Edesur y Edenor han realizado cortes preventivos en el AMBA debido a fallas eléctricas, buscando evitar incendios ante la alta demanda energética provocada por las temperaturas extremas. La falta de inversión en infraestructura agrava la situación, lo que ha generado malestar entre usuarios y comerciantes por la falta de comunicación.
Cortes preventivos de Edesur y Edenor por fallas eléctricas
En los últimos días, Edesur y Edenor han implementado cortes preventivos en varias localidades del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La medida, según indicaron fuentes del sector a LPO, tiene como objetivo evitar incendios y daños mayores en las líneas de alta tensión y estaciones transformadoras sobrecargadas. Estas acciones surgieron como respuesta al incremento de la demanda energética, potenciada por las altas temperaturas que afectan a la región.
Decisión estratégica para evitar tragedias
“Es mejor apagar usuarios y que se enfríen las transformadoras a lamentar la tragedia de un nuevo incendio en las líneas”, comentó una fuente del sector eléctrico en diálogo con La Política Online (LPO). En este contexto, Edesur y Edenor han optado por interrumpir el suministro como medida de precaución, priorizando la integridad del sistema eléctrico. La decisión busca evitar un escenario de emergencia mayor que pueda repercutir en cortes extendidos o accidentes graves.
En los últimos días, la combinación de sobrecarga en las líneas y falta de inversión en el mantenimiento de infraestructura eléctrica ha puesto al sistema en una situación crítica. Las distribuidoras vienen enfrentando un nivel de presión técnica que, según expertos, podría resultar en fallas catastróficas si no se toman medidas inmediatas.
Industria colaborativa: compensaciones a fábricas
Ante este panorama, el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Tettamanti, evalúa implementar mecanismos de compensación económica para aquellas fábricas y grandes usuarios que acepten reducir su consumo energético de manera temporal. Esta estrategia permitiría aliviar el estrés en las líneas de alimentación principal durante los momentos de mayor demanda.
El plan, aún en evaluación, consistiría en establecer un sistema de incentivos monetarios para que la industria priorice el uso eficiente de la energía y reduzca sus necesidades eléctricas en horarios pico. Buscando una solución conjunta, esta estrategia resalta la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para enfrentar la crisis.
Las zonas más afectadas y el impacto sobre los usuarios
Las localidades más golpeadas por los cortes preventivos incluyeron Avellaneda, Lanús, Quilmes y parte del conurbano oeste y norte. Estas áreas registraron interrupciones del suministro que, aunque planificadas y temporales, dejaron a miles de usuarios residenciales y comerciales sin luz en momentos de temperaturas extremas.
Vecinos y comerciantes manifestaron su malestar ante los imprevistos, especialmente por la falta de comunicación previa, lo que complicó la planificación de actividades cotidianas y afectó la conservación de alimentos y productos sensibles. Este reclamo ejerce presión adicional sobre las distribuidoras, cuestionadas históricamente por problemas de atención al cliente en situaciones de emergencia.
Los desafíos técnicos del sistema eléctrico
Especialistas han resaltado que la infraestructura del sistema eléctrico argentino enfrenta serios desafíos vinculados a su antigüedad y falta de inversión en renovación. Muchas estaciones transformadoras y líneas de transmisión están al límite de su capacidad, y su mantenimiento no ha sido proporcional al crecimiento de la demanda.
Uno de los problemas clave radica en las líneas de alta tensión: ante el aumento de la demanda, estas líneas se sobrecalientan con rapidez, agravando el riesgo de incendios y cortes masivos. Los cortes preventivos, aunque polémicos, son una medida imprescindible para evitar daños irreparables y garantizar la estabilidad del sistema en el mediano plazo.
Edesur y Edenor bajo la lupa
Ambas empresas, Edesur y Edenor, concentran la distribución de electricidad en el AMBA y han sido objeto de críticas recurrentes por parte de la ciudadanía y funcionarios gubernamentales debido a los repetidos cortes y problemas en la prestación del servicio. Representantes de ambas compañías han justificado las interrupciones preventivas como una medida necesaria, destacando que actúan bajo protocolos diseñados para proteger el sistema y la seguridad de los usuarios.
“Estas decisiones no son fáciles, pero son necesarias para evitar un daño mayor. Estamos priorizando la estabilidad del sistema frente al crecimiento exponencial de la demanda”, expresó un vocero de una de las empresas en declaraciones recientes.
El impacto del cambio climático y las olas de calor
El clima extremo se consolida como un factor inesperado que agrava la crisis energética en el país. Las olas de calor, que se han intensificado en los últimos años debido al cambio climático, generan un aumento significativo en el consumo, principalmente por el uso masivo de aires acondicionados y equipos de refrigeración.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las temperaturas en el AMBA alcanzaron picos históricos la última semana, poniendo al límite no solo al sistema eléctrico, sino también la capacidad de respuesta de las empresas distribuidoras. Esto deja en evidencia la necesidad urgente de modernizar la infraestructura energética y desarrollar políticas más robustas para enfrentar las consecuencias del cambio climático.
Una salida a largo plazo
La crisis eléctrica actual evidencia la fragilidad de un sistema que necesita cambios estructurales profundos. Aunque las medidas preventivas y las eventuales compensaciones a la industria buscan mitigar el impacto inmediato, expertos coinciden en que es clave implementar una hoja de ruta clara que priorice nuevas inversiones y soluciones innovadoras.
Finalmente, la situación plantea preguntas fundamentales sobre la sostenibilidad de la infraestructura actual, la relación del país con la energía renovable y el rol de los consumidores en un sistema que enfrenta crecientes desafíos. Mientras tanto, los usuarios esperan que las soluciones de emergencia alivien el problema sin comprometer su calidad de vida.
Fuente: Luciana Glezer
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