Ucrania ha intensificado sus ataques con drones en territorio ruso, marcando un cambio significativo en el conflicto. Este reciente bombardeo, enfocado en una instalación militar en Kursk, refleja la evolución de las operaciones ucranianas y busca debilitar la capacidad militar rusa. La guerra sigue sin ceder tras casi tres años de combates.[Collection]
Ucrania intensifica ataques con drones en Rusia en 2025
Escalada en la ofensiva ucraniana contra territorio ruso
Ucrania ha intensificado su campaña de ataques con drones en territorio ruso, llevando a cabo uno de los bombardeos más significativos en lo que va del conflicto. El ataque, que tuvo lugar el sábado por la noche, fue descrito como un intento decisivo de Kyiv por debilitar la maquinaria bélica rusa desde el interior. Este último asalto subraya el creciente alcance y sofisticación de las operaciones ucranianas en el corazón de Rusia.
Funcionarios ucranianos no han reivindicado oficialmente la autoría, siguiendo su política habitual de ambigüedad respecto a operaciones dentro de las fronteras rusas. Sin embargo, múltiples fuentes internacionales han identificado el ataque como parte de una estrategia intensificada para golpear puntos clave de la infraestructura militar rusa. Un alto oficial ucraniano, que prefirió mantener su anonimato, afirmó que “estos ataques forman parte del esfuerzo continuo por quebrar la capacidad ofensiva del Kremlin”.
Puntos críticos bajo fuego ucraniano
El objetivo principal del ataque fue una instalación militar en la región de Kursk, a menos de 100 kilómetros de la frontera con Ucrania. Según el Ministerio de Defensa ruso, al menos 16 drones fueron neutralizados por sistemas de defensa aérea, mientras que otros lograron impactar en varias áreas estratégicas. Las autoridades locales reportaron daños en depósitos de municiones y un hangar de aeronaves en la base.
En Moscú, el Ministerio de Defensa emitió un comunicado minimizando los efectos del ataque, calificándolo como “incapaz de alterar significativamente las operaciones militares”. No obstante, analistas han señalado que esta serie de incursiones representa una vulnerabilidad que Rusia no había enfrentado antes en este grado, especialmente en zonas alejadas del frente de batalla.
Ataques más frecuentes y efectivos
La ofensiva con drones se alinea con los esfuerzos ucranianos por trasladar el conflicto a territorio ruso desde mediados de 2024. En los últimos meses, Ucrania ha realizado más de una docena de incursiones significativas, marcando un cambio en la dinámica del conflicto. Especialistas militares apuntan a una mejora notable en las tecnologías de drones utilizadas por Ucrania, tanto en alcance como en precisión.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (Institute for the Study of War), con sede en Washington, indicó en un análisis reciente que “estos asaltos no solo buscan infligir daño físico, sino también desestabilizar la percepción de invulnerabilidad en el territorio ruso”. Agregaron que la capacidad de Ucrania para golpear tan adentro en Rusia es probablemente facilitada por el apoyo técnico y de inteligencia de sus aliados occidentales.
Reacciones internacionales y el impacto interno en Rusia
El presidente ruso Vladimir Putin no ha emitido declaraciones específicas sobre el ataque, pero en un discurso previo calificó las incursiones con drones como “terrorismo patrocinado” por Occidente. Mientras tanto, los medios estatales han limitado las coberturas sobre el daño, en un aparente esfuerzo por contener el impacto psicológico entre la población rusa.
En Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski ha reiterado en varias ocasiones que Kyiv tiene el derecho legítimo de defenderse y tomar medidas preventivas si es necesario. Aunque no comentó directamente sobre el incidente en Kursk, en una reciente conferencia dijo: “No hay lugar seguro para quienes quieren destruirnos. Defenderemos nuestra nación por todos los medios posibles”.
En el ámbito internacional, países occidentales clave, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido, han mantenido un discurso cauteloso. Aunque han reafirmado su apoyo militar y logístico a Ucrania, han evitado destacar públicamente su posible vinculación indirecta con estos ataques. Sin embargo, fuentes anónimas dentro del Pentágono han sugerido que algunos drones ucranianos podrían haber sido modificados utilizando tecnología proporcionada por socios occidentales.
Un conflicto sin señales de tregua
El ataque más reciente es parte de una guerra que, tras casi tres años de combates, sigue redefiniendo sus fronteras y estrategias. Aunque los frentes directos en Ucrania continúan siendo intensamente disputados, muchos analistas creen que Kyiv redoblará sus esfuerzos por debilitar la capacidad militar rusa desde adentro, apostando a ataques más selectivos y disruptivos.
Mientras tanto, la comunidad internacional permanece atenta al desenlace de esta nueva etapa del conflicto, que a medida que se acerca a su tercer año, muestra pocos indicios de ceder. Este último bombardeo, aunque no marca una transformación decisiva en el desarrollo de la guerra, representa un preocupante avance en lo que podría convertirse en un teatro expandido de operaciones militares.
Fuente de la información: Cassandra Vinograd