Donald Trump asumió la presidencia el 20 de enero, prometiendo devolver el poder al pueblo estadounidense y fortalecer la seguridad fronteriza. En su discurso, enfatizó la revitalización económica y el combate al terrorismo, mientras criticaba políticas previas que perjudicaron el empleo. Su enfoque, centrado en “América primero”, generó tanto apoyo como críticas.
Discurso de toma de posesión de Trump en español
En una jornada que marcó un punto de inflexión en la política estadounidense, Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos en una ceremonia que atrajo la atención mundial. En su discurso inaugural, realizado el 20 de enero, el mandatario declaró su intención de devolver el poder al pueblo, reforzar la seguridad fronteriza y devolver la “gloria perdida” a la nación. Frente a una multitud reunida en el Capitolio de Washington, el mensaje del presidente estuvo cargado de promesas de cambio y un tono marcadamente nacionalista.
Una administración enfocada en el pueblo
Trump inició su discurso agradeciendo a sus predecesores Barack Obama y Michelle Obama por una transición pacífica y ordenada, antes de pasar rápidamente a delinear las prioridades de su gobierno. Con una oratoria firme y provocadora, aseguró: “Hoy no solo estamos transfiriendo el poder de un gobierno a otro, sino devolviéndolo a ustedes, el pueblo estadounidense”. Este mensaje fue uno de los ejes centrales de su intervención, destacando la necesidad de que el gobierno se centre en los intereses de los ciudadanos comunes y no en las élites políticas.
El mandatario señaló que por “demasiado tiempo” los políticos habían prosperado mientras las fábricas cerraban y los empleos eran trasladados al extranjero, enfatizando: “Esto cambia aquí y ahora”. Enfatizó su compromiso para que Estados Unidos retome el protagonismo económico y político que, según él, se había perdido en las últimas décadas.
Seguridad y fronteras como prioridades
Una de las declaraciones más contundentes del nuevo presidente fue su promesa de fortalecer las fronteras del país, para combatir el crimen, el terrorismo y la inmigración ilegal. Trump aseguró que su administración implementará políticas destinadas a proteger estrictamente el territorio estadounidense: “Desde este día en adelante, será solo Estados Unidos primero”. Este enfoque hacia una narrativa de protección interna ha sido un pilar en su campaña y continúa como parte clave de su mensaje presidencial.
Adicionalmente, el presidente habló sobre la necesidad de “erradicar el terrorismo islámico radical de la faz de la Tierra”, acción que, según indicó, encabezará con la cooperación de aliados internacionales. En su discurso, reafirmó su compromiso con las fuerzas del orden y prometió brindarles los recursos necesarios para mantener la seguridad interna de la nación.
Promesa de revitalización económica
La economía fue otro tema central en el discurso de toma de posesión. Trump señaló que su administración trabajará para devolver el empleo a los estadounidenses, criticando los acuerdos comerciales que, según afirmó, han perjudicado la competitividad del país. “Hemos subsidiado los ejércitos de otros países mientras hemos permitido el triste deterioro de nuestras propias fuerzas armadas. Hemos defendido las fronteras de otros países mientras nos hemos negado a defender las nuestras”, declaró el presidente, añadiendo que esta tendencia se revertiría bajo su liderazgo.
El mandatario destacó su intención de fomentar el consumo de productos fabricados en el país, instando a sus ciudadanos a “comprar estadounidense y contratar estadounidenses”. Este llamado a la recuperación de la industria local reflejó su estrategia económica de nacionalismo comercial.
Mensaje a la comunidad internacional
A pesar del énfasis puesto en su lema “América primero”, Trump también incluyó un mensaje dirigido a los líderes internacionales. Señaló que buscará relaciones amistosas, pero sobre la base de que cada nación priorice sus propios intereses: “Fortaleceremos viejas alianzas y formaremos otras nuevas, y uniremos al mundo civilizado contra el terrorismo islámico radical, que erradicaremos completamente de la faz de la Tierra”.
Sin embargo, el tono general de su discurso dejó claro que su enfoque principal estará en las necesidades internas de Estados Unidos, buscando reducir las intervenciones extranjeras que, según él, han ido en detrimento de los recursos del país.
Críticas y expectativas
El discurso de toma de posesión, mientras fue bien recibido por sus seguidores, también generó críticas y escepticismo por parte de políticos rivales y la comunidad internacional. Algunos analistas señalan que el tono desafiante y directo podría polarizar a distintos sectores de la sociedad y tensar las relaciones con otras naciones.
Sin embargo, el mensaje de Trump resonó con fuerza entre los votantes que llevaron al magnate a la Casa Blanca y que ven en su liderazgo una oportunidad para un cambio radical. Ahora, la administración enfrenta la tarea de transformar estas ambiciosas promesas en políticas concretas que logren resultados tangibles.
El discurso completo de la toma de posesión puede leerse en LA NACION.