El gobierno de Javier Milei implementa reformas económicas para estabilizar la macroeconomía y reducir el déficit fiscal, enfocándose en el recorte del gasto público y la desregulación. Su política exterior busca un alineamiento con Estados Unidos, distanciándose de socios tradicionales como Brasil y China, y presentando un enfoque pro inversión.
Reformas económicas y nuevo rumbo fiscal
El gobierno de Javier Milei avanza con una serie de reformas económicas con el objetivo de estabilizar la macroeconomía y reducir el déficit fiscal. Desde su asunción en diciembre de 2023, el mandatario ha centrado sus políticas en la reducción del gasto público, la desregulación de la economía y la baja de impuestos para promover la inversión privada.
Uno de los pilares de su estrategia ha sido el ajuste del gasto estatal mediante la eliminación de subsidios y una reforma profunda en la administración pública. En ese sentido, se implementó una poda significativa en diversas áreas del Estado, alcanzando hasta un 55 % de reducción en algunos ministerios, con el propósito de lograr el equilibrio fiscal primario.
Junto con el equipo económico liderado por el ministro Luis Caputo, el gobierno impulsó medidas para habilitar un sistema de competencia en el mercado de cambios, asegurando que el Banco Central no intervenga en la cotización del dólar de forma artificial. Hasta el momento, la cotización se ha mantenido estable, aunque las reservas continúan siendo un factor a monitorear.
Otra de las medidas implementadas recientemente es la reforma del esquema tributario. La administración de Milei planteó una reducción de impuestos distorsivos y la eliminación paulatina del Impuesto PAÍS, lo que en teoría beneficiaría a la competitividad del sector productivo. Sin embargo, la incertidumbre todavía persiste en el seno de empresarios e inversores que aguardan señales más definitivas sobre el rumbo económico.
Nueva relación con las provincias y tensión en el Congreso
El vínculo de la Casa Rosada con algunos gobernadores ha sido uno de los ejes centrales en el primer semestre del gobierno de Milei. La eliminación de transferencias discrecionales a las provincias generó tensiones con varios mandatarios, especialmente en aquellas jurisdicciones con dependencia significativa de los fondos nacionales.
A pesar de los cortocircuitos, el Ejecutivo ha logrado acuerdos claves con algunos gobernadores de signo político opositor para la viabilidad de la nueva Ley Bases. Este paquete legislativo, que apunta a una modernización de la estructura estatal e introduce cambios laborales e impositivos, ha sido objeto de intensos debates en el Congreso.
La relación con el sector legislativo también ha sido compleja. A pesar de contar con el apoyo de algunos bloques aliados, la administración libertaria enfrenta desafíos en la Cámara de Diputados y el Senado, donde la correlación de fuerzas le exige negociar con sectores del PRO y una parte del radicalismo para avanzar con sus iniciativas.
El oficialismo consiguió media sanción de la Ley Bases en Diputados, pero las negociaciones en la Cámara Alta se perfilan como un obstáculo significativo. La resistencia opositora, encabezada por el kirchnerismo y algunos sectores del peronismo, ha ralentizado la aprobación de ciertas medidas claves para la gestión.
Reconfiguración de la política exterior argentina
Desde su llegada al poder, Javier Milei ha promovido un giro significativo en la política exterior argentina. Con un marcado alineamiento con Estados Unidos e Israel, el mandatario busca fortalecer relaciones con economías avanzadas y atraer inversiones extranjeras a sectores estratégicos.
Uno de los cambios más visibles ha sido el distanciamiento de socios tradicionales como Brasil y China. Si bien la relación con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva tuvo momentos de tirantez, la administración argentina mantiene actualmente un vínculo pragmático con el país vecino debido al comercio bilateral.
En el plano multilateral, Argentina formalizó su decisión de no incorporarse a los BRICS, grupo conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. La postura del gobierno Milei responde a su estrategia de integración con países de occidente y su rechazo a coaliciones en las que participan economías dirigidas por gobiernos con tendencias intervencionistas.
Además, la visita del presidente a Israel y su reunión con líderes estadounidenses han reforzado su perfil internacional. En el caso de Estados Unidos, el vínculo con la administración de Joe Biden y el respaldo al sector financiero han sido claves para el plan económico local.