La tensión política entre Karina Milei, Santiago Caputo y Mauricio Macri se intensifica ante las próximas elecciones. Aunque Macri busca diálogo, Milei y Caputo evitan reunirse, temiendo el “doble juego” del PRO. Esta distancia podría fortalecer la autonomía libertaria, mientras el tiempo juega un papel crucial en sus decisiones.
La tensión política entre Milei, Caputo y Macri marca el camino electoral
En el agitado escenario político de cara al cierre de listas, las relaciones entre Karina Milei, Santiago Caputo y Mauricio Macri vuelven a ser foco de atención. Mientras el presidente Mauricio Macri busca generar diálogos clave, los otros vértices del autodenominado “triángulo de hierro” optan por dilatar las conversaciones hasta las fechas límite, sembrando dudas sobre las auténticas intenciones del oficialismo.
Un convite sin eco
A pesar de los esfuerzos del presidente Macri para propiciar reuniones que definan posiciones y estrategias electorales, Karina Milei y Santiago Caputo han optado por no sentarse a la mesa. Según fuentes cercanas, la justificación de esta postura recae en el temor a un “doble juego” por parte de sectores del PRO. Dicho recelo se sostiene en la percepción de que el partido oficialista podría estar intentando influir de manera excesiva en las definiciones internas del espacio libertario liderado por Javier Milei.
Karina Milei, hermana y principal consejera del candidato a presidente Javier Milei, ha sido enfática en priorizar la autonomía de su espacio frente a intentos externos de injerencia. Por su parte, Santiago Caputo, primo del influyente empresario Nicolás Caputo y parte determinante del esquema de financiamiento político del libertarismo, ha optado por la cautela estratégica, resguardándose de movimientos sorpresivos dentro del tablero político.
El temor al “doble juego” del PRO
Uno de los puntos de fricción más relevantes se asienta en la posibilidad de que el PRO, con Mauricio Macri a la cabeza, busque sacar rédito de una eventual alianza o negociación. Este temor ha llevado a los allegados a Javier Milei a postergar cualquier tipo de diálogo estructural hasta el último tramo del cronograma electoral, a fin de evitar ceder ventajas o revelar estrategias antes de tiempo.
De acuerdo con analistas políticos, las decisiones del equipo de Milei reflejan una percepción consolidada de desconfianza hacia el oficialismo. La táctica de “patear la negociación” hacia el límite del calendario no solo retrasa definiciones, sino que también parece fortalecer la autonomía discursiva del sector libertario, que capitaliza retóricamente su distanciamiento del sistema político tradicional.
El impacto del “triángulo de hierro” en el escenario electoral
El llamado “triángulo de hierro”, compuesto por Javier Milei, Karina Milei y Santiago Caputo, se posiciona como una de las fuerzas disruptivas en el escenario político actual. Si bien la figura de Javier Milei es la más visible en público, los roles de Karina y Caputo en las decisiones estratégicas no pueden subestimarse. Su hermetismo y la precisión de sus movimientos han generado hasta ahora una significativa cuota de incertidumbre en el oficialismo y en otras fuerzas opositoras.
Este hermetismo se articula como una ventaja táctica, pero también como una herramienta de presión. Al mantenerse alejados de las mesas de diálogo propuestas por Mauricio Macri, los referentes del equipo libertario refuerzan la narrativa de independencia, mientras calculan cuidadosamente sus próximos pasos en el marco de las definiciones por venir.
Macri y el factor tiempo: entre la urgencia y la paciencia
En el entorno del expresidente Mauricio Macri, la dilación de Karina Milei y Santiago Caputo genera tensiones crecientes. Desde el PRO, se contempla como riesgosas las indefiniciones extendidas, dado que dejan abierto el camino a incertidumbres que podrían complicar la construcción de alianzas electorales de última hora.
A pesar de los esfuerzos de mediación que han trascendido, la falta de comunicación directa entre las partes sigue marcando un clima de desconfianza. Para el oficialismo, resulta crucial que cualquier eventual acuerdo evite comprometer sus propias estrategias de cara a las urnas, sin ceder terreno ni apoyos al espacio libertario.
Sin embargo, desde sectores ligados a la campaña de Macri, se filtran señales de paciencia estratégica: “Hay tiempo para todo. No apuramos movimientos, pero tampoco llegaremos al cierre de listas sin garantías claras”, habría expresado un alto dirigente del PRO.
El posible desenlace
Con las negociaciones suspendidas y los contactos limitados a gestos informales, el futuro inmediato de las relaciones entre Milei, Caputo y Macri parece depender del factor tiempo. Las últimas semanas previas al cierre de listas prometen ser determinantes para establecer alianzas, fijar estrategias electorales y resolver los cruces de intereses que hoy generan discordia entre ambas partes.
Ciertos analistas sugieren que esta creciente distancia podría consolidar el perfil antisistema del libertarismo en detrimento del macrismo, pero otros apuntan que un eventual acercamiento de última hora no está fuera de la ecuación. De cualquier modo, el tablero político parece más fluido que nunca, mientras los protagonistas manejan sus piezas bajo estricta confidencialidad.
Fuente: Pablo Lapuente