Ramón Mestre, exintendente de Córdoba, defiende sus convicciones ante las tensiones internas de la UCR y marca distancia de Javier Milei, rechazando propuestas que perjudican a jubilados y docentes. Su discurso enfatiza la importancia de mantener la identidad del partido y evitar tácticas electorales que comprometan sus principios fundamentales.
Mestre defiende convicciones y rechaza traiciones internas en su partido
El exintendente de Córdoba, Ramón Mestre, dejó en claro su postura frente a las recientes tensiones internas en su partido y las diferencias ideológicas con el economista y líder libertario Javier Milei. En declaraciones tajantes, Mestre afirmó: “Con Javier Milei no tenemos coincidencias de ningún tipo, menos cuando se castiga a los jubilados, a los docentes, a la salud pública, al campo y al que intenta producir y generar valor agregado en Argentina”.
Su mensaje se destacó por una firme defensa de las convicciones propias y un rechazo rotundo a las dinámicas de unidad forzada que sacrifican los principios. Las palabras del dirigente de la Unión Cívica Radical (UCR) subrayan una línea política centrada en la protección de los sectores más vulnerables y el respaldo a quienes impulsan la economía productiva del país.
Postura frente a Javier Milei
En un contexto electoral polarizado, donde Milei ha ganado prominencia con propuestas disruptivas, Ramón Mestre se diferenció enfáticamente de su discurso. “No es negociable que se continúe desprotegiendo a los jubilados, docentes y otros sectores clave para el futuro del país. Esa visión de gobernar no nos representa”, afirmó. De esta manera, demarcó una línea entre el populismo libertario y lo que definió como “el legado constructivo” de la UCR.
El dirigente también cuestionó los modelos de ajuste que, en su opinión, terminan perjudicando a sectores que necesitan mayor apoyo estatal, como la salud pública y la educación. Con estos argumentos, Mestre reforzó la idea de que su partido debe preservar su identidad y evitar ceder ante fuerzas externas que intenten moldearlo.
Diferencias internas en la UCR
Además de marcar distancia con Milei, Mestre expuso las tensiones dentro de la propia UCR. Según él, algunos sectores internos están dispuestos a “vender” los principios del partido por estrategias electorales que priorizan los números por encima de las convicciones. “No vamos a rifar nuestras convicciones, aunque desde adentro quieran vender a nuestro partido”, resaltó, en un llamado a quienes comparten su visión a mantenerse firmes frente a presiones internas y externas.
El exintendente reconoció la importancia de la unidad, pero aclaró que esta no podrá construirse sobre la base de concesiones que traicionen el espíritu de la UCR. Para Mestre, el partido debe funcionar como un espacio de discusión y propuestas, “no como un vehículo de oportunismo electoral”.
Un desafío para la oposición
Las palabras de Mestre llegan en un momento donde la oposición argentina atraviesa una etapa de redefinición. La irrupción de nuevas figuras políticas como Javier Milei ha obligado a partidos tradicionales a reposicionarse en el panorama político. En este sentido, el exintendente cordobés parece apuntar a un camino más sólido, basado en el fortalecimiento de las ideas originales de su espacio político.
No obstante, también dejó entrever que no descarta acuerdos estratégicos, siempre y cuando no impliquen la renuncia a los valores fundamentales que definen a la UCR. Esta postura, aunque claramente crítica, busca abrir un espacio para el diálogo dentro de límites éticos y programáticos.
Un mensaje a las bases
Mestre aprovechó la oportunidad para dirigirse a las bases del partido, agradeciendo su trabajo constante y alentándolas a seguir luchando por las causas que históricamente han identificado a la UCR. “Es momento de redoblar esfuerzos, no de ceder”, dijo, en un discurso que también buscó reforzar el espíritu combativo de los militantes ante un escenario político particularmente desafiante.
En relación con esto, Mestre destacó la importancia de recuperar la confianza ciudadana a través de propuestas concretas que vuelvan a poner al partido como una opción viable para el electorado. “Nos corresponde ofrecer soluciones reales y no sucumbir a la demagogia”, concluyó.
El peso de la coherencia política
La alusión de Ramón Mestre a la coherencia política refleja una crisis recurrente en la política argentina: la dificultad de mantener la integridad ideológica frente a la tentación de los pactos electorales. En este sentido, sus declaraciones no solo son un posicionamiento personal, sino también una advertencia al resto del arco opositor sobre las consecuencias de priorizar las alianzas pragmáticas por encima de los principios.
Incluso dentro de su propio partido, Mestre enfrenta un desafío importante para convencer a aquellos que, según él, están dispuestos a “rifar” las convicciones de la UCR a cambio de hipotéticas victorias en las urnas. En este escenario, su liderazgo se presenta como una alternativa para quienes consideran que retener los valores fundacionales del partido debe ser innegociable.
Un futuro incierto
En el horizonte político próximo, la presión para articular alianzas continuará latente. Sin embargo, las palabras de Ramón Mestre subrayan la importancia de hacerlo con una claridad de objetivos y una firmeza en los valores. La pregunta que queda por responder es si este posicionamiento encontrará eco suficiente dentro de su propio partido y entre los votantes.
La incipiente carrera electoral y la constante fluctuación del tablero político argentino prometen mantener a figuras como Mestre en el centro de las discusiones, donde se jugará no solo el rumbo del partido, sino también su relevancia dentro de la oposición.
Fuente: José Pérez