Un intento de robo en una agencia de viajes en La Matanza terminó frustrado cuando empleados y clientes escondieron sus celulares, evitando su hurto. El mismo día, la banda delictiva asaltó al ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, evidenciando la creciente inseguridad y el valor crítico de los dispositivos digitales.
Víctimas de asalto en La Matanza reaccionan
Un robo frustrado en una agencia de viajes precedió el asalto al ministro Martín Marinucci
Antes de que la banda que asaltó al ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, concretara el ataque, llevaron a cabo un intento frustrado de robo en una agencia de viajes en el partido de La Matanza. Las víctimas, alertas y decididas, reaccionaron rápidamente evitando la pérdida de uno de los objetos más codiciados en este tipo de hechos delictivos: el teléfono celular.
El hecho ocurrió el pasado lunes en una transitada calle del mencionado distrito. En medio de la jornada laboral, dos delincuentes armados ingresaron al establecimiento donde los empleados atendían a varios clientes. Según las primeras versiones, los asaltantes amenazaron a los presentes para que entregaran sus pertenencias, apuntando principalmente a los teléfonos móviles y al dinero en efectivo.
La reacción inesperada de los empleados y clientes
Durante los primeros instantes del asalto, los delincuentes parecían tener todo bajo control. Sin embargo, un grupo de personas dentro de la agencia decidió no seguir las órdenes de los ladrones y reaccionó rápidamente. En cuestión de segundos, lograron esconder sus teléfonos celulares dentro de cajones, bolsos personales o incluso en el interior de muebles cercanos. Este acto imposibilitó que los delincuentes accedieran a los dispositivos.
Una víctima del hecho, que prefirió mantenerse en el anonimato por motivos de seguridad, relató: “Pensé que si llegaban a llevarse el celular, perdía todo: mis contactos, mi trabajo, mi vida digital. No quería permitirlo”. Las palabras reflejan una postura que se está volviendo común entre las personas frente a esta clase de delitos, priorizando la protección de objetos digitales de alto valor, no solo económico sino también personal.
El escape y las posibles conexiones con otros hechos
Al notar la falta de dispositivos y con las víctimas resistiendo pasivamente, los asaltantes abandonaron rápidamente la escena. Testigos afirmaron que huyeron en un vehículo que los esperaba a pocos metros del lugar. Minutos después, se comunicó a las fuerzas de seguridad locales sobre el incidente, pero hasta el momento no se ha informado sobre la captura de los sospechosos.
Este intento de robo frustrado cobra mayor relevancia al vincularlo con otro hecho delictivo protagonizado por la misma banda durante esa jornada. Horas más tarde, los mismos sujetos asaltaron al ministro de Transporte de la provincia de Buenos Aires, Martín Marinucci, en Castelar. Según las fuentes policiales, no hay dudas de que ambos actos estuvieron coordinados, una hipótesis respaldada tanto por las descripciones de los asaltantes como por la modalidad operativa empleada.
La inseguridad y la pérdida de datos: una preocupación actual
La denuncia de robos de teléfonos celulares constituye una problemática creciente en todo el país, y este caso ilustra cómo ese objeto se ha convertido en uno de los blancos principales para los delincuentes. Según datos oficiales, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ocurre al menos un robo de celulares cada tres minutos. Este fenómeno viene acompañado de un impacto adicional, ya que los usuarios no solo pierden el dispositivo, sino también datos sensibles como contraseñas, documentos personales y hasta información bancaria.
Las autoridades provinciales han advertido sobre el rápido crecimiento del mercado negro de estos dispositivos, un circuito que facilita tanto la reutilización de piezas como la reventa de equipos completos. Por esta razón, recomiendan activar herramientas de seguridad como la autenticación de dos factores y el bloqueo remoto en caso de robo. Sin embargo, acciones como las adoptadas por las víctimas en La Matanza demuestran hasta qué punto la población está tomando un rol activo para proteger sus bienes.
Un contexto alarmante que llama a reforzar medidas
Los hechos que involucran al ministro Marinucci y el intento de robo en la agencia de viajes se suman a una preocupante estadística de aumento de delitos impulsados por bandas organizadas en la región. Expertos en seguridad subrayan la necesidad de intensificar las estrategias que combatan de manera eficaz este fenómeno, tanto desde el punto de vista preventivo como reactivo.
Por su parte, la población no solo reclama más presencia de fuerzas policiales en las calles, sino también el cumplimiento de políticas públicas que brinden soluciones más profundas y sostenibles. En estas circunstancias, mantenerse alerta y actuar con rapidez, como lo hicieron las víctimas de este asalto frustrado, se ha convertido prácticamente en un recurso de autoprotección en el día a día.
Detalles adicionales del caso
Si bien no hubo heridos durante el asalto a la agencia de viajes, la violencia implícita en el uso de armas de fuego ha dejado una marca emocional en los involucrados. “No sé si volveremos a trabajar con normalidad. Por ahora, tratamos de rehacernos como equipo, pero el miedo persiste”, comentó una de las empleadas.
Paralelamente, la investigación del robo a Martín Marinucci también avanza, aunque las autoridades permanecen herméticas respecto a los posibles avances en la identificación de los responsables. Este hecho amplifica la necesidad de enfrentar la crisis de seguridad desde un enfoque integral que contemple tanto la prevención del crimen como la contención de sus víctimas.
Fuente: Mariano Gaik Aldrovandi