La ministra rechaza negociaciones y exige la entrega inmediata del gendarme detenido

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reaccionó con dureza tras la difusión de un video en el que el gendarme argentino Miguel Ángel Gallo, detenido en Venezuela, ofrece declaraciones. Bullrich calificó la grabación como una “pantomima” del régimen de Nicolás Maduro y descartó cualquier posibilidad de negociación, al tiempo que reiteró que el gobierno de Javier Milei solo aceptará que Gallo sea “puesto en un avión y enviado a la Argentina”.

El caso ha generado tensiones diplomáticas entre Argentina y Venezuela, con cuestionamientos cruzados y acusaciones de manipulación. Según el gobierno argentino, la situación de Gallo se trata de un “secuestro político”, mientras Caracas sostiene que la detención responde a un acto de espionaje presuntamente cometido por el gendarme. Bullrich enfatizó: “Tenemos pruebas contundentes de que Gallo es inocente. El video difundido por Maduro no es más que un intento de legitimar un acto tan arbitrario como inhumano”.

Un documento cuestionado

En el video, difundido por medios oficiales venezolanos, Miguel Ángel Gallo aparece leyendo un texto en el que reconoce supuestas actividades injerencistas en Venezuela como agente de inteligencia. Sin embargo, para Bullrich y el gobierno argentino, el contenido del video carece de validez. La ministra fue tajante al afirmar que las condiciones de detención y el historial del régimen chavista dejan dudas razonables sobre la autenticidad de las declaraciones.

“Es inaceptable que sigan sometiendo a Gallo a este tipo de manipulación mediática. El gendarme está en una situación de privación ilegal de la libertad, y su integridad está en riesgo”, añadieron desde el Ministerio de Seguridad. Además, fuentes gubernamentales adelantaron que se reforzarán los pedidos ante organizaciones internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), exigiendo medidas urgentes.

Tensión creciente entre Buenos Aires y Caracas

La relación entre ambas naciones, ya marcada por tensiones ideológicas, atraviesa uno de sus momentos más críticos. Patricia Bullrich ha liderado una campaña firme para aislar al gobierno chavista en el plano internacional desde que asumió el cargo, y este conflicto no ha hecho más que intensificar su postura.

“No vamos a ceder al chantaje de Maduro”, aseguró Bullrich, quien también enfatizó que cualquier dilación o negativa en la entrega de Gallo tendrá consecuencias diplomáticas. Desde el entorno de Javier Milei, aseguran que no descartan sanciones internacionales o incluso la ruptura formal de relaciones con Venezuela si no se resuelve el caso en los próximos días.

Por su parte, el gobierno venezolano ha evitado hacer declaraciones oficiales sobre los pedidos argentinos, limitándose a repetir la narrativa de que la detención de Gallo responde a “acciones de protección de la soberanía” por parte de las autoridades locales. Según informaron medios venezolanos, el gendarme habría sido interceptado en las inmediaciones de un edificio gubernamental mientras realizaba “actividades sospechosas”.

Apoyo político y críticas

La postura asumida por Patricia Bullrich ha encontrado respaldo en varios sectores del oficialismo, así como críticas desde la oposición. Desde Juntos por el Cambio, algunos dirigentes acusaron al gobierno de Javier Milei de utilizar el caso de Miguel Ángel Gallo como plataforma para radicalizar su relato en contra de los gobiernos de izquierda de América Latina.

“Es fundamental garantizar la vida y el bienestar del gendarme, pero las decisiones diplomáticas deben tomarse con prudencia, no con bravatas”, sostuvo una fuente de la oposición. En tanto, desde organismos de derechos humanos, remarcaron la importancia de intensificar las gestiones internacionales para asegurar la liberación de Gallo. “Más allá de las diferencias políticas, hay un ser humano en riesgo. Es indispensable unificar esfuerzos para traerlo a casa”, subrayaron.

La escalada en el escenario internacional

La detención de Miguel Ángel Gallo se suma a una serie de incidentes recientes que han puesto en el foco internacional la situación de derechos humanos en Venezuela. Con la llegada de Milei al poder, el enfoque hacia el régimen de Maduro ha adoptado un tono marcadamente confrontativo, alineándose con líderes como la presidenta de Perú, Dina Boluarte, o la oposición venezolana.

El gobierno argentino planea llevar el caso Gallo a la próxima sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde buscará que este tipo de detenciones sean condenadas como una violación de los principios fundamentales del derecho internacional. Según informaciones oficiales, la Cancillería argentina ya ha iniciado contactos con países aliados en la región y Europa para sumar apoyo a la causa.

Patricia Bullrich, entretanto, continúa liderando las exigencias por el retorno de Gallo, asegurando que se tomarán todas las medidas diplomáticas necesarias hasta que el gendarme vuelva al país. “Esto no se trata de una negociación, ni de un intercambio. Es un caso de justicia. Maduro debe liberar a Miguel Ángel Gallo de manera inmediata e incondicional”, concluyó la funcionaria.

Fuente: Rosario3