El PJ disidente de Buenos Aires explora una alianza con sectores de la UCR para debilitar a Axel Kicillof de cara a las elecciones. Este frente busca captar votantes desencantados con el oficialismo y los libertarios, enfrentando tensiones internas y desafíos estratégicos que podrían reconfigurar el tablero político provincial.[Collection]
PJ disidente busca alianza en PBA para restar votos a Kicillof
Con la mirada puesta en el tablero político de la provincia de Buenos Aires, un grupo de dirigentes del PJ disidente está explorando una alianza estratégica con sectores de la Unión Cívica Radical (UCR). El objetivo de esta maniobra sería configurar una propuesta electoral capaz de erosionar la base de votos del gobernador Axel Kicillof en un contexto de creciente competencia con los liberales liderados por Javier Milei.
Dirigentes del PJ disidente tienden puentes
Las conversaciones entre el ala disidente del peronismo bonaerense y referentes de la UCR comenzaron a intensificarse en las últimas semanas, en medio de las indefiniciones respecto a la realización de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Según fuentes cercanas al proceso, la estrategia busca captar electores desencantados con el oficialismo, consolidando a un frente que sintetice peronismo no kirchnerista y radicalismo para ofrecer una alternativa creíble en el principal distrito electoral del país.
Entre los nombres que resuenan en esta dinámica aparece el de Miguel Ángel Pichetto, integrante de Juntos por el Cambio y ex candidato a vicepresidente en 2019, quien ha mantenido reuniones con figuras peronistas disidentes que promueven un espacio común de cara a los comicios de 2025. “Es un momento para construir consensos y evitar que la polarización nos lleve a escenarios de crisis”, habría expresado Pichetto en un foro reciente, según señalaron fuentes allegadas.
Impacto en la disputa Kicillof-Libertarios
El avance de esta alianza podría modificar significativamente el escenario político en la provincia, complicando la reelección de Axel Kicillof. Aunque el gobernador mantiene una sólida base de apoyo entre los sectores más afines al kirchnerismo, su gestión enfrenta críticas desde diversos flancos, lo que abre espacios a potenciales opositores.
Otro factor clave es el crecimiento de los libertarios, encabezados por Javier Milei. Los referentes más moderados del PJ disidente apuestan a disputar ese segmento del electorado desencantado, ofreciendo un mensaje menos disruptivo pero igualmente alejado del kirchnerismo. “Mientras Milei busca romper el sistema, nosotros proponemos cambiarlo desde adentro”, señaló un dirigente peronista alineado con esta nueva estrategia.
La UCR en territorio bonaerense
Dentro de la UCR bonaerense, sin embargo, las conversaciones con el PJ disidente generan tensiones. Si bien algunos sectores encabezados por intendentes y legisladores provinciales ven con buenos ojos la posibilidad de sumar fuerzas, otros consideran que esta movida podría diluir la identidad radical. La última palabra la tendrán las definiciones a nivel nacional del partido centenario, que juega un rol central dentro de Juntos por el Cambio.
En este contexto, se mencionó a figuras como Gustavo Posse, intendente de San Isidro, quien podría actuar como un puente entre ambas fuerzas. Posse ha sido crítico del liderazgo radical tradicional y ha mostrado apertura hacia alianzas no convencionales en años recientes.
El peso de las PASO
Un factor determinante en esta ecuación será la decisión final sobre la realización de las PASO. Tanto el oficialismo como la oposición siguen sin llegar a un acuerdo, lo que genera incertidumbre en todas las fuerzas políticas. La eliminación de las internas abiertas podría favorecer a los sectores que ya cuentan con estructuras consolidadas, pero también podría limitar la capacidad de los disidentes para instalarse como una alternativa competitiva.
En medio de esta incertidumbre, el PJ disidente busca posicionarse como un actor central en la discusión. “La eliminación de las PASO sería una maniobra del kirchnerismo para perpetuar su hegemonía, pero nosotros estamos listos para dar pelea en cualquier escenario”, declaró un legislador provincial ligado a este espacio.
La complejidad del armado provincial y el mosaico de intereses en juego hacen que cualquier alianza exija negociaciones cuidadosas y pragmáticas. Aun así, los dirigentes involucrados confían en que esta movida podría no solo debilitar a Kicillof, sino también frenar el avance de los libertarios.
Reclamos cruzados y tensiones históricas
El acercamiento entre el PJ disidente y la UCR revive tensiones históricas. Algunos peronistas críticos acusan a los radicales de haber actuado como socios silenciosos del kirchnerismo en la provincia, mientras que desde la UCR cuestionan las verdaderas intenciones del peronismo alternativo. “No queremos ser furgón de cola de una interna peronista”, advirtió un dirigente radical del interior bonaerense que reclama garantías de equidad en cualquier eventual integración.
Además, este armado enfrenta desafíos logísticos, como la construcción de listas y la definición de liderazgos territoriales, aspectos que podrían generar roces y disidencias internas. A pesar de todo, los impulsores de la iniciativa aseguran que el objetivo final de “quebrar la polarización” es un incentivo suficiente para superar las tensiones.
La definición de estas alianzas podría marcar un punto de inflexión en la política bonaerense en los próximos meses, modificando los cálculos de los principales contendientes. Con las elecciones en el horizonte, cada movimiento resulta crucial para determinar qué espacio logrará posicionarse como la principal alternativa al oficialismo provincial.
Fuente: Joaquín Múgica Díaz