El Gobierno de Buenos Aires reemplazó al jefe de la Policía tras la tercera fuga de detenidos en 2025. Las comisarías, sobrepobladas, se han convertido en focos de riesgo. Se planean reformas en la gestión y eficacia operativa para evitar futuros incidentes y mejorar la coordinación con el Servicio Penitenciario.
Reemplazo en la Policía de la Ciudad tras nueva fuga de presos
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió reemplazar al jefe de la Policía de la Ciudad, Horacio Giménez, luego de que se registrara la tercera fuga de detenidos en comisarías porteñas en lo que va de 2025. Como resultado de estos episodios, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, tomó la decisión de realizar cambios en la conducción de la fuerza, en un intento por reforzar la seguridad en las dependencias policiales y evitar futuros incidentes.
En los últimos meses, la problemática de hacinamiento en las comisarías ha sido señalada como una de las principales causas de estos escapes. La cantidad de detenidos en estas instalaciones ha superado su capacidad debido a la falta de cupo en el Servicio Penitenciario, lo que ha llevado a un estado de alerta dentro de las fuerzas de seguridad porteñas. Ante esta situación, el Ejecutivo porteño resolvió realizar modificaciones estructurales y nombrar nuevas autoridades al frente de la policía local.
Un historial de fugas que preocupa
El último episodio que precipitó el cambio en la cúpula policial ocurrió el pasado fin de semana, cuando un grupo de presos logró escapar de una comisaría de la Ciudad en circunstancias que están siendo investigadas. El incidente se sumó a otros dos similares ocurridos en enero y febrero, lo que generó una creciente preocupación en el Gobierno porteño y llevó a revisar los protocolos de detención y custodia.
La reiteración de estos hechos ha puesto en evidencia falencias en la infraestructura y vigilancia de las dependencias, lo que llevó a cuestionamientos desde distintos sectores sobre la eficacia de los procedimientos de seguridad vigentes. Tanto especialistas en seguridad como dirigentes de la oposición señalaron la urgencia de tomar medidas preventivas para evitar que estas fugas se repitan.
Desde el Ministerio de Seguridad de la Ciudad reconocieron que la sobrepoblación en comisarías ha generado dificultades en la custodia de los detenidos y que este problema se ha agravado en los últimos meses. La falta de capacidad en las cárceles y la demora en los traslados han convertido a las dependencias policiales en improvisadas unidades penitenciarias, incrementando los riesgos en materia de seguridad.
Cambio de liderazgo y nuevas estrategias
Con la remoción de Horacio Giménez, el Gobierno de la Ciudad busca reformular la estrategia de gestión y control dentro de la Policía porteña. Aunque aún no se ha confirmado quién será su reemplazante, fuentes oficiales aseguraron que la persona designada tendrá la misión de reforzar los controles en las comisarías y trabajar en una mayor coordinación con el Servicio Penitenciario para agilizar los traslados de detenidos.
Jorge Macri enfatizó que la prioridad será evitar nuevas fugas y reforzar la capacidad operativa de la fuerza. En ese sentido, el Ejecutivo porteño planea implementar mejoras en la infraestructura policial y revisar los protocolos de actuación para anticiparse a posibles incidentes. También se espera un mayor monitoreo de los espacios de detención y un incremento en la presencia de efectivos en las dependencias con mayor cantidad de internos.
Por su parte, fuentes de la Policía de la Ciudad destacaron que el nuevo liderazgo deberá enfocarse en restaurar la confianza en la institución y garantizar la seguridad tanto dentro como fuera de las comisarías. De esta manera, la gestión entrante enfrentará el desafío de reducir la sobrepoblación en las dependencias policiales y fortalecer los mecanismos de control para evitar futuros episodios de este tipo.