Más de 100 líneas de colectivos en Buenos Aires realizarán un paro este jueves debido a la falta de pago de subsidios por 39.000 millones de pesos, generando una crisis financiera en las empresas. La situación afecta a miles de usuarios y ha estancado las negociaciones con el gobierno provincial.
Corte de más de 100 líneas de colectivos en Buenos Aires por subsidios impagos
Reclamo por la falta de pago de subsidios provinciales
Más de 100 líneas de colectivos que operan en la provincia de Buenos Aires y en el Área Metropolitana llevarán adelante un paro general este jueves. La medida de fuerza, que afectará a una gran cantidad de usuarios, fue decidida por las cámaras empresariales del sector en respuesta a la falta de pago de los subsidios por parte de la gobernación bonaerense, que ascienden a 39.000 millones de pesos.
De acuerdo con un comunicado emitido por las empresas, el retraso en los desembolsos de los fondos correspondientes al sostenimiento del transporte público provocó una crisis financiera insostenible para las compañías. “No podemos seguir absorbiendo los costos operativos sin los recursos que el Gobierno se comprometió a transferir”, señalaron voceros de la Cámara del Transporte de la provincia. Las empresas además aseguraron que, de no resolverse esta situación, se verán obligadas a analizar medidas adicionales de protesta.
El impacto en los usuarios y las negociaciones truncas
La interrupción del servicio afectará a miles de personas que diariamente utilizan el colectivo como su principal medio de transporte. Entre las líneas involucradas en la huelga se encuentran muchas de las principales rutas que conectan diferentes localidades bonaerenses con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Según trascendió, representantes del sector mantuvieron varias reuniones con funcionarios de la gobernación, pero no lograron alcanzar un acuerdo definitivo. Las negociaciones parece que se estancaron debido a la magnitud de la deuda y la falta de una fecha concreta para el giro de los fondos. “Hemos agotado todas las instancias de diálogo. Esta medida es nuestra última alternativa para visibilizar la situación”, comentó un empresario que prefirió mantenerse en el anonimato.
El contexto económico y financiero
La crisis de los subsidios al transporte público no solo afecta a Buenos Aires, sino que forma parte de un escenario nacional más amplio. Las empresas argumentan que los incrementos constantes en los costos de operación, incluyendo combustibles, salarios y mantenimiento de flota, complican aún más la situación.
En este sentido, las cámaras del sector también señalaron que la demora en los pagos podría estar ligada a limitaciones presupuestarias por parte del gobierno provincial. Sin embargo, según especialistas, se trata de un problema recurrente en el sistema de transporte, exacerbado en años recientes por la inflación y un modelo de financiación que depende en gran medida de los subsidios estatales.
Postura del gobierno bonaerense
Ante las acusaciones de las empresas, desde la gobernación de Axel Kicillof no hubo declaraciones oficiales inmediatas. Sin embargo, fuentes cercanas al Ministerio de Transporte provincial indicaron que están trabajando en un plan para regularizar la situación. “Estamos gestionando las partidas presupuestarias necesarias para cumplir con los compromisos asumidos”, señalaron desde la cartera.
A pesar de estas promesas, las empresas demandan acciones concretas y rápidas. Consideran que cualquier propuesta que no contemple el pago inmediato de las deudas acumuladas no será suficiente para garantizar la continuidad del servicio.
Preocupación creciente entre los gremios
Los representantes sindicales de los trabajadores del transporte también comenzaron a manifestar su preocupación respecto al paro. Si bien se solidarizan con los reclamos empresariales, han expresado su malestar ante la posibilidad de que esta crisis se traduzca en atrasos salariales, despidos o suspensiones.
El gremio Unión Tranviarios Automotor (UTA) advirtió que, de no solucionarse el conflicto, podrían unirse a las medidas de fuerza a corto plazo. “Esta situación repercute directamente sobre nuestros afiliados y sus familias. Exigimos una respuesta urgente”, señaló un dirigente del sindicato.
Perspectivas de resolución
Por el momento, la posibilidad de levantar el paro parece lejana, ya que las empresas mantienen firme su postura de no operar sin los fondos necesarios. Mientras tanto, sectores políticos y sociales temen que este cese de actividades sea el inicio de un conflicto mayor en el sistema de transporte público, que ya enfrenta múltiples desafíos.
El panorama para los usuarios parece igualmente incierto. Quienes dependen del colectivo como su medio de transporte habitual deberán planificar alternativas para moverse el jueves, mientras los actores implicados intentan destrabar el conflicto.
Fuente de la información: Eduardo Menegazzi