Los vehículos abandonados en Buenos Aires son un problema creciente que afecta la seguridad y calidad de vida. En 2022, más de 1.500 autos fueron retirados, aunque el proceso es lento. Los residentes exigen soluciones más rápidas, incluyendo cambios normativos y campañas de concientización sobre el mantenimiento de vehículos.[Collection]
Vehículos abandonados en Buenos Aires: un problema creciente
Un fenómeno urbano al alza
Los vehículos abandonados en la vía pública se han convertido en un problema cada vez más visible en la Ciudad de Buenos Aires. Según datos del programa de compactación de autos en situación de abandono, gestionado por el Ministerio de Seguridad porteño, en los últimos años se ha registrado un aumento significativo en la cantidad de automóviles inmovilizados o en estado de deterioro sobre calles y veredas de los distintos barrios porteños.
Este fenómeno afecta tanto a la seguridad como a la calidad de vida de los vecinos, al representar posibles focos de delincuencia, obstrucción en las vías públicas y, en ocasiones, riesgos ambientales. La problemática alcanza niveles alarmantes en zonas específicas de la ciudad, siendo los barrios más expuestos Caballito, Villa Urquiza y Balvanera, según señalaron fuentes del Ministerio.
Un desafío para las autoridades
Desde el Ministerio de Seguridad porteño explicaron que el operativo de remoción y compactación de autos abandonados, conocido bajo el Programa de Autos en Situación de Abandono, tiene como objetivo principal evitar que estos vehículos se conviertan en focos problemáticos. Durante 2022, fueron retirados de la vía pública más de 1.500 automóviles abandonados, un incremento respecto de años anteriores.
Los procedimientos, no obstante, no están exentos de dificultades. En declaraciones recientes, Ana Castillo, referente del programa, destacó que “los tiempos que demanda el retiro de un vehículo no son rápidos debido a los trámites administrativos y legales que se deben cumplir”. Según Castillo, el protocolo exige notificar al propietario del vehículo antes de proceder a su remoción definitiva, lo cual puede demorar semanas o incluso meses.
Impacto en los barrios más afectados
La problemática no se distribuye de manera uniforme por la ciudad. En Caballito, por ejemplo, los vecinos han denunciado reiteradamente la presencia de automóviles en desuso que se transforman en “depósitos de basura”. En la calle Aranguren, la situación se ha agravado en los últimos meses, ya que diversos vehículos en estado de deterioro se acumulan sobre veredas estrechas, complicando el tránsito peatonal.
En Villa Urquiza, en tanto, algunos estacionamientos públicos se ven colapsados por la cantidad de vehículos que, según residentes locales, han quedado allí por largos períodos. En Balvanera, la cercanía con estaciones de tren y terminales de ómnibus genera que muchos rodados sean estacionados y abandonados sin previo aviso. “Es un reclamo constante de los vecinos”, explicó Mariano Delgado, miembro de una asociación vecinal de Balvanera.
El proceso de remoción
El protocolo para retirar un vehículo abandonado comienza con una denuncia ciudadana al Ministerio de Seguridad o a la Policía de la Ciudad. Una vez registrada, agentes inspeccionan el rodado y, en caso de corroborar su estado de abandono, colocan una notificación visible en el parabrisas. Si el propietario no responde en un plazo determinado, el auto es remolcado y enviado a depósitos judiciales.
Sin embargo, el volumen de denuncias supera con creces la capacidad de respuesta de las autoridades. Según datos oficiales, en 2022 se recibieron más de 8.000 reportes relacionados con vehículos abandonados, de los cuales solo el 18% logró resolverse con la remoción del rodado. Este bajo porcentaje evidencia las limitaciones logísticas y legales del programa, además de la falta de recursos necesarios para atender la creciente demanda.
Posibles soluciones en debate
Ante esta problemática, diversos sectores plantean la necesidad de medidas más expeditivas. Una propuesta recurrente es la modificación de normativas actuales para permitir que las autoridades actúen de manera más ágil ante el abandono prolongado de autos. A su vez, el Gobierno porteño impulsa campañas de concientización para que los propietarios tomen mayor responsabilidad respecto al cuidado y mantenimiento de sus vehículos.
En paralelo, organizaciones vecinales proponen iniciativas de reciclaje y reutilización de vehículos en desuso como una forma de mitigar el impacto ambiental. La compactación, si bien efectiva para eliminar el problema a corto plazo, ha generado críticas por no considerar alternativas más sostenibles que transformen los autos obsoletos en recursos reutilizables.
Fuente de la información: Camila Súnico Ainchily