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Cristina Kirchner Reagrupa al Peronismo Jujeño en Medio de la Crisis Social
El Instituto Patria volvió a ser el epicentro de la interna peronista. Cristina Kirchner reunió a un grupo de dirigentes jujeños y trabajadores despedidos del ingenio Ledesma en un movimiento que busca reagrupar a todas las tribus del justicialismo provincial y reforzar su conducción en medio de la intervención del PJ en varias provincias.
La ex Presidenta selló así un encuentro que dejó varias señales. Por un lado, consolidó el respaldo de Guillermo Snopek y Leila Chaher, referente de La Cámpora en Jujuy, mientras que los interventores Aníbal Fernández y Gustavo Menéndez reforzaron la idea de control partidario. En la misma mesa también estuvo Rubén Rivarola, el ex titular del PJ jujeño, a quien desde el kirchnerismo acusan de pactar con el radicalismo de Gerardo Morales y facilitar la reforma constitucional que desató la revuelta provincial de 2023.
“Excelente reunión con el peronismo jujeño y dirigentes de otros partidos políticos de la provincia”, tuiteó Cristina tras el encuentro. Sin mencionar nombres, dejó en claro el mensaje: unidad frente al avance de la Casa Rosada sobre los espacios de poder territorial del justicialismo.
Los 180 despedidos de Ledesma y el mensaje a Milei
Uno de los ejes de la reunión fue la crisis social en Jujuy, simbolizada en los más de 180 despidos en el ingenio azucarero Ledesma. Para el kirchnerismo, este conflicto es el reflejo del rumbo del gobierno de Javier Milei, con despidos y ajuste como únicas respuestas en el interior profundo.
“Un escenario complejo que, a partir de las decisiones del gobierno de Milei, tiende a profundizarse a lo largo y a lo ancho del país”, sostuvo la ex mandataria sobre este tema. El planteo no es solo provincial, sino que busca proyectarse como parte de una estrategia más amplia para interpelar la política económica libertaria.
La interna y la disputa por el PJ jujeño
El encuentro también tuvo ausentes de peso. Carolina Moisés, enfrentada con Chaher por la conducción local, no fue convocada y la brecha entre ambas parece no cerrar. En 2023, disputaron la candidatura al Senado, y ahora la pelea está por el control del partido. Moisés proponía alternancia en la conducción, mientras que La Cámpora exigía el control del armado.
La crisis del PJ jujeño, sin embargo, no es un fenómeno nuevo. Kirchnerismo, peronismo tradicional y sectores más pragmáticos han atravesado disputas desde la toma de poder de Morales en 2015. Pero ahora, con la intervención del partido extendida hasta noviembre, Cristina busca poner orden y evitar que el partido siga fracturándose justo cuando el gobierno de Milei está en una posición aún incierta.
Unidad o provincialismo: el peronismo ante su encrucijada
En la reunión, Cristina planteó la necesidad de abandonar los discursos tradicionales sobre el “Estado presente” y repensar el rol del peronismo en función de un nuevo esquema más eficiente. La Cámpora admite dificultades para extender su influencia más allá del conurbano bonaerense, mientras que sectores del PJ jujeño reclaman mayor autonomía y representación propia.
El riesgo para el peronismo es que la fragmentación termine beneficiando al gobierno de Milei y sus aliados provinciales. Mientras la Casa Rosada avanza con intervenciones económicas y políticas en las provincias, el PJ todavía debate los liderazgos internos. Por ahora, el Instituto Patria toma la delantera, pero las definiciones de fondo siguen en suspenso.
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