Una cantidad de agua nunca vista causó 9 víctimas fatales y miles de evacuados por las lluvias que ocasionaron inundaciones que arrasaron el centro y norte del país. El gobierno suspenderá los créditos bancarios para los productores y empresas desbastadas.
No es la India con el calendario de los monzones, ni tampoco las Filipinas. Esta vez las consecuencias del cambio climático con lluvias tropicales en plena primavera luego de meses de sequía, arrasaron el centro-norte de Italia y la región de Emília-Romagna, la más castigada, quedando literalmente bajo agua llegando hasta cancelar el GP de la Fórmula 1.
Un saldo devastador con muertes, decenas de miles de evacuados, casas y coches flotando, carreteras inundadas y vías e infraestructuras destruidas. Una zona conocida por sus playas, el buen humor de la gente, las ciudades de arte y la buena comida, ha quedado destruidas con los primeros relevos que indican que el sector agrícola es el más castigado.
“Estamos en presencia de otro terremoto con eventos catastróficos nunca registrados”, así describió la tragedia a causa de la lluvia y el mal tiempo el presidente de la región de Emilia-Romagna, Stefano Bonaccini, que costó la vida a nueve personas y más de 40 mil evacuados, número que crece cada hora, ya que aún no terminó la caída de agua en las ciudades del centro norte del país como: Forli, Cesena, Ravenna y Bolonia.
La zona afectada por la catástrofe es un territorio de industrias y producción agrícola de excelencia en Italia. “Hay 48 municipios con desprendimientos de gran magnitud y 21 ríos desbordados en varios puntos”, explicó el presidente de la Región.
Los derrumbes y desprendimientos registrados son más de 250 y, como contó Bonaccini, muchos puntos críticos son infraestructuras que quedaron “casi arrasadas”, incluidas las carreteras que se tendrán que reconstruir en los puntos afectados por el fuerte temporal.
Las inundaciones también dejaron en estado crítico a grandes centros habitados como Cesena, donde se desbordó el río Savio, Forli, y sobre todo Faenza. En este dramático contexto Protección Civil ha emitido una nueva alerta roja por posibles crecidas de ríos y arroyos a lo largo de la jornada de hoy, como el caso de Bolonia, donde se pidió a los ciudadanos no salir de sus casas y realizar únicamente desplazamientos con carácter de urgencia.
Por su parte las clases siguen suspendidas en todas las escuelas de la gran zona afectada, donde también se pidió a las empresas e instituciones realizar sólo trabajo a distancia para reducir viajes y tráfico -quienes aún cuentan con el suministro de energía eléctrica interrumpido en parte de la zona-.
Hay más de 700 hombres ya activos en la zona del horror y 100 vehículos para el rescate de personas, aviones y helicópteros especializados para el rescate desde el cielo, para paliar esta emergencia.
Desde Protección Civil se anunció que será declarado “Estado de Emergencia”. La propuesta es llevar al Consejo de Ministros un recurso especial a disposición de la región Emilia Romagna de 20 millones de euros, cifra que ayudará a enfrentar los desastres causados por las fuertes lluvias y los largos períodos de sequía y a su vez realizar una relectura del territorio.
Por su parte, la Premier Giorgia Meloni desde Japón -país al que viajó para participar de la reunión del G7- manifestó que “la prioridad es el rescate de la población y la recuperación de la normalidad de la vida en la zona con apoyo a las empresas y la suspensión de los créditos bancarios”.
El Consejo de Ministros se reunirá el próximo martes, y se espera una disposición para ayudar a las poblaciones afectadas por el mal tiempo con la que “se suspenderán los plazos de pago y cumplimiento, tanto para personas físicas como para estructuras más complejas como empresas de capitales y personas jurídicas”, anunció el viceministro de Economía, Maurizio Leo donde ahora la esperanza está toda puesta en la mejora del tiempo.
