La Ciudad de Buenos Aires iniciará el ciclo lectivo el 26 de febrero, desestimando la propuesta del Ministro de Educación, Daniel Scioli, de posponerlo hasta después de Carnaval. La decisión genera apoyo y críticas entre las familias y resalta las tensiones políticas entre la Nación y la Ciudad.[Collection]
Tensión entre Ciudad y Nación: Inicio del ciclo lectivo afectado
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) confirmó que el ciclo lectivo 2025 iniciará el 26 de febrero, tal como lo establece su calendario escolar, desestimando el pedido del Ministro de Educación de la Nación, Daniel Scioli, de posponer las clases hasta después de Carnaval. Esta decisión reafirma la postura de la gestión liderada por Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, quien insistió en que “la educación es prioridad”.
El planteo de la Nación
La propuesta de Daniel Scioli, actual titular de la cartera de Educación a nivel nacional, buscaba extender las vacaciones en todo el país hasta el 10 de marzo, argumentando que la celebración del Carnaval del 3 y 4 de marzo interrumpiría los primeros días del ciclo lectivo. Según Scioli, iniciar las clases antes de esa fecha podría complicar la organización de las familias y generar inconvenientes logísticos.
“Solicitamos este cambio en el calendario escolar para garantizar una transición más ordenada y evitar problemas en el arranque escolar”, expresó Scioli. Sin embargo, la Ciudad de Buenos Aires descartó esta petición, defendiendo su cronograma como una pieza fundamental en su política educativa.
La respuesta de la Ciudad
Desde el Gobierno de CABA remarcaron que la continuidad y estabilidad en la educación son pilares centrales de su gestión. Jorge Macri respaldó la posición del Ministerio de Educación porteño, liderado por Soledad Acuña, quienes ratificaron la fecha de inicio escolar. “No vamos a permitir que consideraciones externas interfieran con las prioridades educativas”, sostuvo Acuña.
Asimismo, fuentes del Gobierno porteño recalcaron que la planificación académica se diseña con meses de anticipación y que modificar el calendario impactaría negativamente en la organización de los docentes, estudiantes y sus familias. “El aprendizaje de los chicos está por encima de cualquier coyuntura”, añadieron.
Un conflicto recurrente
Este no es el primer cruce entre Nación y Ciudad en torno a temas educativos. Durante la pandemia de COVID-19, el manejo del retorno a las aulas fue uno de los principales puntos de discordia entre ambas jurisdicciones. Ahora, con Jorge Macri al frente del Gobierno porteño, las diferencias parecen profundizarse, sobre todo en un año electoral donde los contrastes políticos tienden a acentuarse.
Analistas sostienen que el planteo del Ministro Scioli podría tener motivaciones políticas, buscando mostrar un liderazgo federal que contemple las necesidades de las provincias más periféricas. No obstante, esto no ha frenado a la Ciudad en su afán de mantener cierta autonomía sobre sus políticas.
Impacto en las familias
La decisión de la Ciudad de Buenos Aires de sostener el comienzo del ciclo lectivo el 26 de febrero genera tanto apoyo como críticas entre los padres y madres de los alumnos. Si bien un sector elogia la previsibilidad del sistema educativo porteño, otros consideran que el conflicto con Nación evidencia una falta de coordinación que termina afectando a las familias.
“Lo que necesitamos es un acuerdo a nivel nacional que unifique los criterios y nos evite a las familias entrar en discusiones políticas que no nos benefician”, expresó Paula Gutiérrez, madre de un estudiante de quinto grado. A su vez, sectores gremiales han pedido que se tengan en cuenta las condiciones laborales de los docentes ante posibles modificaciones.
Posturas gremiales
Los gremios docentes de CABA también se han manifestado, aunque con opiniones divididas. Mientras algunas entidades apoyan la continuidad del calendario establecido, señalando que garantiza 190 días de clases anuales, otros cuestionan la falta de voluntad de diálogo entre Nación y Ciudad.
“El debate no puede centrarse únicamente en fechas. Es fundamental que se tenga en cuenta la planificación integral de las escuelas y el bienestar de los docentes y alumnos”, expresó Mariana Montenegro, representante de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
Perspectiva federal
En otras provincias, la propuesta de postergar el inicio de clases ha sido recibida con más apertura. Algunas jurisdicciones, como Chaco y Salta, han manifestado que analizarán la sugerencia de Nación en función de sus realidades locales. En este contexto, la postura inflexible de CABA resalta como una excepción que refuerza el carácter autónomo de la Ciudad.
Para el Ministerio de Educación Nacional, una postura más homogénea a lo largo del país podría facilitar los procesos de evaluación y coordinación interprovincial, un punto que sigue siendo debatido entre las distintas autoridades regionales.
El trasfondo político
A pocos meses de las elecciones presidenciales, este nuevo roce entre Nación y Ciudad cobra tintes políticos. Con Jorge Macri afianzándose como uno de los líderes del PRO, la discusión sobre el calendario escolar se suma a una serie de temas que marcan las diferencias entre su gestión en CABA y el oficialismo nacional. Mientras que Scioli, figura clave del Frente de Todos, busca consolidarse como un referente con alcance federal, la agenda educativa vuelve a estar en el centro del debate político.
Por el momento, el inicio de las clases en CABA sigue firme para el 26 de febrero. Con el calendario definido, la tensión entre Nación y Ciudad parece solo haber escalado, dejando a la educación en el núcleo de una disputa que trasciende las aulas.
Fuente: @notaalpieok