El recorte del presupuesto para ciencia y tecnología en Argentina, previsto para alcanzar solo el 0,26% del PBI en 2025, ha generado alarma entre científicos, quienes advierten que comprometerá el desarrollo a largo plazo. La fuga de talentos y la reducción de subsidios amenazan la investigación y la innovación en el país.“`html
Gobierno reduce presupuesto: científicos alertan sobre consecuencias
En un contexto de tensiones económicas y políticas, la reciente decisión del gobierno de reducir el presupuesto para ciencia y tecnología ha generado un profundo malestar en la comunidad científica, que califica el recorte como “inadmisible” y advierte sobre el impacto devastador que tendrá en el sistema. Esta medida, descrita por algunos especialistas como “un ataque directo” al desarrollo del sector, desató críticas en diversos ámbitos y encendió alarmas sobre el futuro del país en áreas clave como innovación y educación.
Un panorama sin precedentes
De acuerdo con especialistas, el ajuste aplicado al sector no tiene comparación con gestiones previas, tanto por su magnitud como por los sectores afectados. El recorte representa una disminución significativa en el financiamiento destinado a investigaciones científicas, becas, proyectos tecnológicos y centros de estudio. Según fuentes oficiales, el presupuesto para Ciencia y Tecnología apenas alcanzará el 0,26% del PBI en 2025, una cifra considerablemente inferior a los compromisos asumidos en administraciones anteriores.
Leandro Teysseire, investigador del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), expresó que esta decisión “no solo pone en riesgo el presente, sino también el futuro de la ciencia argentina”. Según explicó, la escasa inversión dificulta tanto la formación de nuevos científicos como la retención del talento en el país, promoviendo la ya creciente fuga de cerebros hacia el exterior.
“Desfinanciar todo el sistema”: una advertencia que no se puede ignorar
Organizaciones del sector, como el Sindicato de Trabajadores del CONICET y la Red de Investigadores Latinoamericanos, han alertado sobre las intenciones detrás de este ajuste presupuestario. En un comunicado conjunto se afirmó: “El gobierno busca desfinanciar todo el sistema de ciencia y tecnología, golpeando directamente las herramientas necesarias para el desarrollo soberano del país”.
En paralelo, académicos de distintas universidades señalaron que los recortes también tendrán un impacto en áreas estratégicas como salud, desarrollo industrial, innovación agrícola y cambio climático. “Estamos hablando de políticas que no afectan solo este año o el que viene; lo que se está haciendo comprometerá los próximos 10 o 15 años en términos de avance tecnológico e independencia científica”, aseguró Mariana Manzur, docente de la Universidad de Buenos Aires.
Crisis de financiamiento y fuga de talento
La reducción presupuestaria, sumada a la escasez de recursos y los bajos salarios, plantea un escenario sombrío para investigadores y científicos. En este contexto, la fuga de talentos hacia países que ofrecen mejores condiciones laborales se está convirtiendo en una tendencia cada vez más preocupante. En 2022 y 2023, el país perdió a más de 500 investigadores que decidieron buscar oportunidades en Europa, Estados Unidos y otras regiones.
“Es algo insostenible. Los jóvenes que se inician en el campo de la investigación no ven perspectivas de futuro, mientras que aquellos con mayor experiencia sienten que su trabajo no es valorado ni respaldado económicamente”, explicó Silvia Lemos, miembro de la Sociedad Argentina de Ingenieros.
Los números rojos del área anticipan un 2025 crítico
Algunos análisis proyectan que el año 2025 será el peor en cuanto a financiamiento de la Ciencia y Tecnología, según indicadores ya disponibles. El presupuesto autorizado para el próximo año muestra una caída real del 40% respecto al 2023, considerando además los efectos de la inflación acumulada.
“No solo se está reduciendo el aporte estatal, sino que además se están recortando subsidios esenciales para la continuidad de proyectos ya en marcha. Eso significa cancelar investigaciones avanzadas y perder años de trabajo. Es algo catastrófico”, comentó Gonzalo Villar, economista especializado en políticas públicas.
Un ejemplo ilustrativo de esta situación es la decisión de frenar varios proyectos clave del Instituto Balseiro, considerado uno de los pilares para el desarrollo tecnológico en la región. Además, se prevé un recorte del 35% en las becas de posgrado financiadas por organismos nacionales, dejando a cientos de estudiantes sin recursos para continuar con sus investigaciones.
El desafío para la ciencia argentina
La comunidad científica exige revertir esta situación y apuesta a generar una mesa de diálogo que permita repensar las prioridades del presupuesto público. Consideran que el fortalecimiento del sistema científico y tecnológico no es un gasto, sino una inversión crucial para el crecimiento económico, la reducción de desigualdades y la solución de problemas sociales complejos.
“Es alarmante que en plena era del conocimiento y la inteligencia artificial se dejen de lado sectores tan estratégicos como este. Sin ciencia no hay futuro, y sin futuro no hay país”, afirmó Teysseire.
Fuente: Pablo Esteban. Más información en Página/12.
“`