El gobierno nacional ha desvinculado su responsabilidad de la crisis en Misiones, atribuyendo los conflictos a la gestión provincial. Manuel Adorni destacó la autonomía financiera de las provincias ante la crisis salarial y de tensión social. La respuesta del gobernador no ha logrado calmar las protestas en curso.
El gobierno se despega de la crisis en Misiones
Tras los incidentes ocurridos en Misiones, la Casa Rosada tomó distancia y atribuyó la crisis a la gestión provincial. La portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, negó que la administración de Javier Milei tenga responsabilidad en los hechos y aseguró que el conflicto responde a decisiones económicas internas de la provincia.
El viernes, policías de Misiones iniciaron una protesta salarial que derivó en enfrentamientos y un clima de tensión en Posadas. La movilización se llevó a cabo frente a la Jefatura de Policía, donde efectivos reclamaban mejoras salariales y mejores condiciones laborales. La protesta escaló con enfrentamientos que derivaron en heridos y un clima de incertidumbre en el distrito.
Ante la creciente presión, el gobernador Hugo Passalacqua anunció aumentos salariales para los trabajadores estatales, incluyendo fuerzas de seguridad y docentes. Sin embargo, las medidas no lograron calmar la situación de inmediato, y el conflicto continuó con movilizaciones y negociaciones entre sindicatos y las autoridades provinciales.
El rol del gobierno nacional y su postura
El vocero presidencial, Manuel Adorni, sostuvo que “el conflicto es de índole provincial” y aseguró que no corresponde al Gobierno nacional la intervención en la crisis. Resaltó además que la administración de Milei viene reduciendo los envíos discrecionales de fondos a las provincias y que cada distrito debe manejar su propia administración financiera.
Funcionarios del Ejecutivo argumentaron que una política de ajuste y reducción del gasto implica que los gobernadores deban gestionar con mayor autonomía sus presupuestos. En este sentido, la Casa Rosada evitó involucrarse directamente en el conflicto, manteniendo una postura que refuerza su estrategia de descentralización fiscal.
Por su parte, dirigentes de la oposición y gremios criticaron al Gobierno nacional por no hacerse eco del reclamo y sugirieron que el ajuste promovido por el Ejecutivo impacta en la realidad de las provincias, generando tensiones con los empleados públicos.
Tensiones y expectativas en la provincia
El conflicto en Misiones ocurre en un contexto de creciente malestar social debido a la inflación y la pérdida del poder adquisitivo en los salarios estatales. En los últimos meses, distintas provincias han manifestado reclamos por aumentos, aunque pocas protestas alcanzaron la magnitud que se vivió en Posadas.
La continuidad de la protesta dependerá de cómo evolucione el diálogo entre los manifestantes y el Gobierno provincial, que busca descomprimir la crisis con medidas económicas. Al mismo tiempo, persisten dudas sobre si otras provincias enfrentarán situaciones similares mientras el Gobierno nacional mantiene su política de ajuste.
La postura de la Casa Rosada refuerza la premisa de que cada jurisdicción debe resolver sus conflictos sin intervención del Ejecutivo central. Sin embargo, el impacto del recorte en las transferencias de fondos sigue generando preocupación en otras administraciones provinciales.