La Bolsa argentina cerró en rojo en 2024, con un descenso del 3,2% en el S&P Merval y pérdidas en bonos soberanos. La toma de ganancias y la incertidumbre macroeconómica afectaron el mercado. A pesar del mal cierre, el índice acumuló un 150% anual, reflejando la alta inflación.[Collection]
Bolsa en rojo: S&P Merval y bonos pierden en 2024
El mercado financiero argentino cerró en rojo en la última rueda de 2024, afectado por la tradicional toma de ganancias de fin de año que impactó negativamente tanto en las acciones como en los bonos soberanos. El índice S&P Merval se desplomó hasta un 4% en sus peores registros intradiarios y los títulos de deuda en dólares también finalizaron en terreno negativo, profundizando la tendencia bajista que afectó a los inversores locales e internacionales.
Desplome en el S&P Merval y los bonos en dólares
Durante la jornada, el S&P Merval, principal índice de acciones de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, registró una caída significativa, cerrando con un descenso del 3,2% al ubicarse en los 470.000 puntos. Este movimiento a la baja estuvo liderado por ventas generalizadas en papeles clave del sector financiero y energético, como YPF, Grupo Financiero Galicia y Banco Macro, todos los cuales marcaron pérdidas superiores al 3%. En algunos casos, las caídas superaron el 4%.
Por su parte, los bonos soberanos emitidos bajo legislación extranjera también sufrieron pérdidas en todos sus tramos. Según operadores del mercado, los Globales 2030 y 2035 retrocedieron entre un 1,5% y un 2,2%, en línea con un clima negativo que caracterizó a la última semana operativa del año. La falta de catalizadores positivos y el reacomodamiento de carteras ante un escenario de alta volatilidad llevaron a la mayoría de los activos a terminar el 2024 en terreno negativo.
Factores detrás de las caídas
La debilidad en los mercados locales responde a una combinación de factores estructurales e internacionales. Por un lado, diciembre suele caracterizarse por una mayor presión vendedora por parte de inversores que buscan materializar ganancias tras las alzas registradas a lo largo del año. Este fenómeno de toma de beneficios generalmente impacta de manera negativa en los activos de riesgo, especialmente en mercados emergentes como el argentino.
Por otro lado, las preocupaciones relacionadas con el contexto macroeconómico del país, marcado por altos niveles de inflación, falta de acceso a financiamiento externo y volatilidad cambiaria, exacerban la incertidumbre. A esto se suman las perspectivas de una política monetaria restrictiva en Estados Unidos, lo que afecta negativamente a los activos denominados en dólares.
Declaraciones de analistas y perspectivas a corto plazo
Desde el mercado, los especialistas señalan que este comportamiento bajista era previsible. “La toma de ganancias de fin de año no es un fenómeno nuevo, pero, en el caso de Argentina, se agrava por las tensiones estructurales y la falta de un horizonte económico claro”, afirmó Martín Kalos, economista y director de EPyCA Consultores. Kalos remarcó que, a pesar de las fuertes bajas registradas en este cierre de 2024, el S&P Merval logró acumular un rendimiento positivo en el año, impulsado principalmente por la inflación nominal.
Asimismo, desde Balanz Capital, los analistas destacaron que los inversores están apostando por un posicionamiento más conservador de cara a los primeros meses de 2025. “La incertidumbre sobre las medidas que adoptará el Gobierno Nacional tras el cambio de autoridades, sumada a la necesidad de un acuerdo con el FMI, genera cierto temor en los inversores institucionales, quienes optan por activos menos expuestos al riesgo argentino”, señalaron.
Contexto internacional y mercados emergentes
El cierre en baja del mercado argentino no se dio en aislamiento, ya que los principales índices bursátiles a nivel global también mostraron un desempeño débil en las últimas jornadas de diciembre. En Estados Unidos, el índice S&P 500 retrocedió un 0,9%, mientras que el Nasdaq 100 perdió más del 1% empujado por caídas en el sector tecnológico.
En cuanto a los mercados emergentes, la tendencia negativa también fue generalizada, aunque más acentuada en Argentina, dada su vulnerabilidad económica. Brasil, por ejemplo, mostró una corrección moderada en su índice Bovespa, con un descenso marginal del 0,7%, mientras que en México, la Bolsa Mexicana de Valores logró cerrar prácticamente estable.
El dólar y su impacto en los activos argentinos
Otro factor que contribuyó a la baja en el mercado bursátil local fue el comportamiento del dólar en sus diferentes variantes. En las últimas ruedas de 2024, el dólar oficial mayorista operó con ligeras subas, pero la mayor presión se observó en los tipos de cambio financieros. El dólar MEP y el contado con liquidación (CCL) avanzaron por encima del 3% en el mes, lo que generó un ajuste a la baja en los activos argentinos nominados en pesos.
La disparada de los dólares libres, que ya supera los 900 pesos por unidad en algunos casos, es vista por analistas como un reflejo del temor ante la falta de estabilidad macroeconómica. “El salto en las cotizaciones financieras presiona cada vez más al Banco Central, que se encuentra en una posición debilitada en términos de reservas. Esto afecta negativamente al mercado local y desincentiva el ingreso de nuevas inversiones”, comentó Guido Lorenzo, director de la consultora LCG.
El balance del año: luces y sombras
A pesar del cierre en rojo, 2024 dejó un balance mixto para los inversores en activos argentinos. En el caso del S&P Merval, el índice mostró una suba nominal acumulada del 150% en el año, impulsada por el contexto de alta inflación que llevó a una recomposición en términos de pesos. Sin embargo, en dólares, el rendimiento fue mucho más limitado, lo que refleja el impacto que tuvo la devaluación constante en los precios de los activos.
En cuanto a los bonos, el balance es menos favorable. La deuda argentina sigue vendiéndose a precios de default en los mercados globales, con tasas de retorno (yield) que superan el 30% anual. Esto no solo limita la capacidad de refinanciamiento del Gobierno, sino que también deja pocas esperanzas de una recuperación sostenida en el corto plazo.
En definitiva, la última jornada del año cerró confirmando algunas de las debilidades estructurales que enfrentan los activos locales, mientras los inversores miran con cautela el panorama de 2025. La recuperación, según observadores del mercado, dependerá en gran medida de las decisiones que tome la nueva administración en materia económica y fiscal.
Fuente: ámbito.com