A partir del 1° de marzo, Edenor y Edesur deberán cumplir nuevas normativas que endurecen sanciones por cortes de luz, buscando reducirlos entre un 30% y 40%. Las compensaciones a usuarios serán automáticas y dependerán de mejoras en el servicio y la inversión en infraestructura, con aumentos tarifarios moderados ligados a resultados concretos.
Entrarán en vigencia nuevos parámetros para Edenor y Edesur en busca de menos cortes
A partir del próximo 1° de marzo, comenzará a regir un nuevo esquema de calidad, costos y penalizaciones que las distribuidoras eléctricas Edenor y Edesur deberán cumplir estrictamente. La medida, implementada por el Gobierno nacional, tiene como principal objetivo reducir entre un 30% y un 40% la frecuencia y duración de los cortes en el suministro eléctrico que afectan habitualmente a los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Endurecimiento de sanciones y límites más estrictos
Las flamantes disposiciones incluyen un endurecimiento de las penalizaciones económicas para las concesionarias en casos de interrupción del servicio. Además, los parámetros que definirán la calidad del suministro tendrán límites más rigurosos. Esto significa que, si Edenor o Edesur no cumplen con las nuevas exigencias, deberán enfrentar multas considerables, que se reflejarán directamente en compensaciones económicas automáticas para los clientes afectados.
Según fuentes oficiales, la intención es transformar el panorama actual, donde las interrupciones recurrentes y prolongadas han generado críticas constantes hacia ambas distribuidoras eléctricas. “Necesitamos establecer un mayor nivel de exigencia para garantizar el acceso continuo al servicio eléctrico, especialmente en una región tan densamente poblada como el AMBA”, señalaron desde el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).
Aumentos tarifarios vinculados a mejoras
La implementación de estos parámetros de calidad estará acompañada de una revisión tarifaria que habilitará aumentos moderados en las boletas de luz. Sin embargo, dichas subas estarán exclusivamente atadas a la capacidad de Edenor y Edesur para ejecutar inversiones de infraestructura destinadas a mejorar el servicio. En ese sentido, el Gobierno advirtió que no permitirá incrementos generalizados sin un cumplimiento tangible de las metas propuestas.
El ministro de Economía, Sergio Massa, ha resaltado la importancia de vincular las alzas tarifarias con resultados concretos. “No se trata de subir tarifas de manera descontrolada, sino de un esquema que premie la inversión y penalice la desidia. Queremos un servicio eléctrico más confiable y predecible para todos los argentinos”, expresó durante una conferencia reciente.
Impacto esperado en la calidad del servicio
Las autoridades proyectan que estas medidas podrían generar una mejora sustancial en el servicio, disminuyendo la frecuencia de cortes en los meses de mayor demanda, como ocurre durante los picos de verano e invierno. Asimismo, los nuevos límites impuestos para la duración máxima aceptable de los cortes buscan impedir situaciones en las que la recuperación del suministro se extiende durante días, afectando negativamente a los hogares y al comercio local.
Sin embargo, la implementación de estas normativas dependerá en gran medida de la capacidad de Edenor y Edesur para aumentar las inversiones en mantenimiento y modernización de las redes eléctricas, una tarea que históricamente ha sido objeto de reclamos por parte de los consumidores y el ente regulador.
Compensaciones automáticas para usuarios
Otra de las novedades del esquema es la mejora en el mecanismo de compensaciones que recibirán los usuarios afectados por cortes prolongados o recurrentes. A partir del 1° de marzo, estas indemnizaciones deberán acreditarse automáticamente en las facturas, sin necesidad de que los clientes realicen reclamos específicos. Esto busca agilizar los procesos y garantizar un alivio económico inmediato para quienes padezcan interrupciones del servicio.
El ENRE también establecerá un monitoreo exhaustivo del cumplimiento de estas normativas, mediante sistemas de control digital que permitirán detectar con mayor precisión la duración y el alcance de los cortes en tiempo real. De esta manera, la fiscalización del servicio será más eficiente y transparente.
Críticas y desafíos para las distribuidoras
Si bien las medidas han sido recibidas positivamente por algunos sectores, las distribuidoras Edenor y Edesur expresaron inquietud sobre su capacidad para cumplir con los nuevos lineamientos debido a la situación financiera en que se encuentran. Fuentes cercanas a ambas empresas indican que las compañías están evaluando las inversiones necesarias para cumplir los requisitos y evitar sanciones, pero advirtieron que necesitarán “una mayor previsibilidad regulatoria” para garantizar el flujo de financiamiento.
El debate sobre la eficiencia y regulación de las distribuidoras no es nuevo. Durante años, Edenor y Edesur han sido objeto de críticas por el mal estado de las infraestructuras y la falta de respuesta oportuna ante interrupciones masivas del servicio. En diversas oportunidades, los reclamos desembocaron en protestas de usuarios y pedidos de rescisión de contratos por parte del Estado.
Un cambio de paradigma en el sector
La nueva normativa no solo busca mejorar la calidad del suministro eléctrico, sino también fijar un precedente en la relación entre el Estado y las empresas concesionarias. En un contexto de creciente demanda por parte de los usuarios, estas regulaciones apuntan a instaurar mayor accountability y previsibilidad en un servicio esencial para la población.
El Ministerio de Economía no descarta que este esquema sirva como modelo para ser replicado en otras regiones del país. El éxito de la medida dependerá no solo de las inversiones que logren Edenor y Edesur, sino también de la capacidad del Estado para fiscalizar y garantizar su efectivo cumplimiento.
Fuente: ámbito.com