Los registros de vuelo del avión estrellado en Kazajistán han llegado a Brasil para ser analizados por el CENIPA. Este proceso colabora en la investigación del accidente del Fokker 100, que dejó 14 muertos. Se busca esclarecer causas y mejorar protocolos de seguridad en la aviación internacional.[Collection]
Registros de vuelo del avión de Kazajistán llegan a Brasil
Los dispositivos clave para la investigación ya están en manos de expertos brasileños
Los registros de vuelo del avión estrellado en Kazajistán fueron trasladados esta semana a Brasil, país que participará activamente en la investigación del accidente aéreo ocurrido el pasado 28 de diciembre. Según las autoridades kazajas, estos dispositivos, comúnmente conocidos como «cajas negras», están en perfecto estado y contienen tanto información técnica del vuelo como grabaciones de cabina esenciales para determinar las causas del siniestro.
El traslado de los registros de vuelo fue confirmado por la Autoridad de Aviación Civil de Kazajistán, quien señaló que especialistas brasileños serán los encargados de analizar los datos almacenados en los dispositivos. La decisión responde a un acuerdo internacional de colaboración en la investigación de accidentes aéreos, que permite compartir recursos y expertos entre países.
El accidente aéreo: un trágico incidente bajo análisis
El avión, un Fokker 100 operado por la aerolínea kazaja Bek Air, se estrelló poco después de despegar del aeropuerto internacional de Almatý, en el sureste de Kazajistán. Según reportes preliminares, la aeronave perdió altitud y colisionó contra un edificio residencial cercano al aeródromo. Este accidente dejó un saldo de 14 personas fallecidas y más de 50 heridos, según informaron las autoridades locales.
Las causas exactas del accidente aún son materia de investigación. No obstante, expertos han señalado que las condiciones climáticas adversas y posibles fallas mecánicas podrían haber sido factores determinantes. Estas hipótesis serán contrastadas con los datos extraídos de las cajas negras, que incluyen parámetros de vuelo como velocidad, altitud y comandos utilizados por los pilotos en los momentos previos al impacto.
Colaboración internacional para esclarecer los hechos
Brasil desempeñará un papel clave en el esclarecimiento del incidente. El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (CENIPA), con sede en Brasilia, fue seleccionado como la entidad responsable de llevar a cabo el análisis técnico de los registros. CENIPA es reconocido a nivel mundial por su experiencia en investigaciones de accidentes aéreos y cuenta con infraestructura de última generación para decodificar la información contenida en cajas negras.
“La cooperación internacional es esencial en casos de esta magnitud”, afirmó Igor Karpov, portavoz de la Aviación Civil de Kazajistán. “Estamos seguros de que la experiencia del CENIPA será fundamental para obtener respuestas concluyentes y prevenir futuros accidentes”. Si bien no se estableció un plazo específico para la publicación de los resultados, las autoridades anticiparon que el proceso podría extenderse por varios meses debido a la complejidad de la información recolectada.
Preocupaciones en torno a la seguridad aérea
El accidente del Fokker 100 reavivó preocupaciones acerca de la seguridad en la aviación en Kazajistán. La flota de Bek Air, compuesta en su mayoría por aeronaves Fokker 100, ha sido objeto de severas críticas por parte de expertos que cuestionan el envejecimiento de estos modelos y su mantenimiento en condiciones adecuadas. Tras el accidente, el gobierno kazajo suspendió todas las operaciones de la aerolínea hasta nuevo aviso, una medida precautoria que busca garantizar la seguridad de los pasajeros.
En paralelo, la comunidad internacional también sigue de cerca los avances en la investigación, especialmente en lo que respecta al cumplimiento de las normas de aviación dictadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). La posibilidad de que fallas humanas o negligencia hayan contribuido al desastre podría traer implicaciones legales importantes tanto para la aerolínea como para las autoridades regulatorias.
Un análisis técnico complejo y de alto impacto
El proceso de análisis de los registros traerá información reveladora para la industria aerocomercial. Entre los datos clave que se buscará extraer figuran las condiciones operativas del avión, parámetros técnicos en tiempo real y las decisiones tomadas por la tripulación durante los momentos críticos. Además, las grabaciones de la cabina permitirán evaluar la comunicación entre piloto y copiloto, así como su interacción con los controladores de tráfico aéreo en Almatý.
El incidente, a pesar de su gravedad, es visto como una oportunidad para mejorar los estándares globales de seguridad aérea. El CENIPA, en colaboración con organismos kazajos, podrá emitir recomendaciones internacionales con base en los hallazgos. Ya sea en términos de diseño de aeronaves, capacitación de pilotos o protocolos de mantenimiento, se busca que este tipo de investigaciones impulse prácticas más seguras en la aviación comercial.
Para continuar el seguimiento de esta noticia y otros detalles sobre la investigación, puedes encontrar más información en el sitio oficial de LA NACION.