Javier Milei, presidente electo de Argentina, ha solicitado retirar la custodia judicial a Fabiola Yañez, esposa del expresidente Fernández. Argumenta que los recursos deben destinarse a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Esto ha generado un debate sobre seguridad y privilegios de exfuncionarios que podría tener repercusiones futuras.[Collection]
Fabiola Yañez: Milei busca quitarle la custodia judicialmente
El clima político en la Argentina se encuentra nuevamente en el centro de la atención, esta vez con un debate que involucra directamente al presidente electo, Javier Milei, y a Fabiola Yañez, pareja del actual mandatario saliente, Alberto Fernández. En un movimiento inesperado, Milei ha solicitado a través de los canales judiciales correspondientes que se evalúe retirar la custodia oficial asignada a Yañez, argumentando que los recursos destinados a este tipo de protección deberían emplearse en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
“Los impuestos de los ciudadanos son para mejorar la vida de la población. No para privilegios de quienes no llevaron con austeridad la investidura”, expresó el presidente electo durante una de sus habituales declaraciones ante la prensa. Estas palabras han avivado el debate sobre la seguridad de exfuncionarios y sus familiares, un tema que históricamente ha generado polémicas en el país.
El pedido de Milei y el rol de la Justicia
Javier Milei formalizó su pedido para que se eleve un informe judicial que evalúe las razones detrás de la custodia otorgada a Fabiola Yañez. Actualmente, estas medidas de seguridad están justificadas en protocolos oficiales que otorgan protección a los presidentes y sus familias debido a posibles riesgos derivados de su exposición pública durante la gestión. Sin embargo, Milei cuestiona la necesidad de mantener esta asignación una vez que Fernández y Yañez dejen la Casa Rosada tras el cambio de gobierno el próximo 10 de diciembre de 2023.
En su planteo, el líder de La Libertad Avanza destacó la necesidad de revisar los criterios que determinan la implementación de estos privilegios. “El dinero de los contribuyentes debe redirigirse a prioridades reales de la población”, enfatizó Milei, reforzando una de sus principales consignas de austeridad. Cabe recordar que esta no es la primera vez que Milei cuestiona lo que él denomina como “gastos injustificados” derivados de la administración del Estado.
El trasfondo del reclamo: austeridad y gastos públicos
La postura de Milei refleja su plan económico y político, centrado en reducir el aparato estatal y decretar un uso más eficiente de los fondos públicos. En sus discursos, el presidente electo ha criticado con dureza los privilegios históricos otorgados a funcionarios y figuras públicas tras dejar el poder. Este caso, considera, es emblemático de lo que viene denunciando desde su campaña electoral.
Por su parte, los allegados al oficialismo critican el planteo, argumentando que la seguridad de las familias de los presidentes salientes es una cuestión de Estado que no debería politizarse. Hasta el momento, desde los despachos de Alberto Fernández no ha habido una declaración oficial respecto al asunto, pero fuentes cercanas aseguraron que el protocolo de seguridad establecido es legal y responde a procedimientos ya estipulados.
Presión política y repercusiones públicas
El pedido de Javier Milei fue recibido con reacciones divididas entre la clase política y la sociedad. Mientras algunos respaldan la iniciativa como un paso hacia la reducción de los privilegios políticos y la optimización de recursos, otros advierten que este enfoque podría desvirtuar la importancia de la seguridad de quienes estuvieron en el poder.
En paralelo, ciudadanos y analistas han planteado interrogantes en redes sociales y medios de comunicación sobre los posibles riesgos a los que pueda estar expuesta Fabiola Yañez si se decide avanzar con la revocación de su seguridad. Esto, especialmente, considerando los recientes episodios de violencia política que ha enfrentado el país.
Debates futuros en torno a privilegios y austeridad
La solicitud de Milei podría sentar un precedente en la revisión de las medidas de seguridad para las familias de expresidentes. Tanto opositores como aliados del presidente electo coinciden en que este tipo de discusiones intensificarán los debates en torno a los privilegios que suelen acompañar a quienes se desempeñaron en funciones públicas, abriendo la puerta a una potencial revisión normativa en el futuro.
En este contexto, uno de los puntos centrales será determinar si la percepción pública respalda la idea de continuidad de dichas protecciones o si, como propone Milei, es hora de replantear su vigencia para priorizar otras áreas de gasto. De cualquier forma, el impacto simbólico y político del caso ya está marcando la agenda de los meses venideros.
Fuente: Gabriel Irungarayy