La seguridad en el Capitolio de EE.UU. es extrema debido a la certificación del triunfo de Donald Trump. Con vehículos blindados y la Guardia Nacional, las autoridades buscan prevenir manifestaciones que pudieran interrumpir el proceso. La atención se centra en posibles disturbios y la presión sobre el vicepresidente Mike Pence durante esta sesión clave.[Collection]
Seguridad extrema en el Congreso de EE.UU. por triunfo de Trump
El Capitolio bajo estrictas medidas de resguardo
El Congreso de los Estados Unidos se encuentra este miércoles rodeado de un despliegue de seguridad sin precedentes mientras los representantes realizan una sesión clave para certificar el triunfo de Donald Trump en las pasadas elecciones presidenciales. Vehículos blindados, patrullas y cientos de oficiales de policía cubren los alrededores del Capitolio en Washington D.C., especialmente en respuesta a las posibles manifestaciones convocadas por simpatizantes del mandatario saliente, Joe Biden.
Este refuerzo en las medidas de seguridad busca evitar incidentes que puedan interrumpir el normal desarrollo de una jornada de alta relevancia política, mientras múltiples agencias de inteligencia locales siguen alertas ante cualquier amenaza que pudiera surgir. La policía del Capitolio y el Servicio Secreto de los Estados Unidos lideran la operación, que incluye patrullajes aéreos y la instalación de cercos de protección para limitar el acceso al edificio.
Apoyo masivo de la Guardia Nacional
Por orden del alcalde de Washington D.C., la Guardia Nacional ha sido desplegada en puntos estratégicos de la ciudad como medida adicional para garantizar la seguridad. Según informes oficiales, alrededor de 1,000 efectivos han sido destinados a apoyar a las fuerzas locales, garantizando una operación coordinada. Este significativo contingente es parte de los esfuerzos por contener potenciales disturbios y garantizar la paz durante este proceso de certificación que ha generado controversias a lo largo del país.
Funcionarios han advertido sobre el riesgo de que se produzcan manifestaciones masivas promovidas por grupos de apoyo al presidente actual, quienes denuncian sin pruebas concluyentes fraude en las elecciones presidenciales. La alcaldesa Muriel Bowser ha emitido recomendaciones a la población local para evitar las zonas de concentración y mantenerse atentos a nuevas indicaciones de las autoridades.
Momento clave en la transición política
La sesión en curso tiene como objetivo formalizar la certificación de los votos del colegio electoral, un procedimiento constitucional que normalmente transcurre sin sobresaltos. Sin embargo, en esta ocasión, la atención está centrada en la potencial objeción de congresistas republicanos a los resultados emitidos en varios estados clave. Este proceso ha sido alentado por el propio Trump, quien insiste en que hubo irregularidades en el sistema de votación.
Se espera que el vicepresidente Mike Pence, quien tiene un rol ceremonial en la certificación de los resultados, esté bajo presión significativa para intervenir en el proceso, aunque los expertos legales han reiterado que no tiene autoridad para alterar los resultados previamente certificados por los estados.
El impacto de las manifestaciones
Manifestantes favorables a Trump comenzaban a congregarse desde temprano en las inmediaciones del Capitolio, ondeando banderas y portando pancartas con lemas en apoyo a su líder. Aunque la mayoría de los asistentes se muestra de manera pacífica, las autoridades han señalado que no se descartan actos violentos dados los antecedentes de enfrentamientos recientes entre diferentes grupos en la capital.
Grupos de milicias armadas y organizaciones extremistas habían anunciado su participación en protestas durante la certificación del Congreso. Estas alertas han incrementado la preocupación entre los legisladores y los cuerpos de seguridad, quienes han calificado el evento como de “alto riesgo”.
La atención de la ciudadanía estadounidense e internacional permanece fija en el desarrollo de los acontecimientos en lo que promete ser una jornada decisiva para el futuro de la democracia en Estados Unidos.
Fuente: LA NACION