El presidente argentino Javier Milei considera retirar al país de la OMS y el Acuerdo de París, emulando decisiones de Donald Trump. Este cambio radical podría debilitar la cooperación internacional en salud y medioambiente, generando preocupaciones sobre las repercusiones en la salud pública y el acceso a financiamientos.
Un giro polémico en la política exterior argentina
El presidente de Argentina, Javier Milei, estaría considerando retirar al país tanto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como del Acuerdo de París sobre cambio climático, según fuentes cercanas al gobierno. Este movimiento, que emula ciertas decisiones adoptadas previamente por Donald Trump durante su administración en Estados Unidos, podría marcar un cambio radical en la postura diplomática y medioambiental de la nación sudamericana.
Desde su llegada al poder, Milei ha dejado en claro su intención de reestructurar profundamente la política interna y externa del país. El mandatario, caracterizado por su discurso antiestatal y su escepticismo hacia la intervención global, percibe a organismos internacionales como la OMS y acuerdos como el de París como limitantes para la soberanía de los Estados. “Esos tratados nos atan de manos, anteponen burocracias ajenas a las necesidades de nuestra gente”, habría señalado en discusiones privadas.
La posible salida de la OMS
La Organización Mundial de la Salud, creada en 1948, tiene como objetivo coordinar esfuerzos internacionales en salud pública. Sin embargo, Milei ha sido un crítico vocal del manejo que dicho organismo ha tenido durante las últimas crisis globales, incluyendo la pandemia de COVID-19. Durante su campaña, calificó a la OMS como parte de una “maquinaria globalista” y cuestionó sus recomendaciones, aludiendo a una supuesta injerencia de intereses privados en sus decisiones.
Una posible retirada de Argentina de la OMS implicaría repercusiones inmediatas en diversos programas y financiamientos. En la actualidad, el país trabaja en cooperación con la entidad en áreas como inmunización, enfermedades transmisibles y fortalecimiento de sistemas de salud. Expertos advierten que una desvinculación podría dejar a Argentina sin acceso a recursos sanitarios vitales, así como a redes de información y asistencia técnica necesarias para enfrentar crisis futuras.
Pese a las críticas, sectores del arco sanitario nacional, incluyendo la Asociación Médica Argentina, ya manifestaron su preocupación. Según un comunicado reciente, “salir de la OMS pondría en riesgo la salud de millones de argentinos al debilitar la integración en estrategias internacionales contra enfermedades transfronterizas”.
El Acuerdo de París en la mira
El Acuerdo de París, firmado en 2015, busca frenar el aumento de las temperaturas globales a través de compromisos asumidos por los países firmantes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Argentina es parte del acuerdo, comprometiéndose a reducir su huella de carbono en un 19% para 2030 respecto a niveles de 2005.
Milei, quien ha manifestado su escepticismo hacia el cambio climático atribuido a la actividad humana, ha calificado al Acuerdo de París como “otro invento progresista que ahoga el desarrollo económico de los países”. Estas declaraciones resuenan con las ideas de Donald Trump, quien retiró a Estados Unidos del pacto durante su presidencia, señalando que éste perjudicaba al empleo y la economía estadounidense.
De cumplirse este retiro, Argentina se convertiría en el segundo país del continente en alejarse del acuerdo, tras la decisión previa de Estados Unidos (que luego fue revertida por Joe Biden). Los potenciales efectos de esta medida se dividen entre el plano ambiental y el económico. Por un lado, podría afectar el acceso a financiamientos internacionales para proyectos ecológicos; por otro, enviaría una señal desfavorable a los mercados internacionales, donde toma protagonismo la necesidad de sostenibilidad.
Varias organizaciones ambientalistas, como Greenpeace Argentina, han repudiado la intención del gobierno. Julián Iglesias, vocero de la ONG local, advirtió: “Apartarnos del Acuerdo de París no sólo representa un atraso ambiental, sino un retroceso moral. Implica decirle al mundo que no vamos a hacer nuestra parte en la lucha contra la emergencia climática”.
Reacciones internas e internacionales
El posible alejamiento de Argentina de estos compromisos ha generado una ola de reacciones tanto en la política doméstica como en el ámbito internacional. Desde la oposición, sectores peronistas y del Frente de Todos calificaron la iniciativa de “aislacionista y peligrosa”. En palabras de Sergio Massa, exministro de Economía y líder opositor: “Estamos ante decisiones que podrían dejarnos fuera del mapa geopolítico moderno en cuestiones clave como la salud y el medioambiente.”
Por su parte, diplomáticos europeos expresaron su preocupación ante la noticia. La Unión Europea, que desempeña un rol crucial en la coordinación climática global, podría tomar medidas si Argentina se retira de los acuerdos en los que ha participado activamente. Una fuente anónima desde el bloque explicó: “Esto afectaría nuestra disposición a trabajar junto a Buenos Aires en cualquier otro frente estratégico.”
En contraposición, los empresarios vinculados al sector extractivo y agroindustrial ven con buenos ojos el replanteo. Consideran que abandonar el Acuerdo de París podría traducirse en menores restricciones para sus actividades. “Nuestro país tiene derecho a priorizar su desarrollo”, reflexionó Miguel Etchevehere, exministro de Agricultura y voz relevante en el sector.
El paralelismo con Trump
La estrategia de Javier Milei recuerda inevitablemente a las tomadas por Donald Trump en su momento. En 2017, el entonces presidente de Estados Unidos concretó tanto el retiro de su país del Acuerdo de París como el progresivo desfinanciamiento de la OMS, argumentando una intención de proteger los intereses nacionales. Estas decisiones, ampliamente debatidas en su momento, impactaron en la imagen global de Estados Unidos y marcaron un quiebre en la cooperación multilateral de la primera potencia mundial.
Sin embargo, Milei enfrenta un escenario diferente con desafíos propios. A diferencia de Estados Unidos, Argentina es una economía en desarrollo con mayor dependencia de financiamientos externos para sostener sus proyectos sanitarios y de infraestructura ecológica. Esto sitúa al país en una posición más vulnerable si decide cortar lazos con organismos internacionales.
Fuentes allegadas a Casa Rosada aseguran que la administración de Milei está evaluando detenidamente los impactos y posibles beneficios de estas medidas. No obstante, el mandatario continúa defendiendo su línea, argumentando que su prioridad es defender la autonomía del Estado frente a lo que considera “coerción internacional disfrazada de cooperación”.
Un rumbo incierto
Mientras los rumores ganan fuerza, lo que es claro es que las decisiones de Javier Milei están dividiendo aguas tanto dentro como fuera de Argentina. El retiro de la OMS y el Acuerdo de París sería visto como un golpe al multilateralismo y al compromiso global en temas esenciales. El debate sobre soberanía, desarrollo y cooperación internacional sigue abierto, mientras Argentina mira hacia un futuro incierto, condicionado por decisiones que podrían redefinir su papel en el mundo.