Las tensiones entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof han provocado una crisis en el bloque peronista, acentuada por la renuncia del diputado Roberto Mirabella. Su salida refleja un descontento interno, generando temores de nuevas fugas que podrían debilitar al Frente de Todos en un año electoral clave.[Collection]
Tensiones en el bloque K: crisis y posibles fugas en Diputados
La interna entre Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense Axel Kicillof ha generado una fuerte preocupación dentro del peronismo, en un contexto donde las grietas entre las principales figuras del kirchnerismo parecen profundizarse. La reciente renuncia del diputado santafesino Roberto Mirabella ha sido el detonante de una serie de cuestionamientos hacia la conducción política del bloque del Frente de Todos en la Cámara Baja, así como hacia el liderazgo general del espacio.
La renuncia de Mirabella como punto de quiebre
La decisión de Roberto Mirabella de abandonar su banca en el Congreso no ha pasado desapercibida para el oficialismo. El legislador, cercano al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, presentó su renuncia el pasado 26 de diciembre, lo que encendió las alarmas en el kirchnerismo puro respecto a la estabilidad interna dentro del bloque. Su salida fue interpretada por varios dirigentes como una señal de descontento ante la falta de diálogo y estrategia entre los sectores más alineados con Cristina Kirchner y el resto del peronismo federal.
“Todos deseamos trabajar en un marco de consenso, pero eso hoy parece cada vez más lejano”, manifestó un dirigente peronista cercano a Perotti, quien prefirió mantenerse en el anonimato. Esta frase traduce el sentimiento que se estaría expandiendo entre referentes provinciales que sienten que sus intereses han quedado relegados en las prioridades del kirchnerismo.
Kicillof, en el centro de las críticas
En este clima de incertidumbre, Axel Kicillof se posiciona en el epicentro de las tensiones. Los reproches hacia el gobernador no solo provienen de sectores opositores, sino también de figuras dentro del oficialismo, que consideran que su postura intransigente y su alineación absoluta con Cristina Kirchner han debilitado las posibilidades de construir consensos con otros actores del espacio peronista.
Los rumores de una interna más profunda entre Cristina y Kicillof han circulado en las últimas semanas, aunque públicamente ambos han mantenido las apariencias de una relación sólida. Sin embargo, dirigentes del peronismo bonaerense han señalado el malestar de algunos intendentes, quienes creen que las decisiones del gobernador carecen de una perspectiva más amplia que abarque las problemáticas locales.
Posibles nuevas fugas y el riesgo en el Congreso
La salida de Mirabella ha disparado el temor a nuevas renuncias en las filas oficialistas en el Congreso. En un contexto donde el Frente de Todos se encuentra en minoría y depende de alianzas para avanzar con cualquier iniciativa, cualquier baja adicional podría tener un impacto desastroso en su capacidad de gobernar.
Entre los nombres que empiezan a sonar como posibles disidentes figuran legisladores que responden a gobernadores críticos del kirchnerismo, así como algunos referentes con aspiraciones personales que se sienten marginados en las decisiones del bloque. En estas circunstancias, el liderazgo de Germán Martínez, presidente del bloque del Frente de Todos en Diputados, ha sido señalado por su falta de firmeza para contener las tensiones internas.
Las próximas elecciones y el futuro del kirchnerismo
Con el inicio del 2024 a la vuelta de la esquina, la interna entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof también pone en duda la estrategia electoral del oficialismo. La elección de los candidatos y los ejes de la campaña serán una prueba para medir si el Frente de Todos puede superar sus diferencias internas o si, por el contrario, estas divergencias terminarán por socavar sus posibilidades en las urnas.
En este contexto, el surgimiento de un peronismo no kirchnerista, liderado por figuras críticas dentro de las provincias, podría complicar aún más el panorama. Dirigentes como el salteño Gustavo Sáenz o el cordobés Juan Schiaretti ya han marcado distancias con el kirchnerismo y podrían representar alternativas que fragmenten aún más el escenario electoral peronista.
La situación también genera interrogantes sobre el rol que asumirá Cristina Kirchner en los próximos meses. Aunque su figura continúa siendo central dentro del Frente de Todos, las diferencias crecientes con Kicillof y otros sectores del oficialismo podrían obligarla a redefinir su estrategia política e institucional.
Fuente: Gustavo Berón