La investidura de Donald Trump se realizará en el interior del Capitolio debido a bajas temperaturas. Este cambio busca garantizar la seguridad y comodidad de los asistentes. Aunque la ceremonia mantendrá su simbolismo, el evento se enfrenta a una intensa polarización política, con ajustes logísticos y medidas de seguridad ampliadas.
Trump realizará su investidura en interior del Capitolio
Cambio de planes por condiciones climáticas
La ceremonia de investidura de Donald Trump, prevista inicialmente para desarrollarse al aire libre frente al Capitolio, se llevará a cabo en el interior del edificio debido a las bajas temperaturas pronosticadas para la jornada. El cambio fue confirmado por el equipo de organización en un comunicado difundido este martes. La decisión busca garantizar la comodidad y seguridad de los asistentes, así como del propio presidente electo y otras autoridades participantes.
Las condiciones climáticas adversas no son un hecho inusual durante las ceremonias de asunción presidencial en Washington, D.C., especialmente en invierno. Sin embargo, pocas veces se ha optado por trasladar el evento al interior, lo que convierte a esta investidura en un caso excepcional. Expertos meteorológicos han advertido que el día estará marcado por temperaturas bajo cero y la posible presencia de ráfagas de viento intensas.
Detalles logísticos y ajustes de seguridad
La ceremonia de Donald Trump, quien ocupará el cargo como 45.º presidente de los Estados Unidos, se realizará en la rotonda del Capitolio, un espacio icónico que ha sido testigo de numerosos eventos históricos del país. Funcionarios encargados de la logística señalaron que habrá ajustes en el protocolo, tales como una reducción en la capacidad de público y modificaciones en ciertos elementos del programa, para adaptarse al entorno interior.
De acuerdo con el Servicio Secreto, entidad que supervisa la seguridad de la investidura, el cambio no compromete las medidas previstas para proteger a los dignatarios invitados, incluidos los expresidentes, miembros del Congreso y líderes internacionales. “El traslado al interior simplemente ajusta el perímetro de seguridad, pero no reduce en absoluto nuestra capacidad de respuesta”, afirmó un portavoz de la agencia.
Un evento significativo bajo un contexto único
La investidura de Trump llega marcada por tensiones políticas y una intensa polarización. Durante su campaña y periodo de transición, el magnate hizo énfasis en buscar un “cambio radical” en Washington, prometiendo políticas económicas proteccionistas y mano dura frente a problemas migratorios. Esta postura ha suscitado tanto apoyos entusiastas como rechazos vehementes, situación que se tradujo en un mayor despliegue de seguridad para el acto.
Además de las restricciones en el aforo debido al traslado, se estima que miles de simpatizantes y detractores de Trump se congregarán en las afueras del Capitolio y los alrededores. La policía de D.C., en coordinación con agencias federales, ha preparado operativos especiales ante posibles manifestaciones. “Estamos preparados para todos los escenarios posibles”, aseguró la jefa del departamento policial, Cathy Lanier.
Asistencia y discurso inaugural
Según fuentes oficiales, el evento contará con la presencia de figuras destacadas de ambas cámaras del Congreso, miembros del Gabinete de Trump y sus familiares más cercanos, así como invitados especiales. No obstante, algunas figuras del Partido Demócrata optaron por no asistir en señal de protesta contra las declaraciones y acciones del presidente electo durante su trayectoria hacia la Casa Blanca.
Trump, conocido por su estilo frontal y su inclinación hacia discursos combativos, pronunciará el habitual discurso inaugural. Se espera que este mensaje, diseñado para marcar el inicio de su administración, haga énfasis en su lema “Make America Great Again” y describa su visión de gobernanza. Fuentes cercanas al presidente electo han señalado que el texto también buscará unificar al país en medio de divisiones sociales y políticas.
Ceremonia con tradición histórica
Aunque las ceremonias de investidura son ampliamente reconocidas por su simbolismo y respeto a la tradición estadounidense, los cambios de ubicación impactan en el protocolo preestablecido. Sin embargo, la elección del Capitolio como sede alternativa mantiene el legado histórico de estas ceremonias, revitalizando el lugar como centro institucional de la democracia estadounidense.
El juramento presidencial, clave del evento, será administrado por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts. Trump colocará su mano sobre la misma Biblia utilizada por Abraham Lincoln en 1861, un gesto que reafirma el compromiso con los valores del legado del país. En tanto, algunos actos públicos previstos en la programación, como el desfile inaugural, podrían verse afectados por el clima adverso y los cambios estructurales.