El periodista Figuretti, acreditado en la Casa Rosada, enfrenta controversias tras su afiliación al partido La Libertad Avanza, liderado por Javier Milei. Su vínculo con el Batallón 601 durante la dictadura militar genera cuestionamientos éticos sobre su imparcialidad, reavivando discusiones sobre el pasado y la responsabilidad en el periodismo.[Collection]
Periodista Figuretti y su afiliación a La Libertad Avanza
De corresponsal acreditado a polémico cruce con la política
El periodista y cronista acreditado en la Casa Rosada y en el Congreso Nacional, conocido en el ámbito como “Figuretti”, ha quedado en el centro de una controversia tras confirmarse su afiliación al espacio político La Libertad Avanza, liderado por el economista y candidato presidencial Javier Milei. Este vínculo ha generado cuestionamientos debido a sus antecedentes laborales y vinculaciones históricas.
Figuretti, cuyo verdadero nombre no se especifica en el informe, ha trabajado durante años como cronista en múltiples coberturas oficiales, obteniendo una posición reconocida entre sus colegas en los pasillos del poder. Sin embargo, recientemente resurgió una información que arroja sombras sobre su trayectoria: su inclusión en los registros del Batallón 601 durante la última dictadura militar en Argentina, donde habría figurado como “agente de reunión”.
Su vínculo con el Batallón 601
El Batallón 601 fue el principal órgano de inteligencia del Ejército Argentino durante la dictadura que gobernó entre 1976 y 1983, conocido por realizar tareas de vigilancia, infiltración y represión contra opositores políticos. En documentos desclasificados, Figuretti aparece listado como colaborador, mencionado específicamente en calidad de “agente de reunión”. Este término era usado para referirse a personas encargadas de recolectar información e infiltrarse en organizaciones políticas, sociales y sindicales.
Su presunta actividad en este período ha sido motivo de amplias críticas, particularmente entre organizaciones de derechos humanos y otros periodistas que consideran este antecedente incompatible con la credibilidad necesaria para el ejercicio del periodismo.
Afiliación a La Libertad Avanza
El descubrimiento de su reciente afiliación a La Libertad Avanza ha reavivado cuestionamientos en torno a su historial y sus relaciones políticas actuales. Este partido, que se caracteriza por sus posturas ultraliberales, ha sido duramente criticado por sectores progresistas que acusan a su líder, Javier Milei, de minimizar los crímenes cometidos durante la dictadura militar.
La cercanía de Figuretti con este espacio político coincide con una serie de eventos en los que se lo ha visto participando activamente en actividades proselitistas, lo que pone en duda su independencia como periodista. Según registros públicos, su afiliación formal al partido se realizó hace algunos meses.
Reacciones del sector periodístico y político
La noticia de su supuesto vínculo con el Batallón 601 y su adhesión a La Libertad Avanza ha generado reacciones encontradas. Periodistas de distintos medios han cuestionado públicamente la falta de transparencia y ética en la carrera de Figuretti. En declaraciones recientes, un reconocido cronista que prefirió mantener su anonimato expresó: “No es posible ejercer la labor periodística sin una clara distancia de los poderes que uno se supone debe fiscalizar”.
Por su parte, desde el entorno de Javier Milei minimizaron los hechos, argumentando que “nadie debería ser juzgado por su pasado si ha actuado dentro del marco de la ley”. Sin embargo, esta defensa ha sido insuficiente para mitigar las críticas provenientes de sectores opositores y organismos de derechos humanos.
Un caso que revive las heridas del pasado
La inquietud que genera este caso no solo está relacionada con la actualidad política, sino también con el peso de la historia reciente argentina. La última dictadura militar dejó decenas de miles de detenidos-desaparecidos y perpetuó graves violaciones a los derechos humanos. Cualquier evidencia de colaboración con dichas prácticas sigue siendo motivo de rechazo social.
El hecho de que un periodista, figura que por definición debería actuar como garante de la verdad y la transparencia, haya tenido presuntos lazos con la dictadura suscita preguntas de fondo sobre la ética en la profesión, y sobre cuánto del pasado permite el camino hacia el futuro político de figuras como Milei y su equipo.
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