Argentina enfrenta la primera ola de calor del 2025 con temperaturas extremas que superarán los 40°C en provincias del centro y norte como Córdoba y Santiago del Estero. Expertos advierten riesgos sanitarios, agrícolas y energéticos, destacando el impacto del cambio climático. Reforzar los planes de contingencia y seguir recomendaciones es crucial.[Collection]
Ola de calor 2025: calor extremo en Argentina se aproxima
La primera ola de calor de 2025 está en camino y promete provocar temperaturas extremas en vastas regiones de Argentina. Según los pronósticos climáticos, las áreas más afectadas serán las provincias del centro y norte del país, con Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe presentando las anomalías más significativas. También se espera que provincias como Buenos Aires, Mendoza, La Pampa, Chaco y Formosa padezcan picos de calor inusuales.
Pronósticos preocupantes para el comienzo del año
En los últimos días, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió sobre un aumento excepcional de la temperatura en algunas provincias del país para la primera semana de enero. El fenómeno estaría asociado a un sistema de alta presión que ingresará desde el oeste, bloqueando la llegada de vientos fríos y potenciando el calentamiento en la región. Expertos señalan que esta situación será prolongada y marcará un inicio de año desafiante.
Las temperaturas en provincias como Córdoba podrían superar los 42°C, mientras que en Santiago del Estero y Santa Fe se esperan valores cercanos a los 40°C. La ciudad de Rosario, por ejemplo, ya activó alertas térmicas que priorizan acciones preventivas especialmente orientadas a los sectores más vulnerables.
Impacto directo en la población y sectores críticos
El aumento de las temperaturas ya está generando preocupación entre autoridades sanitarias y agrícolas. Según declaraciones de especialistas en meteorología, como la Dra. María de los Ángeles López, del SMN, “sistemas prolongados de calor extremo representan un riesgo significativo para la salud de la población, en especial para adultos mayores, bebés y personas con enfermedades preexistentes”. Recomendaciones como mantenerse hidratado, evitar la actividad física al aire libre durante las horas pico y prestar atención a cortes de energética ya están en circulación.
Por otro lado, el sector agrícola enfrenta serios desafíos. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) informó que la sequía acumulada desde años anteriores, junto con estas olas de calor, podría acelerar el deterioro de cultivos como el maíz y la soja, especialmente en las provincias del llamado “corredor cerealero”.
Provincias en alerta máxima
La distribución geográfica de las temperaturas extremas coloca a Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe como principales epicentros de la ola de calor, con anomalías térmicas que preocupan a especialistas. En Córdoba, por ejemplo, se anticipa que ciertas localidades del interior llegarán a registrar mínimas que no descenderán de los 30°C durante la noche, un fenómeno poco usual que aumenta la sensación de sofocación y el estrés térmico.
Por su parte, provincias como Buenos Aires y Mendoza no escapan de la ola de calor. En el norte de Buenos Aires, el termómetro podría alcanzar los 38°C, lo que obligaría a extremar las medidas preventivas en ciudades densamente pobladas como Mar del Plata y Bahía Blanca. Mendoza, con su clima históricamente árido, también deberá lidiar con la amenaza de incendios forestales en áreas rurales y montañosas.
Preparativos de emergencia en marcha
Frente al escenario crítico, los gobiernos provinciales han comenzado a implementar planes de contingencia. Un ejemplo de ello es Santa Fe, donde el Ministerio de Salud reforzó las líneas telefónicas de emergencia y capacitó a equipos médicos en el manejo de casos de golpes de calor. Simultáneamente, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) anticipó posibles cortes de suministro eléctrico debido al aumento del consumo por el uso masivo de aires acondicionados y otros dispositivos.
En Córdoba, Defensa Civil organizó campañas informativas para las comunidades rurales más alejadas, donde el acceso limitado a servicios esenciales puede magnificar el impacto del calor. Además, el gobierno provincial de Mendoza ya declaró un estado preventivo por riesgo de incendio y movilizó brigadas forestales para contener posibles focos.
El cambio climático, un factor recurrente
El desarrollo de esta ola de calor pone nuevamente en el centro del debate los efectos del cambio climático en la región. Estudios recientes señalan que eventos extremos de este tipo tienden a intensificarse en América del Sur debido al aumento sostenido de las temperaturas globales. Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), las olas de calor podrían ser hasta diez veces más frecuentes para el año 2050 si no se reducen drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
En el contexto argentino, los especialistas también hacen hincapié en la necesidad de políticas públicas más robustas en materia de gestión de recursos hídricos y planificación urbana sostenible, con el fin de mitigar los efectos negativos del clima extremo en las comunidades afectadas.
Recomendaciones para la población
Mientras tanto, los organismos de salud brindaron una serie de medidas preventivas para reducir los riesgos asociados a este evento. Entre las recomendaciones, solicitaron limitar la exposición solar entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde, consumir abundante agua aunque no se sienta sed, y evitar la ingesta de bebidas alcohólicas o con cafeína, ya que estas aumentan la deshidratación. También sugirieron prestar especial atención a mascotas, quienes también sufren las consecuencias del calor extremo.
El SMN continuará monitoreando el desarrollo de la ola de calor, actualizando diariamente sus alertas para las diferentes regiones del país. En las próximas semanas, todos los ojos estarán puestos en los termómetros y las acciones de respuesta rápida por parte de las autoridades.
Fuente: Redacción El Litoral