Una intensa tormenta en San Rafael causó graves daños a productores agrícolas, afectando más del 50% de cultivos de vid y olivo. Los agricultores demandan una declaración de emergencia para acceder a asistencia financiera. La situación económica se agrava y se teme por nuevos episodios climáticos que complicarían la recuperación.[Collection]
El impacto de la tormenta en San Rafael
Una intensa tormenta azotó recientemente sectores productivos del departamento de San Rafael, causando severos
daños en los distritos de Real del Padre y Jaime Prats. La magnitud del fenómeno afectó gravemente a productores
agrícolas de la región, cuya situación económica y productiva ahora depende de medidas urgentes por parte de las
autoridades locales y provinciales.
Destrucción en las zonas productivas
La tormenta desatada incluyó granizo, fuertes lluvias y viento, arrasando cultivos enteros de vid, olivo,
frutales y otros productos característicos de esta zona de Mendoza. Según los reportes iniciales, los daños son
significativos y alcanzan una importante extensión del territorio agrario, estimándose que más del 50% de la
producción de algunos sectores quedó totalmente inutilizada.
Productores de Real del Padre y Jaime Prats se encuentran entre los más perjudicados, enfrentando ahora el
desafío de evaluar pérdidas y buscar alternativas para continuar con la próxima temporada. “Esto golpea no
solamente a los productores directos, sino a toda la cadena económica que depende de estas actividades”, afirmó
un representante de la Cámara de Agricultura del Sur Mendocino.
El pedido de emergencia: ¿qué sigue?
Ante este panorama, los reclamos de los productores y entidades agrarias apuntan a la pronta declaración de zona
de emergencia y/o desastre agropecuario. Esta medida permitiría acceder a herramientas fundamentales como el
diferimiento de impuestos, créditos blandos y asistencia directa para enfrentar las pérdidas ocasionadas.
Desde el Municipio de San Rafael trascendió que se trabaja en relevar la extensión exacta del daño para elevar un
informe detallado a la Dirección Provincial de Agricultura, responsable de analizar la posibilidad de declarar
la emergencia en estas áreas. Aunque la reacción inicial ha sido rápida, los productores insisten en la
necesidad de acelerar los procedimientos para aliviar la crisis.
Protestas y presión al gobierno
La demora en la declaración de emergencia llevó a que algunos sectores impulsen reuniones con funcionarios
provinciales para exigir respuestas concretas. A través de cartas y manifestaciones simbólicas, los productores
solicitan ayuda inmediata. “No se trata solo de indemnizaciones; necesitamos soluciones integrales para
reconstruir nuestra producción”, expresó un agricultor de Real del Padre que resultó fuertemente afectado.
Pronósticos climáticos: un año complicado
Según el Servicio Meteorológico Nacional, las condiciones climáticas de esta temporada han sido marcadas por
fenómenos extremos como lluvias intensas y granizadas frecuentes. En este contexto, el sector agrícola de San
Rafael enfrenta un año particularmente desafiante, al depender críticamente del equilibrio de las variables
meteorológicas.
Expertos han advertido sobre la posibilidad de nuevos episodios similares, aumentando la incertidumbre para los
agricultores que todavía buscan recuperarse del impacto inicial. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA) recomendó estrategias de gestión y prevención de riesgos climáticos para minimizar futuras pérdidas.
El costo social y económico
Además del impacto directo sobre la producción, la tormenta tiene implicaciones sociales significativas. Familias
que dependen de las labores agrícolas enfrentan ahora una pérdida de ingresos que podría extenderse por meses,
afectando el comercio local y debilitando la economía regional en su conjunto.
Empresas vinculadas al transporte, procesamiento y comercialización de estos productos también experimentan una
desaceleración en sus actividades, sumando presión a un entramado económico ya tensionado por crisis previas.
“San Rafael necesita políticas sostenidas y rápidas para revertir esta situación”, comentó un economista local
al analizar el impacto de estos eventos.
Respuesta oficial: compromisos y retrasos
Autoridades municipales y provinciales declararon trabajar de forma conjunta para atender la emergencia. Sin
embargo, los plazos administrativos y la magnitud del daño han dificultado una respuesta inmediata. Hasta el
momento, no se ha oficializado la declaración de zona de emergencia, mientras los afectados luchan contra el
reloj para salvar lo que queda de sus producciones.
El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, afirmó recientemente que “se están evaluando todas las medidas
necesarias para proteger a los productores y sostener la resiliencia del sector agrícola”. No obstante, los
agricultores locales exigen pasos concretos antes de que las pérdidas económicas se vuelvan irremediables.
Para más información sobre el avance de esta situación, consulta Germán Tutory.