El Gobierno argentino busca suspender las PASO, argumentando ahorro presupuestario y menores conflictos internos en un año electoral. Sin embargo, la propuesta enfrenta resistencia legislativa y críticas de la oposición, que la considera perjudicial para la democracia. Los gobernadores están divididos sobre sus posibles repercusiones políticas.
El oficialismo impulsa un debate urgente sobre las PASO
El Gobierno argentino ha redoblado esfuerzos en su intento de suspender las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) a nivel nacional. En los últimos días, la Casa Rosada ha intensificado las negociaciones con legisladores y gobernadores afines para avanzar en esta cuestión, incluso frente a la resistencia de algunos sectores clave y la incertidumbre política que genera la medida.
El principal argumento esgrimido por el oficialismo en esta etapa se centra en el ahorro presupuestario y la necesidad de evitar conflictos internos dentro de la coalición en un año electoral. Sin embargo, esta iniciativa continúa encontrándose con trabas, tanto dentro del ámbito legislativo como en la opinión pública. Según fuentes cercanas al Ejecutivo, a pesar de los esfuerzos desplegados, aún no se han alcanzado los consensos necesarios para asegurar un tratamiento favorable en el Congreso.
Un escenario polarizado en el Congreso
La posibilidad de suspender las PASO ha generado un intenso debate en el Congreso Nacional. Diputados y senadores de la oposición, principalmente desde Juntos por el Cambio, cuestionaron duramente la propuesta, calificándola como oportunista y perjudicial para el sistema democrático. Asimismo, varios legisladores señalaron que alterar las reglas electorales en un año electoral podría sentar un precedente conflictivo y erosionar la confianza en el proceso democrático.
En este contexto, el Frente de Todos enfrenta divisiones internas que dificultan aún más la aprobación de la iniciativa. Algunos legisladores oficialistas consideran que la eliminación de las PASO no debería impulsarse sin un diálogo profundo y con un consenso amplio, mientras que otros argumentan que se trata de una herramienta política eficaz para evitar disputas internas costosas entre precandidatos en las próximas elecciones.
El respaldo y las dudas de los gobernadores
Un sector clave en este debate recae en los gobernadores, quienes han jugado un rol central en la discusión. Según trascendió, algunos mandatarios provinciales apoyan la suspensión de las PASO como una vía para concentrar recursos y minimizar tensiones. Otros, sin embargo, expresaron su preocupación por las repercusiones políticas que podría tener la medida, tanto en términos de respuesta ciudadana como para los propios partidos políticos en sus territorios.
El sector de los gobernadores que apoya la propuesta ha señalado que, en contextos de crisis económica, como el que atraviesa Argentina, los recursos que se destinan a la logística electoral podrían ser redirigidos a otras áreas críticas. No obstante, críticos de esta postura cuestionan si el ahorro fiscal justifica el impacto político y social que supone eliminar una instancia clave del proceso electoral argentino.
El argumento del ahorro económico
Dentro del esquema argumental del oficialismo, el ahorro económico continúa siendo una de las banderas más destacadas. De acuerdo con funcionarios cercanos al presidente Alberto Fernández, las PASO representan una significativa inversión estatal, y su eliminación podría liberar millones de pesos en un período de estrictas restricciones presupuestarias.
Sin embargo, este fundamento ha sido puesto en entredicho por organizaciones de la sociedad civil y analistas electorales, que sostienen que las PASO cumplen un rol trascendental en la definición de candidaturas y en la democratización de los partidos políticos. En este sentido, afirman que el costo financiero no debería anteponerse al valor institucional de esta herramienta electoral.
Impactos en la estrategia electoral
La eventual eliminación de las PASO modificaría sustancialmente la dinámica política de las elecciones 2023. Mientras algunos analistas consideran que esta medida podría beneficiar al oficialismo al reducir los riesgos de divisiones internas, otros creen que las consecuencias podrían ser incluso adversas, al eliminar una instancia de mayor visibilidad para los precandidatos y sus proyectos políticos.
Por su parte, la oposición también se enfrenta a incógnitas sobre cómo quedaría estructurado el escenario electoral en caso de que el proyecto prospere. Sin una etapa previa de elecciones primarias, los frentes políticos se verían forzados a ajustar los mecanismos internos de selección de candidatos para garantizar una propuesta unificada de cara a las elecciones generales.
¿Qué dice la Constitución?
Los expertos en derecho constitucional han subrayado que cambiar el calendario electoral de manera imprevista podría generar tensiones legales y cuestionamientos judiciales. Aunque la Constitución Nacional no obliga específicamente a realizar elecciones primarias, la Ley N° 26.571 regula el sistema de PASO e integra esta herramienta como parte del proceso electoral argentino.
Desde este enfoque, algunos consideran que modificar esta norma a pocos meses de la fecha original de las PASO podría afectar la transparencia percibida del sistema electoral. Es por ello que instituciones defensoras de los derechos ciudadanos y varias ONGs han exigido mayor claridad y apertura del debate público sobre el tema.
Los próximos pasos en una discusión incierta
La estrategia oficialista para avanzar con la suspensión de las PASO incluye la convocatoria de mesas de diálogo y encuentros con los principales actores legislativos y provinciales. No obstante, fuentes cercanas al Congreso confirmaron que el tiempo juega en contra del Gobierno, ya que cualquier reforma requiere un tratamiento legislativo que respete los plazos institucionales previstos para las elecciones 2023.
En este punto, cabe preguntarse si logrará el oficialismo llegar a un consenso suficiente antes de que venza el plazo para modificar el cronograma electoral. Además, ¿qué impacto tendrá esta discusión en los ya complejos escenarios políticos y sociales que enfrenta el país? La respuesta, por ahora, permanece abierta y dependerá del desarrollo de las próximas semanas en el ámbito político argentino.