Buenos Aires enfrenta una ola de calor extremo con temperaturas que alcanzan los 38 grados Celsius, alertando al Servicio Meteorológico Nacional. Se recomienda evitar actividades físicas intensas, mantenerse hidratado y buscar refugio en lugares frescos. Las autoridades han suspendido eventos masivos y alertan sobre los riesgos para la salud en poblaciones vulnerables.[Collection]
Alerta amarillo: ola de calor extremo en Buenos Aires
La segunda quincena de enero trajo consigo temperaturas extremas que afectan a gran parte de Argentina, especialmente a la Ciudad de Buenos Aires y alrededores. Este martes, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta amarillo debido a una ola de calor que tiene como protagonistas temperaturas máximas que podrían alcanzar los 38 grados Celsius. Este fenómeno plantea riesgos significativos para la salud, particularmente para grupos vulnerables como adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas.
Condiciones climáticas peligrosas
De acuerdo con el SMN, el alerta amarillo significa que el calor no solo afecta las actividades cotidianas, sino que también puede resultar peligroso para la salud de ciertas poblaciones. En este contexto, Buenos Aires y varias localidades del conurbano bonaerense permanecen bajo vigilancia extrema. Asimismo, se mantiene la recomendación de evitar actividades físicas intensas, beber abundante agua y buscar refugio en lugares frescos, especialmente durante las horas del mediodía y la tarde.
Durante este martes, se espera que la sensación térmica supere notablemente los valores máximos previstos, intensificando la percepción del calor por parte de los residentes. Además, la persistencia de estas condiciones atmosféricas podría extenderse en los próximos días, lo que aumenta la preocupación entre las autoridades locales.
Impacto en la población y recomendaciones oficiales
Horacio Larreta, jefe de gobierno porteño, ha reiterado la importancia de adoptar medidas preventivas frente a esta ola de calor. Las autoridades locales recomiendan prestar especial atención a los niños pequeños, los mayores de 65 años y cualquier persona con patologías preexistentes, dado que son los más propensos a sufrir golpes de calor y deshidratación.
El Ministerio de Salud, por su parte, ha emitido una serie de recomendaciones clave para mitigar los efectos de esta ola de calor: mantenerse hidratado, evitar la exposición directa al sol durante las horas de mayor irradiación, utilizar ropa ligera y clara, y no consumir bebidas alcohólicas. También, se insta a la población a mantenerse informada ante posibles actualizaciones de las alertas y pronósticos climáticos.
Eventos cancelados y alteraciones en la rutina
El calor extremo no solo afecta la salud de la población, sino también el desarrollo normal de actividades al aire libre. En diversas localidades bonaerenses, se han reportado suspensiones de eventos masivos por recomendación de las autoridades. Además, algunos sectores educativos han optado por reducir la duración de las clases en turno tarde para priorizar el bienestar de los niños y docentes.
Al mismo tiempo, los servicios de energía eléctrica han enfrentado una mayor demanda debido al uso intensivo de aires acondicionados y ventiladores. En ciertos barrios, como Palermo y Caballito, se han registrado cortes de luz intermitentes, generando molestias entre los residentes y dificultando aún más la gestión del calor extremo.
Pronósticos para los próximos días
El Servicio Meteorológico Nacional ha indicado que las temperaturas podrían mantenerse elevadas al menos hasta el final de la semana, con pocas probabilidades de precipitaciones que alivien la situación. Sin embargo, existe una leve posibilidad de cambios en la masa de aire a partir del viernes, lo que podría generar un descenso gradual de las temperaturas.
Ante estos pronósticos, se refuerza la necesidad de continuar tomando precauciones para evitar complicaciones mayores. Las unidades de emergencias médicas también están en alerta para atender casos críticos relacionados con el calor, como golpes de calor y deshidratación severa.
Esta ola de calor, que afecta tanto a Buenos Aires como a varias provincias del interior, pone de manifiesto los desafíos que el cambio climático plantea para las ciudades densamente pobladas, donde las altas temperaturas pueden tener consecuencias aún más graves debido al fenómeno conocido como “isla de calor urbana”.
Para más información y actualizaciones, consulta el reporte completo en INFOBAE.