En 2024, las transferencias discrecionales del Gobierno Nacional a las provincias cayeron 75% debido a ajustes fiscales y decisiones judiciales. La CABA fue la única excepción gracias a un fallo de la Corte Suprema. Este recorte afectó especialmente a provincias con menos autonomía financiera, exacerbando desigualdades y tensiones políticas en el país.[Collection]
Transferencias del Gobierno a provincias cayeron 75% en 2024
En 2024, las transferencias discrecionales del Gobierno Nacional hacia las provincias sufrieron una drástica caída del 75% en comparación con el año anterior, según se desprende de un informe reciente. Este declive, que afecta a casi todas las jurisdicciones del país, exceptuando la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), responde a ajustes en las políticas de distribución de recursos y decisiones judiciales clave sobre el reparto de fondos.
Excepción para CABA por fallo de la Corte Suprema
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires se mantuvo al margen de la tendencia de recorte gracias a una medida cautelar dictada por la Corte Suprema de Justicia. Este fallo, relacionado con la restitución de la coparticipación, permitió a CABA mantener sus ingresos en niveles previos a los ajustes aplicados en otras jurisdicciones. Se trata de una resolución emblemática tras años de disputa entre el distrito porteño y el Gobierno Nacional por el porcentaje de fondos destinados a la administración local.
La cautelar, obtenida tras la presentación del recurso por parte del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, continúa siendo un tema de fuerte controversia política en un año marcado por tensiones fiscales y elecciones provinciales.
Reducción drástica de giros no automáticos
Los llamados “giros no automáticos” —transferencias discrecionales pactadas entre el Ejecutivo Nacional y las provincias— experimentaron un desplome significativo. En 2023, estos fondos representaban el 1% del Producto Bruto Interno (PBI), mientras que en 2024 apenas alcanzaron el 0,3%. Esta diferencia refleja un achicamiento crítico de los recursos disponibles y expone las dificultades de las jurisdicciones para equilibrar sus presupuestos sin la asistencia del Gobierno central.
Según analistas económicos y fuentes oficiales, el recorte forma parte de las medidas implementadas para alinear las cuentas fiscales nacionales tras los crecientes niveles de déficit registrados en años recientes. Sin embargo, el impacto se sintió con mayor fuerza en las provincias con menor autonomía financiera, muchas de las cuales dependen de estas transferencias para mantener áreas clave como salud, educación e infraestructura.
Impacto desigual en las provincias
El ajuste tuvo un impacto dispar en las distintas regiones del país. Provincias como Chaco, Formosa y Santiago del Estero, con alta dependencia de giros discrecionales, manifestaron dificultades para cumplir con sus obligaciones presupuestarias más esenciales. Por otro lado, distritos con economías más diversificadas, como Córdoba y Santa Fe, pudieron mitigar parcialmente el efecto del recorte gracias a sus recursos propios.
Un ejemplo visible del impacto lo constituye la provincia de Tucumán, cuyo gobernador, Osvaldo Jaldo, afirmó recientemente que “sin el auxilio constante del Estado Nacional, varios sectores críticos de la provincia quedarían desfinanciados”. Otros mandatarios provinciales, como Gerardo Morales en Jujuy, también señalaron que los ajustes representan un desafío sin precedentes para el desarrollo de las regiones.
Contexto político y económico del ajuste
El recorte en las transferencias discrecionales se inscribe en un contexto más amplio de austeridad fiscal impulsado por el Ministerio de Economía, liderado en 2024 por Sergio Massa. Frente a la presión de organismos internacionales y una inflación persistente, el Gobierno priorizó la reducción de los déficits presupuestarios, aunque a costa de una menor colaboración financiera con las provincias.
Por su parte, los gobernadores opositores criticaron duramente estas decisiones, señalándolas como un intento de centralizar recursos en detrimento del federalismo. Desde Juntos por el Cambio, varios dirigentes denunciaron que “el ajuste recae sobre las provincias, mientras que el Gobierno Nacional sigue sin realizar cambios significativos en su estructura de gasto”.
En tanto, fuentes cercanas al Ejecutivo sostienen que los recortes eran inevitables debido a las condiciones del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Un asesor del Ministerio de Economía, bajo condición de anonimato, señaló que “sin este achicamiento en los giros discrecionales, habría sido imposible cumplir con las metas de reducción del déficit primario pactadas en 2022”.
Peso de la coparticipación en el sistema de financiamiento
La coparticipación federal, mecanismo de distribución de ingresos construido a partir de recaudaciones impositivas, sigue siendo la principal fuente de financiamiento para las provincias. Sin embargo, los giros no automáticos han sido, históricamente, una herramienta clave para compensar desigualdades entre regiones y garantizar la ejecución de proyectos específicos.
Con la disminución de las transferencias discrecionales, las provincias más rezagadas económicamente quedaron aún más expuestas a las fluctuaciones de la coparticipación y a sus propias restricciones fiscales. Analistas advierten que los ajustes podrían acentuar las desigualdades estructurales entre los distritos.
Perspectivas para 2025
A medida que se proyecta un nuevo ciclo político y económico para el año entrante, los gobiernos provinciales enfrentan la presión de reorganizar sus finanzas con menos apoyo desde el nivel nacional. Las expectativas sobre el desempeño económico general, así como eventuales correcciones en los presupuestos de las transferencias, marcarán las conversaciones entre Nación y provincias de cara a los próximos meses.
El debate sobre la distribución de recursos parece estar lejos de resolverse y seguirá siendo un punto crítico en las relaciones intergubernamentales dentro del esquema federal argentino.
Fuente: Mariel Fitz Patrick