Las cajas negras del avión de Jeju Air que se estrelló en Corea del Sur han revelado fallos técnicos y errores humanos. El accidente dejó 179 muertos y solo dos sobrevivientes. La investigación destaca la presión operativa y las condiciones climáticas adversas como factores clave en esta tragedia sin precedentes.[Collection]
Cajas negras del avión de Corea del Sur revelan detalles clave
Detalles revelados tras el análisis de las cajas negras
Las autoridades surcoreanas han dado a conocer información clave obtenida de las cajas negras del avión de la aerolínea Jeju Air que se estrelló durante su aproximación final al aeropuerto de Muan, en Corea del Sur. El accidente, que ocurrió a finales de diciembre, dejó un saldo trágico de 179 muertos y solo dos sobrevivientes. Estos dispositivos, que registran los datos del vuelo y las conversaciones en la cabina, han permitido reconstruir minuto a minuto los últimos momentos antes del impacto.
El análisis reveló que el equipo de la aeronave enfrentó severos problemas técnicos desde poco antes de iniciar el descenso. La tripulación reportó inconsistencias en los indicadores de altitud y velocidad, lo que habría conducido a que el avión ingresara en una maniobra errónea que resultó fatal. “Hubo una desconexión evidente entre los datos de los instrumentos y las decisiones operativas”, afirmó Kim Seung-ho, jefe de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos de Corea (AAIB, por sus siglas en inglés).
Fallas técnicas y errores humanos en el foco de la investigación
Los registros de la grabadora de datos de vuelo (FDR) muestran que el avión sufrió un desbalance de velocidad entre los motores derecho e izquierdo. Este fallo técnico generó vibraciones intensas, que a su vez desorientaron al piloto y al primer oficial. Según los audios recopilados por la grabadora de voz de cabina (CVR), se escucharon múltiples alertas sonoras que indicaban pérdida aerodinámica en los momentos previos al accidente.
En una de las conversaciones más impactantes, el capitán exclamó: “¡Tenemos fallo en los controles!”. Esa fue la última frase registrada antes de que el avión perdiera completamente el control y descendiera bruscamente. La investigación preliminar apunta a que, además del fallo técnico, hubo una serie de malas decisiones en la gestión de la emergencia en cabina, incluyendo retrasos en la activación de los procedimientos de recuperación recomendados por el fabricante del avión.
Condiciones climáticas y respuesta de emergencia
El accidente ocurrió en medio de una densa niebla que complicó las maniobras de aterrizaje. A pesar de que la torre de control advirtió a la tripulación sobre las condiciones adversas, el avión continuó con la aproximación. Expertos sugieren que la presión por cumplir los horarios de vuelo pudo ser un factor determinante, ya que Jeju Air opera bajo un estricto modelo de transporte de bajo costo, donde los retrasos generan importantes penalizaciones financieras.
Los equipos de rescate que respondieron al siniestro describieron una escena devastadora. De los 181 ocupantes, incluidos pasajeros y tripulación, solo dos personas lograron sobrevivir con heridas graves. El lugar del impacto, una zona boscosa cerca de la pista de aterrizaje, hizo que las operaciones de rescate fueran extremadamente difíciles y prolongadas. “Fue una tragedia sin precedentes para el aeropuerto de Muan, dada la escala del desastre y la pérdida de vidas humanas”, señaló Choi Min-young, director de operaciones de emergencias locales.
Impacto en la industria y procesos regulatorios
Tras este accidente, el gobierno surcoreano ha ordenado inspecciones exhaustivas en toda la flota de Jeju Air y otras aerolíneas que operan bajo condiciones similares. La AAIB ha indicado que se tomarán medidas correctivas basadas en los informes finales del incidente, los cuales podrían incluir modificaciones en los protocolos de entrenamiento para pilotos y actualizaciones en los sistemas de advertencia de las aeronaves empleadas por la compañía.
La tragedia también ha puesto en el centro del debate las políticas de seguridad de las aerolíneas de bajo costo en Asia, que han experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años. “No podemos comprometer la seguridad operativa en favor de reducir costos o aumentar la competitividad”, declaró Park Ji-woo, especialista en aviación de la Universidad Nacional de Corea. Este caso plantea preguntas importantes sobre los límites entre eficiencia económica y seguridad aérea.
Las familias de las víctimas exigen respuestas
Mientras la investigación sigue en curso, los familiares de las víctimas han pedido justicia y mayor transparencia en el proceso. Muchos de ellos han expresado su preocupación por presuntas prácticas negligentes que pudieron haber contribuido al accidente. “Lo que ocurrió a bordo del avión no fue un simple error humano; fue el resultado de años de descuidos regulatorios y desinterés por la seguridad”, expresó Lee Sun-hee, quien perdió a su esposo en el siniestro.
Por su parte, Jeju Air emitió un comunicado en el que expresó su profundo pesar por la tragedia y se comprometió a colaborar plenamente con la investigación. Sin embargo, la aerolínea enfrenta una crisis de confianza, con múltiples cancelaciones de reservas y reclamos legales en curso por parte de los afectados.
La publicación del informe final, que probablemente incluirá recomendaciones para mejorar la seguridad operacional, se espera para mediados del próximo año. Mientras tanto, la tragedia sigue resonando como un sombrío recordatorio de los riesgos inherentes a la aviación y la importancia de priorizar la seguridad sobre cualquier otra consideración.
Fuente: Redacción Clarín