La Comisión Interamericana de Derechos Humanos investigará el asesinato de Berta Cáceres, activista ambiental hondureña, tras denuncias de omisiones estatales en la investigación. A pesar de condenas en 2019, persiste la incertidumbre sobre los autores intelectuales. Su caso resalta la violencia sistemática contra defensores del medio ambiente en Honduras.
La CIDH investigará la muerte de Berta Cáceres
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha anunciado la creación de un grupo para investigar el asesinato de Berta Cáceres, activista ambiental hondureña asesinada el 2 de marzo de 2016. La determinación de este organismo internacional surge a partir de denuncias sobre posibles omisiones estatales en el proceso judicial interno y en la identificación de los autores intelectuales del crimen.
Berta Cáceres era coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y lideraba la lucha contra el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, impulsado por la empresa Desarrollos Energéticos S.A. (DESA). Su asesinato generó una fuerte condena internacional y encendió el debate sobre la persecución a defensores del medio ambiente en la región.
El papel de la CIDH en la investigación
La CIDH ha decidido intervenir directamente ante la falta de esclarecimiento total del caso. Si bien en 2019 la justicia hondureña condenó a siete personas por su participación en el asesinato, incluyendo empleados de DESA y miembros de las fuerzas armadas, organizaciones de derechos humanos han denunciado que la autoría intelectual sigue sin ser plenamente esclarecida.
Leyla Bertha Cáceres, hija de la activista, ha manifestado reiteradamente que el crimen de su madre responde a una estructura de persecución sistemática contra líderes ambientales en Honduras. “El asesinato de mi madre no fue un hecho aislado, sino parte de un patrón de violencia contra quienes defienden el territorio”, expresó en diversas oportunidades.
La CIDH, al tomar el caso, apunta a determinar si la investigación nacional cumplió con estándares internacionales de debido proceso y si los responsables de planificar el crimen fueron juzgados adecuadamente. Este organismo ha intervenido en otros países de la región en situaciones similares, como en el caso de Ayotzinapa en México, donde su pericia técnica reveló nuevas aristas del crimen.
El contexto de violencia contra ambientalistas
El asesinato de Berta Cáceres se enmarca en un contexto de violencia contra activistas ambientales en América Latina, una de las regiones más peligrosas para la defensa de los recursos naturales. Según informes de Global Witness, Honduras es uno de los países más afectados por esta problemática, con decenas de ambientalistas asesinados en los últimos años.
La impunidad en estos crímenes ha sido una constante denunciada por organismos internacionales. En muchos casos, los defensores de la tierra enfrentan amenazas y ataques sin que exista una protección efectiva por parte del Estado. Organizaciones como Amnistía Internacional han advertido que la criminalización y judicialización de líderes ambientales buscan desarticular la resistencia a megaproyectos.
El caso de Berta Cáceres puso en evidencia la relación entre empresas privadas, fuerzas de seguridad y el sistema judicial en Honduras. La investigación periodística realizada por medios internacionales reveló que miembros de la inteligencia militar habrían estado involucrados en la planificación del atentado contra la activista.
¿Podrá la intervención de la CIDH arrojar luz sobre los responsables intelectuales del crimen? ¿Logrará esta instancia fortalecer la protección de activistas en la región? La expectativa sobre el desarrollo de esta investigación se mantiene alta, mientras sus familiares y compañeros continúan exigiendo verdad y justicia.