Un nuevo proyecto en CABA busca clarificar las responsabilidades del conductor y los pasajeros sobre el consumo de alcohol. Propone que solo los acompañantes sean sometidos a pruebas de alcoholemia, excluyendo a los choferes de sanciones injustas por comportamientos ajenos. Se espera mejorar la seguridad y reducir multas.[Collection]
Nuevo proyecto de alcoholemia en CABA: responsabilidades del chofer y acompañante
Una medida para evitar confusiones entre conductores y pasajeros
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires está debatiendo un nuevo proyecto que busca realizar cambios en la normativa de control y penalización por consumo de alcohol en el ámbito de la conducción. El objetivo principal es delinear claramente la responsabilidad del conductor profesional y la de los pasajeros respecto al consumo de bebidas alcohólicas, a fin de evitar sanciones injustas sobre los choferes cuando los acompañantes hayan ingerido alcohol.
Esta iniciativa surge a partir de diversos reclamos por parte de gremios que representan a conductores de servicios como taxis, remises y aplicaciones de transporte, quienes denunciaban la exposición a multas y sanciones debido a conductas de los pasajeros que no se les comunicaban con claridad. En muchos casos, los pasajeros ocultaban haber consumido alcohol u omitían informar situaciones que podrían comprometer el test de alcoholemia que, en controles vehiculares, es exigido al chofer cuando hay algún incidente.
Propuesta de la Legislatura porteña
El proyecto promueve la implementación de una cláusula que excluya a los conductores de toda responsabilidad si se comprueba que la alcoholemia positiva en el vehículo pertenece a un acompañante. En este sentido, se plantea exigir en los controles que los pasajeros también sean sometidos a pruebas de alcoholemia, con el propósito de deslindar responsabilidades y evitar que los conductores arriesguen su licencia o enfrenten multas por un hecho en el que no tienen injerencia directa.
“Es injusto que los conductores, quienes muchas veces están trabajando o realizando un traslado profesional, carguen con la culpa de eventuales incidentes relacionados con pasajeros que simplemente no informaron su consumo previo de alcohol”, argumentó uno de los legisladores que acompaña la iniciativa, destacando que la medida también busca reducir conflictos y mejorar la seguridad al volante.
Detalles técnicos del proyecto
Dentro de la propuesta legislativa, se establece que los dispositivos de medición de alcoholemia utilizados en estos controles no solo limiten las evaluaciones al conductor, sino que también incluyan a los acompañantes. Para esto, el control se llevaría a cabo de manera integral con la presencia de inspectores y testigos que avalen los resultados obtenidos. La normativa también indica que, en caso de haber menores como pasajeros, los padres o tutores serán responsables de declarar cualquier circunstancia que pueda afectar al conductor.
Se espera además que este sistema se complemente con campañas de concientización para advertir tanto a conductores como a pasajeros sobre las implicancias legales y de seguridad que conlleva conducir o viajar bajo los efectos del alcohol. Según estimaciones preliminares, la implementación de este procedimiento podría reducir sustancialmente los conflictos legales entre choferes y pasajeros en el corto plazo.
Postura de los gremios y la respuesta de los choferes
Desde los gremios de taxistas y conductores de aplicaciones, como Unión de Conductores de la República Argentina (UCRA), celebraron la iniciativa y aseguraron que estaban esperando una disposición como esta desde hace años. “Hemos recibido cientos de denuncias de choferes sancionados o multados de forma indebida porque algún pasajero había bebido y no lo informaba; esto nos afecta directamente tanto económica como profesionalmente”, afirmó un representante de UCRA.
Por su parte, muchos conductores coinciden en que la medida es un alivio en situaciones en las que los pasajeros actúan de manera deshonesta o irresponsable. Algunos de ellos también señalaron que sería fundamental que las sanciones para los pasajeros que incumplan estas normas sean suficientemente estrictas como para evitar reiteraciones.
Implicancias legales y próximas etapas
Si el proyecto logra ser aprobado en los próximos meses, se evaluará cómo implementarlo operativamente en los controles de alcoholemia realizados en la Ciudad de Buenos Aires. Uno de los principales desafíos radica en garantizar que los dispositivos de medición sean lo suficientemente exactos como para identificar correctamente qué persona presenta consumo de alcohol y si hay alguna interferencia que pudiera comprometer los resultados.
Además, se requerirá realizar capacitaciones a los agentes de tránsito e incluir protocolos de verificación más estrictos, con el fin de que los procedimientos en controles y operativos sean claros, justos y consistentes. Asimismo, los legisladores están estudiando cómo integrar esta medida con la normativa nacional para que no existan contradicciones legales que afecten la implementación.
Actualmente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mantiene una política de tolerancia cero al alcohol en sangre para conductores de transporte público y profesional, pero este proyecto busca ampliar los alcances de las normativas para evitar que un error de terceros afecte directamente a los conductores en su ámbito de trabajo.
En tanto, organizaciones civiles y expertos en seguridad vial han manifestado su apoyo a la propuesta, indicando que esta medida podría significar un significativo avance en la manera de abordar la seguridad en la conducción. Sin embargo, otros sectores han solicitado más estudios para evaluar los posibles impactos financieros y logísticos que puedan derivarse de esta implementación.
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