amplio de Juntos por el Cambio sin desdibujar sus propios principios. Patricia Bullrich ha reiterado en varias ocasiones que, pese a sus críticas al pasado gobierno de Macri, su prioridad es consolidar una oposición unida capaz de desafiar al oficialismo en las urnas. “Estamos acá para sumar, pero no para aceptar propuestas que no estén a la altura de lo que necesita la Argentina”, señaló en un reciente evento partidario.
En efecto, el equilibrio entre apoyo institucional y crítica constructiva se ha convertido en una herramienta clave del bullrichismo para ganar influencia interna. Este enfoque le ha permitido posicionarse como una alternativa legítima frente a los liderazgos tradicionales, que perciben un desgaste en la credibilidad política. Además, el equipo de Bullrich ha trabajado en estrategias mediáticas que buscan magnificar su mensaje frente a los sectores que consideran que el liberalismo tradicional ya no conecta con las mayorías en el país.
El devenir de esta pugna interna será determinante en la configuración de la candidatura presidencial definitiva de Juntos por el Cambio. Mientras algunos analistas interpretan que Patricia Bullrich estaría dispuesta a competir directamente con Mauricio Macri en las primarias, otros argumentan que la negociación interna podría derivar en una fórmula conjunta que integre a ambas figuras en una especie de reconciliación simbólica del espacio.
Fuente de información: Carla Pellizay