El Gobierno nacional busca desprenderse de YCRT, la empresa estatal de carbón en Santa Cruz, debido a su déficit persistente. Con 2.000 empleados, se evalúan alternativas para su traspaso a la provincia, cuyo gobernador, Claudio Vidal, rechaza el cierre, priorizando la continuidad laboral y la economía local en medio de restricciones financieras.
Un futuro incierto para YCRT
El Gobierno nacional avanza en su intención de desprenderse de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), la empresa estatal que opera la mina de carbón en Santa Cruz y que acumula un persistente déficit. La compañía, que emplea a cerca de 2.000 personas, se encuentra en el centro de un debate sobre su viabilidad económica y un eventual traspaso a las provincias.
Fuentes oficiales confirmaron que la Casa Rosada está analizando distintas alternativas para reducir el impacto financiero que genera la minera. Uno de los caminos que se exploran es la cesión de la compañía a la provincia de Santa Cruz, aunque el gobernador Claudio Vidal rechaza la posibilidad de un cierre definitivo.
El mandatario provincial expresó en reiteradas oportunidades su preocupación por el futuro de los trabajadores y el impacto en la economía local. “No podemos permitir que se caiga una fuente de empleo tan importante para nuestra provincia”, manifestó recientemente.
El déficit de la empresa y los planes oficiales
YCRT enfrenta desde hace años un profundo déficit financiero. A pesar de sucesivos intentos por mejorar su rentabilidad, la empresa continúa dependiendo de aportes estatales para sostener sus operaciones. El desafío principal es la reactivación y modernización del complejo carbonífero, pero los recursos disponibles limitan las iniciativas.
El Ministerio de Economía evalúa reducir o directamente cortar fondos destinados a la empresa, lo que podría precipitar su salida de la órbita nacional. Mientras tanto, el Ejecutivo analiza alternativas, como buscar inversores privados que puedan hacerse cargo de la explotación.
Fuentes cercanas a la administración nacional advierten que la decisión final aún no está tomada, pero que la voluntad del Gobierno es clara: deshacerse de activos deficitarios para reducir el gasto público.
Posibles soluciones y la postura provincial
Entre las opciones que surgen, se encuentra la posibilidad de un convenio intergubernamental que permita la transferencia de la compañía a la administración provincial. No obstante, el gobierno santacruceño no cuenta con los recursos económicos necesarios para sostener la mina sin asistencia nacional.
Funcionarios de Santa Cruz han mantenido reuniones con referentes del Ejecutivo en busca de una salida que garantice la continuidad de los puestos laborales sin comprometer aún más las finanzas provinciales. El gobernador Vidal dejó en claro que su prioridad es mantener los empleos y evitar un impacto negativo en la economía regional.
En paralelo, la Casa Rosada también mantiene conversaciones por la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), otra de las empresas estatales en revisión. Aunque las decisiones aún están en etapa de evaluación, los próximos meses serán clave para definir el destino de ambas compañías.