En el primer año de gobierno de Javier Milei, Argentina enfrenta un alarmante aumento de violencia de género. Factores como la eliminación de programas clave, discursos oficiales que legitiman conductas violentas y la precarización de redes de asistencia han agravado la crisis, mientras organizaciones feministas denuncian la negligencia estatal y lideran movilizaciones.[Collection]
Aumento de violencia de género en el Gobierno de Milei
Preocupante incremento de casos y el rol del contexto político
En el marco del primer año de gobierno liderado por Javier Milei, Argentina registra un alarmante aumento en los casos de violencia de género. Según denunció la subsecretaria bonaerense de Políticas contra las Violencias por Razones de Género, Flavia Delmas, lo que se vive actualmente “tiene que ver con un contexto a nivel nacional donde desde el ámbito del Gobierno nacional se promueven los discursos de odio y la violencia como forma de resolver los conflictos”. Este incremento, que refleja una problemática estructural agravada por el entorno político, ha encendido las alarmas entre especialistas, organizaciones feministas y referentes en el tema.
Datos alarmantes y vacío en políticas públicas
El aumento sostenido de casos de violencia de género se hace evidente en las cifras recabadas por el territorio bonaerense, que concentra casi el 40% de la población nacional. Durante los primeros meses de la gestión de Milei, se registraron 15 femicidios mensuales, manteniendo una media que duplica los indicadores del último trimestre de 2024, cuando la transición hacia el nuevo gobierno ya comenzaba a influir en el clima social.
Los sectores dedicados al acompañamiento de víctimas coinciden en que las políticas públicas destinadas a la prevención y atención de la violencia de género se han visto profundamente recortadas. Desde que asumió el Ejecutivo, se eliminaron programas clave como “Acercar Derechos”, gestionado previamente por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, que fue desmantelado en diciembre de 2024.
Discursos como legitimadores del odio
El discurso político actual también ha sido señalado como un factor clave en este aumento. Flavia Delmas destacó que “el mensaje que baja desde el poder central habilita y legitima conductas violentas, no solo hacia las mujeres, sino hacia cualquier sector vulnerable”. Organizaciones como la Casa del Encuentro han subrayado que este tipo de narrativa, caracterizada por la deslegitimación de los derechos conquistados, fomenta un ambiente de hostilidad social y una clara falta de empatía hacia las problemáticas de género.
En este sentido, los discursos de figuras relevantes del gobierno nacional, que minimizan problemáticas como los derechos de las mujeres y la desigualdad estructural, han sido objeto de amplias críticas. Uno de los episodios más controvertidos fue el comentario del propio presidente Milei en el que calificó de “gasto innecesario” la implementación de medidas de protección para víctimas de violencia de género, lo que provocó rechazo inmediato de organizaciones sociales y políticos de oposición.
Impacto sobre las redes de contención y asistencia
La eliminación de programas específicos y la falta de financiamiento han afectado directamente a los refugios y centros de asistencia para mujeres en situación de violencia. Durante 2025, la provincia de Buenos Aires registró el cierre de al menos 12 dispositivos de protección integral debido a la falta de recursos materiales y humanos. Esta situación ha dejado a miles de mujeres sin espacios para escapar de entornos violentos, exacerbando los riesgos para sus vidas.
Además, los equipos interdisciplinarios que operan en el ámbito municipal han denunciado la precarización laboral y el aumento de la demanda sin acompañamiento estatal. Esto ha llevado a situaciones críticas como demoras de semanas en la atención de denuncias u orientación inmediata para mujeres en riesgo.
Reacción de colectivos feministas y sociales
Ante este desolador panorama, las organizaciones sociales y feministas han tomado un rol fundamental para sostener las luchas contra la violencia de género. Sin embargo, también han sido blanco de críticas y descalificaciones por parte del oficialismo. Voces como la de la referente de Ni Una Menos, Florencia Alcaraz, han señalado que “la estigmatización a quienes sostienen estas luchas es parte de una estrategia para invisibilizar el problema y desresponsabilizar al Estado”.
Las movilizaciones impulsadas por estos colectivos han crecido exponencialmente. Durante 2025, cada 3 de junio, fecha que conmemora el nacimiento del movimiento Ni Una Menos, las calles del país se colmaron de asociaciones que denunciaron “la negligencia del gobierno y el peligro para las mujeres y las diversidades”.
Fuente:
Página|12