La Aduana de Argentina inició una investigación interna tras acusaciones de irregularidades en un vuelo privado proveniente de EE. UU. que transportaba a Laura Belén Arrieta. La oposición exige más claridad sobre el control de equipajes, mientras el Gobierno califica las denuncias como “fake news”, intensificando el debate político.“`html
La Aduana bajo la lupa: inicia una investigación interna tras polémica sobre vuelo privado
El control aduanero en Argentina vuelve a estar en el centro del debate político. La Dirección General de Aduanas desmintió irregularidades en el ingreso al país de un vuelo privado proveniente de Estados Unidos, aunque decidió abrir un sumario interno tras versiones que sugieren posibles fallas en los procedimientos. La controversia surge luego de que el periodista Carlos Pagni insinuara que el equipaje de Laura Belén Arrieta, organizadora de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), no habría sido revisado como corresponde. La denuncia despertó inquietud en sectores de la oposición, que exigen explicaciones oficiales.
El vuelo en cuestión aterrizó en Argentina el 26 de febrero y permaneció en un hangar hasta el 5 de marzo antes de partir hacia Francia. Aduana asegura que los procedimientos de control se cumplieron de acuerdo con la normativa vigente y que no se detectaron irregularidades. Sin embargo, la presión política no tardó en llegar. La Coalición Cívica-ARI presentó un pedido de informes en el Congreso, comparando la situación con el escándalo de Guido Antonini Wilson en 2007, cuando un empresario venezolano fue detenido en el Aeroparque con una valija repleta de dólares sin declarar.
Desde el Gobierno, Manuel Adorni calificó la denuncia como una “fake news” y minimizó la relevancia del episodio. En su habitual conferencia en Casa Rosada, el vocero presidencial defendió a la Aduana y cuestionó duramente a Pagni sin mencionarlo directamente. “O sos imbécil, o estás operando con malicia”, lanzó, en referencia a quienes alimentaron la versión de un presunto pasaporte privilegiado para Arrieta. La funcionaria, vinculada al ámbito empresarial tecnológico, ha sido una de las figuras que promovieron la realización del CPAC en Argentina, evento de corte conservador en el que participó Javier Milei.
El trasfondo del incidente tiene más aristas. La oposición, en particular el radical Pablo Blanco, exige detalles sobre el equipaje transportado en el vuelo y si hubo maletas que fueron eximidas de control. Las sospechas se amplifican por la relación de Arrieta con figuras de la política norteamericana y su rol en la cumbre que reunió recientemente a Donald Trump, Elon Musk y Milei. La defensa oficial subraya que el avión cumplió con los controles sistemáticos de cualquier aeronave en tránsito internacional y que la apertura del sumario es una formalidad para disipar dudas.
El episodio instala nuevamente la discusión sobre la transparencia en los procedimientos aduaneros y los riesgos de discrecionalidad en el trato a ciertos pasajeros. Más allá de que la investigación interna arroje o no hallazgos comprometidos, el tema ya se instaló en la arena política. Con una oposición en guardia y un oficialismo a la defensiva, la disputa probablemente se traslade al Congreso, donde los pedidos de informes pueden derivar en una ofensiva legislativa para revisar los mecanismos de control en el ingreso al país.
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