Las cúpulas de Buenos Aires son un símbolo arquitectónico desde el siglo XIX, pero su conservación enfrenta desafíos en un entorno urbano cambiante. La Ley de Patrimonio busca protegerlas, aunque intereses económicos a menudo prevalecen. El auge de rooftops plantea interrogantes sobre el equilibrio entre desarrollo comercial y preservación histórica.
El valor arquitectónico de las cúpulas porteñas: entre la conservación y los cambios urbanos
Las cúpulas de Buenos Aires han sido un símbolo arquitectónico de la ciudad desde finales del siglo XIX. Distribuidas principalmente en el Centro, Balvanera y San Telmo, estas estructuras han acompañado el crecimiento de la capital argentina. Sin embargo, su conservación y transformación generan debates sobre el equilibrio entre la protección patrimonial y las nuevas tendencias urbanas.
Ciudades como París o Praga han sabido preservar su skyline, mientras que en Buenos Aires las decisiones sobre su patrimonio han sido dispares. Algunas cúpulas icónicas se han mantenido, restaurado o convertido en miradores turísticos, mientras que otras se han perdido por remodelaciones o abandono. La reciente tendencia de los rooftops y terrazas gastronómicas ha dado una nueva utilidad a muchas de estas construcciones, pero también plantea interrogantes sobre su preservación a largo plazo.
Las cúpulas icónicas y las que han desaparecido
Entre las cúpulas más admiradas de la ciudad se encuentran las de los edificios La Inmobiliaria, ubicado en la Avenida de Mayo, y la del Congreso Nacional, cuya estructura verde se ha convertido en un emblema porteño. También se destacan las cúpulas de galerías y bancos históricos, como la del Edificio del Banco de Boston en la Avenida Corrientes. Estas construcciones fueron pensadas para embellecer la arquitectura urbana y siguen atrayendo la atención de turistas y especialistas.
Sin embargo, no todas han corrido con la misma suerte. Algunas estructuras fueron demolidas o modificadas debido a cambios de uso o falta de restauraciones. Tal es el caso del Edificio del Diario La Prensa, cuya cúpula original fue transformada, o la del ex Mercado de Abasto, hoy convertido en un centro comercial sin el mismo impacto visual de antaño. ¿Hasta qué punto estas intervenciones respetan la historia arquitectónica de la ciudad?
La Ley de Patrimonio en Buenos Aires busca proteger los edificios históricos, pero la normativa muchas veces se enfrenta a intereses económicos. Se han generado discusiones entre arquitectos, legisladores y propietarios sobre la viabilidad de restauraciones frente a la demanda por espacios modernos y rentables. ¿Debe prevalecer la conservación histórica sobre las necesidades del presente?
El auge de los rooftops y la transformación del paisaje urbano
En los últimos años, las terrazas y rooftops han ido ganando protagonismo en la escena gastronómica y turística de Buenos Aires. Bares y restaurantes han reconvertido antiguas cúpulas y azoteas en espacios de encuentro, permitiendo vistas privilegiadas de la ciudad. Ejemplos como el Trade Sky Bar, ubicado en el edificio Comega, han revitalizado sectores que antes pasaban desapercibidos.
Sin embargo, este fenómeno no está exento de desafíos patrimoniales. Si bien algunos de estos espacios han sido restaurados, otros han sido adaptados sin seguir criterios rigurosos de conservación. El uso comercial de las cúpulas plantea dudas sobre su impacto estructural y el respeto a los diseños originales. ¿Hasta qué punto estas intervenciones contribuyen a la preservación o generan modificaciones irreversibles?
Especialistas en patrimonio advierten que las renovaciones deben realizarse bajo estrictas normas de conservación. Más allá del atractivo turístico de los rooftops, resulta fundamental garantizar la integridad de estas estructuras a largo plazo. La pregunta que queda abierta es si la ciudad podrá equilibrar el desarrollo comercial con la protección de su historia arquitectónica.