La propuesta de Federico Sturzenegger de implementar autodespacho en estaciones de servicio para modernizar y reducir costos genera rechazo. Sindicatos, el gobierno de Kicillof y otros sectores advierten sobre el impacto en 70 mil empleos. Aunque común en otros países, el modelo enfrenta oposición en Argentina por su impacto social y laboral.[Collection]
Propuesta de Sturzenegger: El futuro sin playeros en estaciones
Tensión por el autodespacho: provincia de Buenos Aires contra la medida
La provincia de Buenos Aires, liderada por el gobernador Axel Kicillof, ha decidido enfrentar la propuesta que busca implementar el autodespacho de combustibles en las estaciones de servicio a nivel nacional. Esta medida, recomendada por el expresidente del Banco Central Federico Sturzenegger, se plantea como una alternativa para modernizar el servicio y abaratar costos. Sin embargo, ha encendido las alarmas entre los sindicatos, dueños de estaciones y el propio gobierno provincial, debido al impacto social que podría generar al poner en riesgo cerca de 70 mil empleos en todo el país.
Recomendación de Sturzenegger: modernización vs. empleo
Federico Sturzenegger, quien se desempeñó como titular del Banco Central, argumenta que la implementación del autodespacho permitiría reducir costos operativos, mejorar la competitividad y acercarse a estándares internacionales, como ocurre en varios países de Europa y América del Norte. Según esta postura, los automovilistas podrían cargar combustible directamente, eliminando la necesidad de los actuales playeros, lo cual reduciría los costos finales del producto para los consumidores.
Sin embargo, esta visión ha recibido una fuerte oposición desde diferentes sectores. En Argentina, las estaciones de servicio son una fuente clave de empleo. Con aproximadamente 70 mil trabajadores dedicados a esta labor, el cambio podría desencadenar una crisis social y económica, especialmente en provincias con altos índices de desempleo.
El posicionamiento del gobierno de Kicillof
La administración de Axel Kicillof ha decidido no adherir a la posible reglamentación nacional del autodespacho de combustibles. La provincia de Buenos Aires considera que el impacto negativo en el empleo sería significativo y que la potencial reducción de costos no compensaría las consecuencias sociales. Fuentes del Ejecutivo bonaerense destacaron que el modelo tradicional con playeros sigue siendo más seguro y garantiza un trato personalizado al usuario, además de generar empleo formal.
“No vamos a acompañar ninguna medida que deje a miles de bonaerenses sin trabajo. El mercado no puede imponerse siempre por sobre las personas y las familias”, subrayaron funcionarios cercanos al gobernador.
Rechazo sindical y advertencias al gobierno nacional
Los gremios que representan a los trabajadores de estaciones de servicio han sido categóricos en su rechazo. Señalan que la eliminación de los playeros no solo implicaría pérdida masiva de empleo, sino que también pondría en riesgo la seguridad en las estaciones de servicio, dado que manejar combustible sin personal capacitado puede ser peligroso.
En un comunicado reciente, el Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Garages, Playas y Lavaderos (SOESGyPE) calificó la propuesta como “inadmisible” y adelantó posibles medidas de fuerza si avanza la reglamentación. “No vamos a permitir que se pongan en riesgo las fuentes laborales de miles de trabajadores en todo el país para beneficiar intereses económicos de unos pocos”, declaró el secretario general del gremio, Carlos Acuña.
El precedente internacional y su impacto en el debate
La implementación del autodespacho de combustibles no es una novedad en el ámbito global. Países como Estados Unidos y gran parte de Europa cuentan con estaciones de servicio automatizadas, donde los conductores se encargan de cargar combustible y, en algunos casos, realizar pagos sin intervención humana. Sin embargo, esta transformación se dio en contextos laborales y económicos diferentes al argentino, donde las políticas de preservación del empleo son clave para evitar crisis sociales.
En Brasil, por ejemplo, una propuesta similar despertó críticas generalizadas y terminó frenada por un decreto presidencial que priorizó la protección de los puestos de trabajo. Este antecedente refuerza el argumento de los opositores en Argentina, quienes consideran que las condiciones locales no son aptas para replicar el modelo automatizado.
La incógnita sobre la postura del gobierno nacional
Hasta el momento, el gobierno nacional no ha definido de manera oficial si avanzará con la reglamentación del autodespacho. Sin embargo, fuentes cercanas a la Secretaría de Energía admiten que se está evaluando la viabilidad del proyecto, aunque reconocen que la resistencia de las provincias y de los gremios podría frenar su implementación.
El debate pone en jaque las prioridades del Ejecutivo, que debe balancear entre la necesidad de reducir costos en la cadena de comercialización de combustibles y el compromiso con la generación y preservación de empleo. Con las elecciones en el horizonte y un panorama económico incierto, cualquier decisión podría tener un alto costo político.
Fuente: Diario Popular