El gobernador Axel Kicillof enfrenta presión para definir su postura sobre las PASO en Buenos Aires. La falta de claridad genera especulaciones tanto en el oficialismo como en la oposición. Además, el posible desdoblamiento electoral añade incertidumbre y complica la estrategia de alianzas y candidaturas en un año electoral clave.“`html
La indefinición de Axel Kicillof en torno a las PASO
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, enfrenta una creciente presión para definir su postura sobre el futuro de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en el distrito bonaerense. A menos de un año de los comicios, la falta de claridad en su decisión ha generado expectativas y especulaciones en el ámbito político, especialmente entre los distintos sectores del peronismo y la oposición.
El debate sobre la continuidad o eliminación de las PASO no es nuevo y ha sido motivo de discusión tanto a nivel nacional como provincial. En Buenos Aires, la posibilidad de suprimir estas instancias genera tensiones dentro del oficialismo y refuerza el reclamo de los intendentes peronistas que buscan mantener el control territorial sin enfrentamientos internos.
En este contexto, distintos referentes del espacio oficialista han comenzado a manifestarse a favor de una definición clara. La incógnita no solo impacta al Frente de Todos, donde Kicillof es una figura clave, sino que también afecta a la oposición, que busca una estrategia electoral alineada con la normativa vigente.
El dilema del desdoblamiento electoral
Otro punto que suma incertidumbre es la posibilidad de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. Esta estrategia ha sido utilizada en el pasado como herramienta para fortalecer el candidato provincial sin depender de la dinámica electoral a nivel país. Si bien en distintas oportunidades Kicillof ha evitado confirmar o descartar esta opción, la decisión puede redefinir el mapa político bonaerense.
Los intendentes del oficialismo han expresado su interés en adelantar los comicios para evitar que factores externos influyan en la contienda local. De esta manera, podrían centrar la estrategia en la gestión distrital evitando la influencia de la imagen presidencial. Sin embargo, esta medida también podría representar un desafío logístico y de financiamiento para las arcas provinciales.
En la oposición, algunos referentes han manifestado preocupación ante un posible cambio en el cronograma electoral. La falta de certezas sobre el calendario complica la construcción de alianzas y candidaturas. A su vez, la posibilidad de que la provincia decida votar en una fecha diferente de la nacional abre interrogantes sobre la participación y el impacto en la representación legislativa.
En este escenario, la ausencia de una definición por parte del gobernador mantiene en vilo a la dirigencia política. ¿Resolverá Kicillof estos dilemas en un año electoral clave? ¿Cómo afectará esto la estrategia del oficialismo y la oposición? La incertidumbre seguirá marcando la agenda política hasta que se establezcan definiciones concretas.
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