Farmacéuticos en Argentina destacan las ventajas de la receta electrónica, como mayor seguridad y control, pero critican su implementación sin consulta profesional previa. Según Ricardo Pesenti, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina, el cambio enfrenta desafíos prácticos, como infraestructura y capacitación, generando incertidumbre en un contexto ya complicado por la crisis económica y sanitaria.[Collection]
Farmacéuticos alertan sobre ineficacia de nuevas medidas de salud
Preocupación ante la receta electrónica en Argentina
Ricardo Pesenti, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina, expresó su opinión respecto a la implementación de la receta electrónica en todo el país durante una entrevista en el programa “La Mañana de CNN” con Nacho Girón. Aunque destacó las ventajas tecnológicas del nuevo sistema, no dejó de señalar las deficiencias en la manera en que fue implementado, subrayando que este cambio no contó con la consulta previa necesaria entre médicos y farmacéuticos.
“Estamos de acuerdo con la tecnología empleada, que da más seguridad para el paciente. El sistema electrónico permite más control, pero tal vez la manera no es la mejor. No se consultó a los médicos y a los farmacéuticos”, señaló Pesenti, generando un debate sobre la efectividad y la adhesión de esta medida dentro de los gremios involucrados en la salud pública.
Un sistema con ventajas, pero débil en vinculación profesional
El presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina resaltó que el uso de la receta electrónica tiene beneficios importantes, como mayor seguridad en la prescripción médica y un control más eficiente sobre los medicamentos entregados. Sin embargo, criticó que el modo en el que se decidió su implementación no contempló aspectos prácticos ni consultó las opiniones de los expertos directamente involucrados en el sistema de salud.
“Son medidas que se dan de escritorio, pero deberían pensarse de una mejor manera”, afirmó Pesenti al referirse a las disposiciones gubernamentales que regularon el uso obligatorio de las recetas electrónicas sin incluir debates abiertos ni espacios de consulta con profesionales médicos y farmacéuticos. Esta falta de diálogo previo, advirtió, podría dificultar la aceptación de la medida entre los sectores más tradicionalistas.
Impacto en el trabajo diario de profesionales de la salud
Con la implementación de este sistema digital, los farmacéuticos y médicos enfrentan nuevos desafíos en su trabajo diario. Algunas farmacias y consultorios en zonas menos urbanizadas han reportado dificultades técnicas y problemas de conectividad que complican la adaptación al cambio. A esto se suma la necesidad de capacitación adicional para algunos profesionales, lo que incrementa la presión en un sector ya desgastado por la pandemia y las problemáticas económicas del país.
“No es solamente un cambio tecnológico. Esto requiere adecuaciones de infraestructura y tiempo de capacitación. Para muchos trabajadores de la salud, esto representa una complicación en vez de una solución”, expresó Pesenti. Además, puntualizó que la uniformidad en la transición hacia lo digital no fue tenida en cuenta, dejando atrás a pequeñas farmacias o centros médicos que no cuentan con los recursos suficientes para actualizarse rápidamente.
Reclamo de un enfoque más participativo
El líder farmacéutico insistió en que es fundamental trabajar en conjunto con los diferentes actores del sector salud antes de implementar medidas trascendentales como esta. Para Pesenti, las decisiones “desde los escritorios” no siempre reflejan las dinámicas reales que se experimentan en el terreno, lo que puede generar desconexión e incluso rechazo dentro del sistema.
“Hace falta un enfoque más participativo, que permita al colectivo médico y farmacéutico formar parte de la planificación de estos cambios”, reiteró Pesenti, marcando la necesidad de un diálogo constante entre el gobierno, las organizaciones del sector y los trabajadores de la salud.
Garantías insuficientes en un contexto sanitario desafiante
El lanzamiento de la receta electrónica busca modernizar el sistema de salud argentino, facilitando la trazabilidad de los tratamientos y reduciendo errores humanos en las prescripciones. Sin embargo, para muchos, la rapidez con la que se implementó esta medida resulta problemática, especialmente en un contexto sanitario atravesado por la post-pandemia y la crisis económica.
Pese a sus múltiples beneficios, la falta de estrategias preparatorias genera incertidumbre entre los profesionales, quienes deben incorporar este cambio en un escenario ya de por sí complejo. Pesenti dejó en evidencia que, aunque las intenciones sean buenas, deben cuidarse las formas en las que se ejecutan las políticas relacionadas con la salud pública del país.
Fuente de la información: Nacho Girón