El acto de La Libertad Avanza mostró una escasa convocatoria a pesar de un extenso operativo de seguridad, incluyendo la Policía Federal y el Regimiento de Granaderos. La baja asistencia generó descontento entre comerciantes y evidenció la preocupación del oficialismo sobre el desánimo de la militancia, ante un panorama político incierto.
Escasa convocatoria y fuerte operativo de seguridad
El acto encabezado por La Libertad Avanza (LLA) en conmemoración de un nuevo aniversario dejó en evidencia la falta de convocatoria del oficialismo, a pesar del gran despliegue de seguridad y de la presencia de los Granaderos en la escena. Con un centro cercado por cortes de calles y un importante dispositivo policial, solo algunos militantes se acercaron a participar del evento.
Desde horas de la mañana, los alrededores del lugar estuvieron bloqueados, lo que generó inconvenientes en el tránsito y malestar entre los vecinos y comerciantes. Sin embargo, la asistencia de simpatizantes fue escasa, un hecho que contrastó con el gran operativo desplegado. La escena reflejó una baja participación, a pesar de los intentos de generar una imagen de respaldo contundente al gobierno.
Un dispositivo de seguridad sobredimensionado
El acto contó con un importante refuerzo de seguridad, que incluyó la presencia de agentes de la Policía Federal, cortes estratégicos de calles y la formación protocolar del Regimiento de Granaderos a Caballo. A pesar de estas medidas, la convocatoria se redujo a un grupo de seguidores de LLA que, banderas en mano, se ubicaron en los sectores habilitados para el público.
Los comerciantes de la zona expresaron su descontento por las restricciones de circulación impuestas debido al evento. “Fue un despliegue innecesario para la cantidad de personas que vinieron”, comentó un comerciante que prefirió no identificarse. Algunos transeúntes también manifestaron su sorpresa ante la desproporción entre el operativo y la reducida asistencia.
Un panorama que preocupa en el oficialismo
La convocatoria al acto dejó en evidencia un dato que inquieta a LLA: el entusiasmo de la militancia parece haber menguado. La imagen de espacios semivacíos y de un evento que no logró captar a grandes multitudes contrasta con actos anteriores convocados por el oficialismo. En diversos sectores políticos ya se analiza el impacto que esto puede tener en el ánimo de los simpatizantes y en la estrategia comunicacional del gobierno.
Aunque desde el oficialismo minimizaron la baja asistencia, este acto volvió a instalar preguntas sobre la capacidad de movilización de LLA, un aspecto clave en el actual escenario sociopolítico. Por el momento, el gobierno sostiene su discurso en redes y en sus intervenciones públicas, pero la respuesta del electorado en futuras convocatorias será determinante para evaluar el respaldo real al rumbo actual del país.