La Paz experimentó una intensa marcha de simpatizantes de Evo Morales, quienes protestaron contra el gobierno de Luis Arce por la crisis económica y el distanciamiento del MAS. Los manifestantes demandaron atención a sus reclamos, evidenciando divisiones dentro del partido y presionando al Ejecutivo para abordar la creciente inconformidad social.[Collection]
Marcha en La Paz: Reclamos de afines a Morales a Arce
La Paz vivió una jornada de alta tensión este martes con la llegada de una marcha de simpatizantes del expresidente Evo Morales, quienes manifestaron su descontento con el gobierno de Luis Arce. La movilización, que recorrió varios días y kilómetros, estuvo motivada por la creciente inconformidad respecto a la crisis económica y las disputas internas en el Movimiento al Socialismo (MAS).
La marcha: Contexto y demandas
Partiendo desde varios puntos estratégicos del país, una multitud de marchistas, organizada principalmente por sectores afines a Morales, hizo su arribo a la ciudad de La Paz con pancartas y consignas dirigidas tanto al presidente Arce como a altos funcionarios de su administración. Los manifestantes responsabilizaron al gobierno actual de la recesión económica, el aumento del desempleo y la falta de medidas efectivas para paliar la crisis socioeconómica.
Además del reclamo por la situación económica, los seguidores de Morales exigieron que Arce retome los ideales fundacionales del MAS, acusándolo de desvincularse de las bases populares que han sostenido al partido desde su creación. “Este gobierno no nos está escuchando, se olvidaron del pueblo”, declaró uno de los organizadores de la marcha.
Tensiones dentro del MAS
La movilización dejó en evidencia las crecientes divisiones internas dentro del Movimiento al Socialismo, el partido político que gobierna Bolivia. Desde que Luis Arce asumió la presidencia en 2020, su relación con Evo Morales, líder histórico del MAS, ha mostrado signos de creciente distanciamiento. Si bien Morales fue un actor clave para la elección de Arce, diferencias políticas y estratégicas han derivado en un ambiente hostil entre las facciones del partido.
Los seguidores de Morales han criticado en reiteradas ocasiones lo que consideran un alejamiento del “proyecto revolucionario” original del MAS. Por su parte, desde sectores más cercanos a Arce, se ha acusado a Morales de querer manejar las riendas del gobierno desde su posición de líder partidario y de generar un ambiente de inestabilidad interna.
Impacto en la población y en la agenda política
La crisis económica fue el eje central de las demandas expresadas durante la marcha. Según datos del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia (INE), el país enfrenta en 2023 un aumento en el índice de inflación acumulada y una contracción en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Estos factores han resultado en un deterioro palpable de la calidad de vida para los bolivianos más vulnerables.
En el plano político, la manifestación pone presión sobre el gobierno de Arce para abordar no sólo las demandas económicas, sino también las tensiones internas que amenazan la unidad del MAS de cara a las elecciones generales programadas para 2025. Analistas políticos han advertido que la falta de cohesión dentro del partido podría dar lugar a la fragmentación del bloque oficialista y facilitar el ascenso de la oposición.
Respuesta del gobierno
Ante la llegada de la marcha, ninguna autoridad del Ejecutivo ha emitido una respuesta oficial al respecto. Sin embargo, fuentes cercanas al Ministerio de la Presidencia señalaron que el gobierno está “dispuesto a dialogar” con los sectores movilizados y que se están evaluando medidas para resolver los reclamos de manera pacífica. Hasta el momento, no se han confirmado encuentros entre representantes de la marcha y el gabinete presidencial.
En declaraciones previas, Luis Arce ha pedido mantener la unidad dentro del MAS y dejar de lado las confrontaciones internas. “Nuestro objetivo como partido y como gobierno es servir al pueblo boliviano, y para ello necesitamos estar unidos”, dijo el mandatario durante un discurso reciente.
Reacciones y análisis
La llegada de los manifestantes a La Paz ha generado diversas reacciones en la arena política y social. Mientras que sectores vinculados al expresidente Morales consideran la marcha como una muestra legítima de inconformidad y ejercicio de derechos democráticos, los críticos del MAS han señalado el evento como una muestra de las fracturas profundas que afectan al oficialismo.
Expertos en política boliviana sostienen que este episodio refleja un escenario cada vez más complejo para el gobierno de Luis Arce. En un entorno de tensiones internas y presión social, el mandatario deberá buscar un equilibrio entre mantener la confianza de las bases del MAS y promover estrategias que respondan efectivamente a los desafíos económicos del país, todo bajo la supervisión de un liderazgo partidario que no siempre está alineado con su mandato.
En las calles de La Paz, los marchistas aseguraron que permanecerán movilizados hasta obtener un pronunciamiento claro y contundente del gobierno sobre sus demandas. Entre tanto, la capital del país continúa siendo el epicentro de una pulseada política que podría marcar el rumbo del oficialismo en los próximos meses.
Fuente de la información: La Nación