Un bandoneonista de 85 años en Buenos Aires sufrió el robo de su instrumento, afectando su principal fuente de ingresos. La comunidad reaccionó con solidaridad, resaltando la vulnerabilidad de los artistas callejeros y la creciente inseguridad en la ciudad. Se iniciaron campañas para ayudar al músico a recuperar su bandoneón.
Un músico de 85 años perdió su herramienta de trabajo
En la ciudad de Buenos Aires, un hecho afectó a un bandoneonista de 85 años que, desde hace años, toca su instrumento en la zona del Obelisco para ganarse la vida. El músico sufrió el robo de su bandoneón, herramienta fundamental para su labor diaria.
Según su testimonio, el asalto ocurrió en plena calle, cuando desconocidos aprovecharon un descuido para llevarse el instrumento y dejarlo sin su principal fuente de ingresos. El hombre destacó el perjuicio que esto le supone y cómo afecta su rutina diaria.
El caso generó reacciones entre vecinos y ciudadanos que expresaron su solidaridad en redes sociales. Algunos se mostraron sorprendidos ante la vulnerabilidad de los trabajadores callejeros, mientras que otros cuestionaron la inseguridad en la Ciudad de Buenos Aires.
El impacto del robo y la reacción de la comunidad
El músico, cuya identidad se viralizó en medios y redes, afirmó que el bandoneón era su medio de vida y relató el perjuicio que le causa su pérdida. En múltiples entrevistas, explicó que el instrumento no solo tiene valor económico, sino también emocional, debido a los años de historia que representa.
El robo sucedió en un contexto donde los artistas callejeros enfrentan dificultades para desarrollar su trabajo. La exposición en la vía pública los coloca en una situación de vulnerabilidad constante, en la que dependen de la generosidad de los transeúntes para subsistir.
Vecinos y comerciantes que presenciaron la situación expresaron su preocupación por la inseguridad en la zona. Algunos destacaron que episodios similares afectan diariamente a trabajadores y jubilados, sin encontrar soluciones concretas por parte de las autoridades.
En tanto, algunas personas iniciaron campañas en redes sociales pidiendo información sobre el instrumento robado. También surgieron iniciativas solidarias con el objetivo de ayudar al músico a reponer su herramienta de trabajo, permitiéndole retomar su actividad.
El caso reabrió el debate sobre la protección de quienes trabajan en la calle y la necesidad de garantizar condiciones de seguridad que les permitan seguir desempeñando su labor sin grandes riesgos.