La inflación en Buenos Aires alcanzó el 3,3% en diciembre de 2024, acumulando un alarmante 136,7% anual. Este incremento refleja un deterioro significativo en el poder adquisitivo y afecta sectores clave como alimentos, transporte y servicios. La situación plantea serios desafíos económicos y sociales para el próximo año.[Collection]
Inflación en Buenos Aires: 3,3% en diciembre y 136,7% en 2024
El costo de vida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires registró un incremento del 3,3% durante diciembre de 2024, según los datos difundidos por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires. Con este resultado, el índice acumulado anual alcanzó un vertiginoso 136,7%, posicionándose como uno de los niveles más altos de las últimas décadas en la capital argentina y reflejando el complejo panorama inflacionario que atraviesa el distrito.
El impacto del mes de diciembre
Diciembre, tradicionalmente afectado por un aumento en el consumo debido a las festividades de fin de año, presentó una leve aceleración respecto al mes anterior, cuando la inflación había sido del 3,2%. Entre los rubros más afectados se destacaron la alimentación, el transporte y los costos relacionados con servicios de vivienda, impulsados por los ajustes en tarifas y la volatilidad de los precios mayoristas.
La Dirección General de Estadísticas y Censos destacó que el encarecimiento de alimentos y bebidas fue determinante en el incremento mensual, en especial productos de primera necesidad como carnes, lácteos y panificados. Ricardo Fernández, economista local, explicó que “diciembre suele ser un mes crítico porque los comerciantes anticipan las subas de precios, y las familias usualmente incrementan su demanda”.
Un año marcado por tensiones inflacionarias
El 2024 cerró con un índice inflacionario en la Ciudad de Buenos Aires del 136,7%. Este registro anual evidencia un considerable deterioro en el poder adquisitivo de los habitantes porteños y un aumento sostenido de los costos en todas las áreas de consumo. En comparación, este dato fue significativamente superior al de 2023, cuando la inflación acumulada había mostrado un panorama ya complejo.
El deterioro económico no solo se reflejó en productos de la canasta básica, sino también en sectores estratégicos como educación, transporte y salud, donde las subas impactaron de manera directa en los bolsillos de los ciudadanos. La combinación de factores externos e internos, incluyendo la inestabilidad cambiaria, fue clave para gestar estos resultados.
Comparaciones y perspectivas
El análisis interanual dejó en claro las dificultades para controlar el alza de precios. Por ejemplo, mientras que en noviembre de 2024 la inflación fue de 3,2%, en los doce meses previos acumuló en promedio una inflación superior al 10% mensual. Este escenario genera incertidumbre respecto al 2025, que se presenta ya con fuertes desafíos económicos, tras un periodo prolongado en el que los ajustes fiscales y las políticas económicas no lograron estabilizar los mercados.
Especialistas consultados subrayan que el fenómeno inflacionario en la región metropolitana de Buenos Aires encuentra diversos factores explicativos, incluyendo ajustes tarifarios en los servicios públicos, el impacto de la política monetaria y la persistente depreciación del peso frente al dólar. Todo ello creó un cuadro de vulnerabilidad que golpea sobre todo a los sectores de menores ingresos.
Posibles efectos sociales y económicos
La inflación acumulada del 136,7% en 2024 no solo genera preocupación por la capacidad de compra de los ciudadanos, sino también por las consecuencias sociales que las subas sostenidas de los precios pueden desencadenar. Según las últimas estimaciones oficiales, el índice de pobreza en la Ciudad de Buenos Aires podría agravarse aún más si los ingresos no logran acompañar el deterioro del poder adquisitivo.
Por su parte, las pequeñas y medianas empresas enfrentaron un escenario de costos crecientes, lo que redundó en ajustes de precios que a menudo no pudieron trasladarse completamente al consumidor final. “Es una tormenta perfecta. Suben los costos, cae la rentabilidad y, al mismo tiempo, las familias reducen su capacidad de gasto”, señaló Mariana López, titular de la Cámara de Comercio de CABA.
Con todo, el alcance de las medidas que puedan implementarse a nivel nacional y local serán determinantes para frenar o moderar la presión inflacionaria durante el próximo año.
Fuente de información: Lorena Rodríguez