Las intensas lluvias en Calingasta e Iglesia causaron daños severos en infraestructuras y viviendas, afectando la comunicación y servicios básicos. Decenas de familias han sido evacuadas y necesitan ayuda urgente. Las autoridades y comunidades locales trabajan en la remoción de escombros y brindan asistencia a los damnificados tras la tormenta.“`html
Calingasta e Iglesia: daños tras la tormenta
Las intensas lluvias que azotaron recientemente a la región cordillerana dejaron un severo impacto en las comunidades de Calingasta e Iglesia, siendo estas las más afectadas según lo confirmó Carlos Platero, director de Defensa Civil. La tormenta, que se extendió durante varias horas, ocasionó daños significativos en infraestructuras, caminos y viviendas, dejando un complejo panorama para los habitantes de la zona.
Infraestructura y caminos colapsados
Uno de los efectos más visibles del temporal fue el colapso de la infraestructura vial en los departamentos montañosos. En Calingasta, el colapso de caminos principales obstaculizó el acceso y la comunicación entre localidades, complicando las labores de emergencia y el traslado de insumos. Por su parte, en Iglesia, diversos tramos de caminos secundarios quedaron bloqueados por los derrumbes, lo que aumentó la preocupación de las autoridades locales. Los servicios básicos, como energía eléctrica y agua potable, también se vieron interrumpidos en varios sectores debido a los deslizamientos de tierra que dañaron cables y tuberías.
Viviendas y familias afectadas
En cuanto a los daños en las viviendas, decenas de familias reportaron pérdidas tras las inundaciones provocadas por las lluvias intensas. El agua entró en los hogares de las zonas más bajas, dañando muebles y electrodomésticos, y forzando a varias personas a evacuar sus viviendas. En Iglesia, las precipitaciones también afectaron las estructuras de adobe, causando derrumbes parciales en algunas casas.
Carlos Platero señaló que, aunque se está trabajando intensamente en las tareas de relevamiento, muchos damnificados necesitan ayuda urgente. “Estamos en pleno levantamiento de datos y brindando asistencia prioritaria a las familias más afectadas, pero sabemos que los niveles de daño son alarmantes, sobre todo en Calingasta e Iglesia”, destacó Platero en una reciente entrevista.
Un despliegue masivo de emergencias
El Gobierno provincial y diferentes equipos de emergencia han implementado una respuesta escalonada para enfrentar las secuelas de la tormenta. Las cuadrillas de Defensa Civil, con el apoyo del Ejército Argentino y voluntarios locales, trabajan arduamente en la remoción de escombros y el despeje de carreteras bloqueadas. Al mismo tiempo, los municipios de Calingasta e Iglesia han habilitado refugios temporales para las familias que perdieron sus hogares o sufrieron daños significativos.
En adición, llegaron camiones con provisiones, agua potable y elementos de primera necesidad para distribuir entre los damnificados. Sin embargo, los propios equipos de emergencia reconocen que la recuperación de estas comunidades podría extenderse durante semanas debido a la magnitud del desastre.
Los riesgos de vivir en zonas cordilleranas
Este episodio pone de manifiesto nuevamente la vulnerabilidad de las comunidades cordilleranas frente a eventos climáticos extremos. Las condiciones geográficas de Calingasta e Iglesia, combinadas con temporadas de lluvias intensas, generan deslaves y desbordes de ríos que afectan a los residentes con mayor frecuencia. Según los expertos, este tipo de fenómenos podría intensificarse en el futuro debido a los cambios en los patrones climáticos.
“Tenemos que aprender a convivir con la naturaleza y, sobre todo, adaptarnos mejor a los riesgos en estas zonas”, comentó un geólogo local. Las autoridades subrayaron la importancia de medidas preventivas y obras de infraestructura resiliente para minimizar los efectos de futuros eventos meteorológicos.
La solidaridad como motor de recuperación
A pesar de la gravedad del panorama, el papel de la comunidad ha sido fundamental para afrontar la emergencia. Vecinos de zonas cercanas no afectadas se organizaron rápidamente para enviar donaciones a quienes más lo necesitan, mientras que diversas organizaciones sociales coordinaron colectas para ampliar la ayuda destinada a las familias perjudicadas.
“Estamos viviendo momentos difíciles, pero también hemos sentido el apoyo incondicional de nuestras comunidades. Sabemos que no estamos solos en este proceso de recuperación”, expresó una vecina de Calingasta, quien se encuentra temporalmente alojada en uno de los refugios habilitados.
Mientras tanto, las autoridades provinciales aseguraron que continuarán monitoreando las condiciones climáticas y reforzando las estrategias de atención para prevenir nuevos incidentes en lo que resta de la temporada de lluvias.
Fuente: @DiarioHuarpeCom
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