Axel Kicillof enfrenta dificultades al no conseguir la aprobación del presupuesto provincial 2024 en la Legislatura de Buenos Aires. La falta de acuerdo con la oposición agrava un ambiente tenso, obligando a renegociar desde cero, lo que podría afectar proyectos clave y la gestión gubernamental ante próximas elecciones.[Collection]
Kicillof y oposición negocian presupuesto provincial desde cero 2024
Fracaso legislativo y tensiones políticas
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, enfrentó un duro revés político tras no lograr que la Legislatura aprobara el presupuesto, el endeudamiento y la ley impositiva para el año 2024. La sesión terminó en frustración, dejando al oficialismo y a la oposición en una áspera disputa, con heridas abiertas que dificultan la posibilidad de alcanzar acuerdos a corto plazo.
Según fuentes cercanas a la Legislatura, la falta de consenso entre ambas partes no solo es reflejo de diferencias económicas, sino también de una estrategia política de desgaste mutuo. La falta de una resolución presupuestaria obliga a la administración de Kicillof a iniciar una negociación desde cero, un proceso que podría complicarse debido al tenso ambiente que dejó la fallida sesión.
Un diálogo estancado
El presupuesto presentado por el gobierno bonaerense contemplaba un ambicioso plan de obras públicas y asignaciones sociales, acompañado por un pedido de autorización para endeudarse por más de $94.000 millones. Sin embargo, las objeciones de Juntos por el Cambio, principal espacio opositor, bloquearon el avance del proyecto. Desde esta bancada se manifestaron reservas sobre los niveles de endeudamiento, la estructura tributaria y la falta de claridad en algunos destinos de los fondos.
Por su parte, Kicillof expresó su malestar afirmando que la postura opositora es “irresponsable” y solo busca poner trabas a la gestión provincial. “No aprobar el presupuesto pone en riesgo obras básicas que los bonaerenses necesitan con urgencia,” declaró el mandatario provincial en un acto reciente. Desde el lado opositor, legisladores cuestionaron lo que consideran un “planteo cerrado” por parte del oficialismo y exigieron mayor transparencia en los números presentados.
Impacto en la gestión del 2024
La falta de un presupuesto aprobado complica las proyecciones financieras del gobierno de la provincia de Buenos Aires para el próximo año. Sin esta herramienta clave, Kicillof se ve obligado a funcionar bajo el esquema de “reconducción presupuestaria”, utilizando las partidas aprobadas en 2023, algo que podría limitar la ejecución de iniciativas planeadas para 2024.
De no lograrse un acuerdo pronto, programas clave podrían sufrir retrasos, incluyendo proyectos de inversión en infraestructura educativa, hospitalaria y vial, anunciados como prioridad por el gobernador. Asimismo, la administración bonaerense podría enfrentar dificultades para cubrir gastos en áreas esenciales, generando tensiones adicionales con sindicatos y organizaciones sociales.
Un panorama de incertidumbre política
El clima político en la Legislatura bonaerense indica que las expectativas de un acuerdo son bajas. Fuentes del Frente de Todos consideran que el espacio opositor podría estar utilizando el presupuesto como un mecanismo de presión en la antesala de las elecciones legislativas de medio término. Mientras tanto, en Juntos por el Cambio, sostienen que no se puede avanzar sin un replanteo completo del proyecto, al que calificaron como “inviable en términos fiscales”.
Un legislador oficialista, bajo condición de anonimato, admitió que las relaciones entre ambas facciones han llegado a un punto crítico. “El nivel de confrontación es tan alto que nos costará retomar el diálogo en términos constructivos,” señaló. En tanto, desde la bancada opositora respondieron que están dispuestos a dialogar, siempre y cuando se incorporen modificaciones profundas al texto original.
Repercusiones más allá de la Legislatura
La crisis por el presupuesto provincial también podría tener repercusiones en otros ámbitos políticos y económicos. El fallo en las negociaciones envía señales de alarma a los mercados y potenciales inversores, especialmente por la falta de previsibilidad respecto al manejo de la deuda provincial. Además, afecta la percepción de gobernabilidad de la administración de Kicillof en una de las provincias más importantes del país.
Dado que la provincia de Buenos Aires representa el 38% del PBI de Argentina y concentra la mayor cantidad de votos del país, sus impasses políticos también son leídos con atención desde el gobierno nacional. Algunas fuentes señalan que esta situación podría derivar en presiones o mediaciones desde la Casa Rosada para evitar que la parálisis legislativa se prolongue más de lo esperado.
Fuente: @LANACION