El peronismo disidente busca construir una alternativa electoral con alianzas estratégicas junto a radicales y pichettistas, enfrentándose al kirchnerismo en medio de un escenario político polarizado. Con figuras como Monzó liderando el armado, priorizan captar votantes independientes y desafiar la hegemonía de Kicillof en la provincia de Buenos Aires.[Collection]
Peronismo disidente busca alianza con radicales y pichettistas
En un escenario político marcado por la interna del oficialismo y la división de fuerzas en la oposición, un grupo de dirigentes peronistas que mantienen diferencias con el kirchnerismo busca construir una alternativa electoral de cara a las elecciones de medio término de este año. Este sector disidente apunta a formar alianzas estratégicas con sectores de la Unión Cívica Radical (UCR) y dirigentes cercanos al exsenador Miguel Ángel Pichetto, con el objetivo de ampliar la base de sustentación política y generar un armado competitivo.
La necesidad de un “peronismo amplio”
El proyecto, impulsado por figuras del entorno peronista alejadas de la conducción kirchnerista, se propone recuperar el espíritu histórico del movimiento fundado por Juan Domingo Perón, bajo el lema de un “peronismo republicano, abierto al diálogo y con vocación de construcción transversal”. Este grupo critica abiertamente lo que consideran una hegemonía autoritaria dentro del Frente de Todos, particularmente en la provincia de Buenos Aires, bajo la gestión del gobernador Axel Kicillof.
Una de las principales demandas de estos dirigentes es el reclamo por mayor representación y protagonismo dentro de las decisiones políticas y electorales. Según trascendió, la iniciativa busca dialogar con sectores del radicalismo y del peronismo no kirchnerista para conformar un espacio que no esté atado a las “improntas personalistas” que identifican en la actual conducción oficialista.
Dirigentes clave en el armado
Aunque el grupo aún no cuenta con líderes de amplia proyección nacional encabezando la propuesta, se mencionan nombres de peso vinculados al peronismo disidente. Entre ellos, se destaca la figura de Emilio Monzó, exdiputado nacional y expresidente de la Cámara de Diputados, quien en los últimos años ha ganado relevancia como un articulador político capaz de tender puentes entre diferentes espacios.
En el plano de los aliados potenciales, sectores radicales alineados con figuras como el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, podrían sumarse a las negociaciones. De igual manera, se ha iniciado un diálogo con sectores ligados a Miguel Ángel Pichetto, actual auditor general de la Nación y excandidato a vicepresidente en la fórmula de Juntos por el Cambio en 2019. La presencia de Pichetto y su grupo ofrecería un puente con el electorado peronista que se distanció del kirchnerismo en los últimos años.
El desafío bonaerense
La provincia de Buenos Aires, tradicional bastión electoral del peronismo, será el principal campo de batalla para esta alianza incipiente. Dirigentes del espacio señalan como prioridad el armado de listas competitivas en distritos clave para disputar el poder territorial frente al esquema liderado por Axel Kicillof y los intendentes alineados con La Cámpora.
Uno de los mayores desafíos será captar a los votantes independientes que tradicionalmente se inclinan por opciones fuera de los extremos ideológicos. En este sentido, los referentes de este armado consideran que una propuesta que combine el pragmatismo peronista con una agenda de gestión técnica y republicana podría resonar entre aquellos sectores del electorado cansados de las polarizaciones políticas actuales.
Próximos pasos
En los próximos meses, se espera que estas reuniones y negociaciones políticas se intensifiquen, mientras se acelera el calendario electoral. Hasta el momento, la estrategia apunta a cerrar acuerdos locales sólidos que permitan replicar el esquema provincial en otras jurisdicciones importantes, generando un efecto multiplicador en la construcción del espacio.
“El país necesita una alternativa que no dependa de los extremos, que trabaje con capacidad de diálogo y gestión. Estamos convencidos de que podemos ser esa opción para los argentinos”, sostuvo recientemente un dirigente cercano a la iniciativa. Sin embargo, el éxito o fracaso de esta alianza dependerá de su capacidad para superar rencores internos y lograr una verdadera unidad estratégica.
Fuente: Cronos Noticias